You must be a loged user to know your affinity with KesheR
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred
10
27 de marzo de 2006
27 de marzo de 2006
163 de 207 usuarios han encontrado esta crítica útil
Después de la original y bien llevada ·Cómo ser John Malkovich·, de escribir (en mi opinión) el guión más original imaginable para ·Adaptation. (El ladrón de orquídeas)· y de escribir las menos completas pero igualmente interesantes ·Human Nature· y ·Confesiones de una mente peligrosa·, Kauffman nos regala una historia eyaculatoria.
¿Una historia sobre una empresa que borra recuerdos? Cualquier guionista hubiera creado una tonta historia de amor sobre dos personas que se enamoran, se pelean, se borran entre ellas de su memoria y luego se vuelven a enamorar porque están predestinados.
Oh, qué bonito. Y una mierda.
Kauffman sorprende a sus fanáticos y a los seguidores de Jim Carrey que pasaban por allí con una historia que se desarrolla en gran parte en la mente del protagonista. Al más puro estilo David Lynch, aunque formalmente no tenga nada que ver, asistimos a la reconstrucción de la historia de amor del protagonista desde la fragmentación de su progresivamente destruida mente. Lejos de una representación lineal de la relación de Jim Carrey y Kate Winslet, conocemos fragmentos, saltamos de aquí a allá y Kauffman nos guía.
Esta película considera inteligente al espectador, y sólo eso ya le vale el calificativo de "buena". Pero Kauffman no dificulta demasiado el entendimiento: un color de pelo cambiado, un desperfecto en el coche... son suficientes para ubicar al espectador, a pesar de la narración fragmentada donde flashbacks y flashforwards sólo se intuyen.
Los personajes... qué decir de ellos. Qué bonita historia de amor... qué bien tomada por Jim Carrey y Kate Winslet, que entienden perfectamente a sus personajes. Te enamoras de ella. Profundamente.
Y ahora viene lo mejor... Gondry coge todos estos ingredientes de genialidad y los mezcla cojonudamente. Ayudado por su pasado como realizador de videoclips, nos sitúa en la mente de Carrey con unos recursos acojonantes. Un libro que se queda en blanco sutilmente, una calle que no recuerda en qué sentido iba, una estación de metro con gente que desaparece...
En fin, poco más puedo decir, excepto que Kauffman es Dios. Hay muchos cineastas que me gustan, que me fascinan, pero Kauffman es otra cosa. Kauffman es Dios. Kauffman es Dios.
¿Una historia sobre una empresa que borra recuerdos? Cualquier guionista hubiera creado una tonta historia de amor sobre dos personas que se enamoran, se pelean, se borran entre ellas de su memoria y luego se vuelven a enamorar porque están predestinados.
Oh, qué bonito. Y una mierda.
Kauffman sorprende a sus fanáticos y a los seguidores de Jim Carrey que pasaban por allí con una historia que se desarrolla en gran parte en la mente del protagonista. Al más puro estilo David Lynch, aunque formalmente no tenga nada que ver, asistimos a la reconstrucción de la historia de amor del protagonista desde la fragmentación de su progresivamente destruida mente. Lejos de una representación lineal de la relación de Jim Carrey y Kate Winslet, conocemos fragmentos, saltamos de aquí a allá y Kauffman nos guía.
Esta película considera inteligente al espectador, y sólo eso ya le vale el calificativo de "buena". Pero Kauffman no dificulta demasiado el entendimiento: un color de pelo cambiado, un desperfecto en el coche... son suficientes para ubicar al espectador, a pesar de la narración fragmentada donde flashbacks y flashforwards sólo se intuyen.
Los personajes... qué decir de ellos. Qué bonita historia de amor... qué bien tomada por Jim Carrey y Kate Winslet, que entienden perfectamente a sus personajes. Te enamoras de ella. Profundamente.
Y ahora viene lo mejor... Gondry coge todos estos ingredientes de genialidad y los mezcla cojonudamente. Ayudado por su pasado como realizador de videoclips, nos sitúa en la mente de Carrey con unos recursos acojonantes. Un libro que se queda en blanco sutilmente, una calle que no recuerda en qué sentido iba, una estación de metro con gente que desaparece...
En fin, poco más puedo decir, excepto que Kauffman es Dios. Hay muchos cineastas que me gustan, que me fascinan, pero Kauffman es otra cosa. Kauffman es Dios. Kauffman es Dios.
