Aunque los primeros 30 minutos sean bastante desesperanzadores, sobre todo por la mala interpretación -constante en el resto de la película- de la actriz protagonista (normal si sabemos que viene de al salir de clase), la película consigue enderezarse gracias a los puntos especialmente simpáticos y divertidos de Héctor y Ernesto Alterio, que demuestran tener una gran química propia de padres e hijos.

La historia no es nada del otro mundo, pero resulta una película entretenida. Recomendable al menos para verla en vídeo.

Tras esa oleada de películas sobre mitos como el Rey Arturo o Troya, bastante por encima de este insufrible bodrio de 3 horas, Oliver Stone vuelve a defraudar con una película en la que la horrible interpretación de los actores (Colin Farrell tiene la misma cara de estreñimiento que en el resto de sus películas, Jared Leto tiene una expresión insoportable y Rosario Dawson y son Hopkins fríos como témpanos), la mala documentación histórica, y la pésima narración de aventuras que nadie puede tragar, no puede con las batallas que casi llegan a la altura de El Señor de los Anillos. Es una pena gastar tanto dinero en una película copiada y además mal.

Por cierto, ¿¿alguien podría decirme desde cuando demonios en la Antigua Grecia se escribía en inglés??? Aún no me lo explico, sólo faltaba un final (que por cierto tarda en llegar más que la muerte de Franco), con una banderita de EEUU al fondo. Alejandro el americano