No es una película de terror. Las escenas supuestamente paranormales provocan hilaridad por vergüenza ajena.
Su descripción de discriminación racial es tan plana y exagerada que no puedes empatizar con las supuestas víctimas.
Las actuaciones son más de parodia que otra cosa.
Es una exacerbación del wokismo tan extrema, que parecería que buscara el efecto contrario, por ridículo.
Consejo: si en el primer capítulo creen que puede ir a mejor, no pierdan el tiempo. El resto es todo barranca abajo.

Engancha desde el primer capítulo. Una serie sin grandes pretensiones, pero bien filmada, con mucho ritmo, y con excelentes actuaciones. Con Danielle Macdonald bordándola, en un personaje con el que es imposible no empatizar. Los secundarios también agregan su parte. No es de despreciar un cierto humor absurdo que recorre buena parte de la serie. Muy recomendable.

Por lo general, tiendo a coincidir con el puntaje mayoritario en FA. Pero, a veces, me encuentro con farsas que son tomadas como películas en serio, como en este caso. Un intento, a destiempo, de volver al neorrealismo italiano. Pero ese movimiento fílmico realmente correspondía a una época; en cambio, esta película junta a un conjunto de feos, sucios (muy sucios) y no tan malos, en una época (los '80) en que Italia ya era muy diferente. Y lo hace con un ritmo, sobre todo en la primera mitad, absolutamente clorofórmico. Y con actuaciones, especialmente la del protagonista principal, con una cara de pasmarote y un desgano ostensible. A partir de la mitad, la película intenta levantar un poco; pero, al final, vuelve a hundirse irremediablemente.

Una vez más, Cohn - Duprat han dado en la tecla. En un mundo de aceptación pasiva de absurdos cotidianos, ellos los muestran en toda su insensatez. Tan sencillo, y a la vez tan valiente.
No voy a extenderme en el detalle argumental. Merece la pena ser vista sin conocerlos. Así, la reacción espontánea, por lo general risueña, es más gratificante.
Ah, conviene verla con un amigo, amiga o amigue regre (autodenominados "progres") y estar atento a sus reacciones. Es el combo perfecto.

Una idea interesante, totalmente arruinada por actuaciones faltas de toda naturalidad. Se enfatizan los momentos de "tensión" entre la protagonista y la familia de su difunto marido, con prolongados choques de miradas y primeros planos propios del más rancio culebrón. La serie se prolonga a través de capítulos que no avanzan, con la generación de subtramas que nada suman, hasta un episodio final de credibilidad nula, en el cual todo se cierra con costurones y apresurando todo para que entre en pocos minutos. Un fiasco.