9
15 de septiembre de 2006
15 de septiembre de 2006
136 de 159 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta serie es la leche. O sea, te lo digo ya de entrada. ¿Por qué le pongo un 9 y no un 10? Por los cuatro primeros capítulos, bastante confusos y que pueden hacer perder el interés a más de un posible fan. A partir de un suceso clave en el cuarto capítulo aquello se vuelve una maravilla.
La serie trata sobre Deadwood, un poblado situado más allá de la frontera de EEUU (en territorio indio) al principio de la serie. No hay ley, no hay gobierno, no hay autoridades, y cada uno debe salvaguardar sus propios intereses. Por la serie desfilan algunos personajes históricos como Seth Bullock, Wild Bill Hickock o Calamity Jane. Si buscáis en Internet sobre ellos encontraréis información, pero NO LO HAGÁIS porque os destriparía cosas del argumento. En todo caso os aconsejaría que después de ver el quinto capítulo leyeseis una biografía sobre Wild Bill Hickock.
Los actores son de traca. Los que deben interpretar a tipos duros no se limitan a forzar la voz y poner poses, también saben dotar a sus personajes de sentimientos y dudas. La producción es ACOJONANTE. Estos cabrones de la HBO reconstruyen un poblado del lejano oeste con pelos y señales. Hay incluso secuencias sólo dedicadas a exhibir sus decorados, y están en su derecho, porque vaya tela. La dirección es genial siempre. Todo el tiempo se mantiene una dinámica constante, un tira y afloja entre los que pueblan Deadwood que resulta absorbente.
Y lo mejor de todo: no hay ni un solo tópico. No hay cowboys, no hay indios, no hay séptimo de caballería. De hecho la serie parece adaptarse mejor al género de mafiosos que al del western. La mayor parte de la trama son disputas entre los del campamento, centrándose la acción alrededor de los dos burdeles: The Gem y Bella Union.
En conclusión: recomendadísima para cualquiera, incluso para los que no gusten del western. Que, por cierto, con esta serie perderán sus prejuicios absurdos por el género.
La serie trata sobre Deadwood, un poblado situado más allá de la frontera de EEUU (en territorio indio) al principio de la serie. No hay ley, no hay gobierno, no hay autoridades, y cada uno debe salvaguardar sus propios intereses. Por la serie desfilan algunos personajes históricos como Seth Bullock, Wild Bill Hickock o Calamity Jane. Si buscáis en Internet sobre ellos encontraréis información, pero NO LO HAGÁIS porque os destriparía cosas del argumento. En todo caso os aconsejaría que después de ver el quinto capítulo leyeseis una biografía sobre Wild Bill Hickock.
Los actores son de traca. Los que deben interpretar a tipos duros no se limitan a forzar la voz y poner poses, también saben dotar a sus personajes de sentimientos y dudas. La producción es ACOJONANTE. Estos cabrones de la HBO reconstruyen un poblado del lejano oeste con pelos y señales. Hay incluso secuencias sólo dedicadas a exhibir sus decorados, y están en su derecho, porque vaya tela. La dirección es genial siempre. Todo el tiempo se mantiene una dinámica constante, un tira y afloja entre los que pueblan Deadwood que resulta absorbente.
Y lo mejor de todo: no hay ni un solo tópico. No hay cowboys, no hay indios, no hay séptimo de caballería. De hecho la serie parece adaptarse mejor al género de mafiosos que al del western. La mayor parte de la trama son disputas entre los del campamento, centrándose la acción alrededor de los dos burdeles: The Gem y Bella Union.
En conclusión: recomendadísima para cualquiera, incluso para los que no gusten del western. Que, por cierto, con esta serie perderán sus prejuicios absurdos por el género.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Ojalá ojalá ojalá no hubieran matado a Wild Bill Hichcock, ese pedazo de personaje. Pero tenían que atenerse a la realidad. Y como golpe de efecto está muy bien.
ACTUALIZACIÓN: SEGUNDA TEMPORADA
Otra vez me encuentro con que los primeros capítulos de la segunda temporada son muy confusos. El problema son los diálogos, excesivamente retóricos y difíciles de seguir. Incluso cuando hablan de los asuntos más triviales es duro entenderlos. Me veo obligado a bajar la puntuación a 8.
ACTUALIZACIÓN: TERCERA TEMPORADA
Y de nuevo subo la puntuación a 9. En esta temporada los personajes fijos se muestran exhuberantes (esa Jane antirracista o ese EB Farnum que no puede ser más alimaña), y los nuevos son todo un hallazgo (como una compañía de actores que llega al campamento). La aparición del supervillano George Hearst crea un triángulo con Tolliver y Al que, sin terminar de verla entera, huele a pólvora (y con Bullock en el centro). Los diálogos siguen siendo tan retóricos como siempre, pero empiezo a cogerles el tranquillo; ahora hasta me suenan bien. Le da a la serie un sello de identidad.
ACTUALIZACIÓN: SEGUNDA TEMPORADA
Otra vez me encuentro con que los primeros capítulos de la segunda temporada son muy confusos. El problema son los diálogos, excesivamente retóricos y difíciles de seguir. Incluso cuando hablan de los asuntos más triviales es duro entenderlos. Me veo obligado a bajar la puntuación a 8.
ACTUALIZACIÓN: TERCERA TEMPORADA
Y de nuevo subo la puntuación a 9. En esta temporada los personajes fijos se muestran exhuberantes (esa Jane antirracista o ese EB Farnum que no puede ser más alimaña), y los nuevos son todo un hallazgo (como una compañía de actores que llega al campamento). La aparición del supervillano George Hearst crea un triángulo con Tolliver y Al que, sin terminar de verla entera, huele a pólvora (y con Bullock en el centro). Los diálogos siguen siendo tan retóricos como siempre, pero empiezo a cogerles el tranquillo; ahora hasta me suenan bien. Le da a la serie un sello de identidad.
23 de agosto de 2008
23 de agosto de 2008
535 de 971 usuarios han encontrado esta crítica útil
No pensaba perder tiempo escribiendo sobre esta película, pero voy a dejar unas cuantas frases al respecto ya que estoy aburrido y aún no es la hora de los cubatas. Advierto desde ya que esta "crítica" será una mierda.
TRES PASOS PARA CREAR EL HYPE DEL AÑO, POR KesheR
1) Introducirás una gran cantidad de frases rimbombantes, rebuscadas, oscuras e innecesariamente ininteligibles. El público te aclamará. Te idolatrará. Pensarán que los diálogos incomprensibles y equívocamente vacuos son en realidad piezas maestras de literatura, ventanas al pensamiento de Nietzsche, Bukowski, Louis-Ferdinand Céline o Kafka. Por supuesto, jamás habrán leído a estos u otros autores para comprender la diferencia entre las frases despampanantes de "blockbuster" de ·The Dark Knight· y las siniestras saetas al alma de los citados.
2) Montarás toda la película en formato de clímax. Toda ella. Colocarás una secuencia tras otra sin descanso, sin el menor tiempo para la reflexión, la asimilación o simplemente mirar el móvil. El público se quedará boquiabierto pensando que la película es genial porque "pasan muchas cosas" (sic), porque "es un no parar" (sic). No prolongues ningún plano más de cinco segundos, no consientas un rellano en la narración. ¡A muerte! Si no se enteran de algo por la rapidez de la narración, se echarán la culpa a ellos mismos por no ser suficientemente listos, por no estar "a la altura del genio creativo del director" (sic).
3) En línea con lo anterior, satura la historia de personajes y actores famosos. No importa si no aportan nada a la historia, si sólo suponen un lastre para lo que verdaderamente importa (en este caso, el Joker). Que no te tiemble la mano. Mete a Dos Caras, a Morgan Freeman, a la insulsa amiga de Wayne, a cuarenta mafiosos, al alcalde hispano (¿?), al comisario... ¡Remueve y listo para servir! Por supuesto, ningún personaje quedará bien desarrollado, pero utilizando el punto 1) y el punto 2) con maestría nadie debería notarlo.
Bonus Track) Reza porque muera un actor, para darle ese toque extra de morbillo que tanto gusta a las arcas.
En definitiva:
Fui al cine con ganas de ver al Joker y a Batman cara a cara, ver un duelo interpretativo, ver qué maldades guardaba el Joker bajo la manga. He encontrado algo de eso, sí, por eso le pongo un 6, pero el resto de la película es un pastiche de sub-argumentos que no me importan en absoluto. El guión es bastante absurdo (ver Spoilers) y desaprovecha un montón al Joker, la verdadera única razón por la que la película tiene alguna chicha. Minuto que no está el Joker en pantalla, minuto de tu vida desperdiciado. La película debería haber ahondado más en él y los dilemas morales que plantea a la gente y dejarse de otras tramas que no le interesan ni al que las escribió.
TRES PASOS PARA CREAR EL HYPE DEL AÑO, POR KesheR
1) Introducirás una gran cantidad de frases rimbombantes, rebuscadas, oscuras e innecesariamente ininteligibles. El público te aclamará. Te idolatrará. Pensarán que los diálogos incomprensibles y equívocamente vacuos son en realidad piezas maestras de literatura, ventanas al pensamiento de Nietzsche, Bukowski, Louis-Ferdinand Céline o Kafka. Por supuesto, jamás habrán leído a estos u otros autores para comprender la diferencia entre las frases despampanantes de "blockbuster" de ·The Dark Knight· y las siniestras saetas al alma de los citados.
2) Montarás toda la película en formato de clímax. Toda ella. Colocarás una secuencia tras otra sin descanso, sin el menor tiempo para la reflexión, la asimilación o simplemente mirar el móvil. El público se quedará boquiabierto pensando que la película es genial porque "pasan muchas cosas" (sic), porque "es un no parar" (sic). No prolongues ningún plano más de cinco segundos, no consientas un rellano en la narración. ¡A muerte! Si no se enteran de algo por la rapidez de la narración, se echarán la culpa a ellos mismos por no ser suficientemente listos, por no estar "a la altura del genio creativo del director" (sic).
3) En línea con lo anterior, satura la historia de personajes y actores famosos. No importa si no aportan nada a la historia, si sólo suponen un lastre para lo que verdaderamente importa (en este caso, el Joker). Que no te tiemble la mano. Mete a Dos Caras, a Morgan Freeman, a la insulsa amiga de Wayne, a cuarenta mafiosos, al alcalde hispano (¿?), al comisario... ¡Remueve y listo para servir! Por supuesto, ningún personaje quedará bien desarrollado, pero utilizando el punto 1) y el punto 2) con maestría nadie debería notarlo.
Bonus Track) Reza porque muera un actor, para darle ese toque extra de morbillo que tanto gusta a las arcas.
En definitiva:
Fui al cine con ganas de ver al Joker y a Batman cara a cara, ver un duelo interpretativo, ver qué maldades guardaba el Joker bajo la manga. He encontrado algo de eso, sí, por eso le pongo un 6, pero el resto de la película es un pastiche de sub-argumentos que no me importan en absoluto. El guión es bastante absurdo (ver Spoilers) y desaprovecha un montón al Joker, la verdadera única razón por la que la película tiene alguna chicha. Minuto que no está el Joker en pantalla, minuto de tu vida desperdiciado. La película debería haber ahondado más en él y los dilemas morales que plantea a la gente y dejarse de otras tramas que no le interesan ni al que las escribió.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El Joker se pasea por Gotham como Pedro por su casa, poniendo bombas en todos lados, sin superpoderes ni nada.
Un tío puede llevar una pistola guardada simplemente en la chaqueta a un tribunal de justicia.
De pronto todos los móviles de la ciudad se convierten en un sónar controlado por Morgan Freeman (¿¿??).
Todo el mundo se lanza a la calle para matar al que iba a revelar la identidad de Batman, pero cuando se trata de defender su propia vida en los barcos no hay ni uno solo que se desquicie, todos mantienen la calma. NO ME LO CREO.
El Joker tiene mucha más razón sobre la naturaleza humana que Batman, pero claro, esto es Hollywood y no se puede tocar los cojones al espectador enfrentándolo a cosas desagradables.
Apunte especista: Batman no quiere matar al Joker, un psicópata declarado y reconocido (¡e incluso le salva!), pero ni se lo piensa para tirar a unos pobres perros por el hueco de la escalera. Unos perros cuyo único pecado es haber sido adiestrados para el odio.
La conversión de Harvey Dent al mal es absurda, ese tipo de cambio radical y estúpido que sólo puede verse en una película de Hollywood.
Las quemaduras de Dos Caras son ridículas. El ojo habría sido lo primero en desaparecer. El pelo jamás podría haber ardido de forma tan perfecta. No entraremos ya en cosas como que alguien con esas quemaduras se estaría retorciendo de dolor en el suelo, no planeando maldades por ahí.
Ah, otra cosa sobre las quemaduras. El traje de Dos Caras apenas se ha chamuscado. La camisa está casi intacta, fijaos. ¿Quizás Batman se puso primero a apagarle el fuego de la ropa que de la cara?
El comisario muere y a nadie parece importarle. Reaparece y todo el mundo lo ve normal. La amiga de Batman muere y también se la suda un poco a la gente. No hay tiempo en la película para asimilar las cosas.
Yo lo tengo que decir, ya que nadie parece mojarse: el guión es una mierda.
Un tío puede llevar una pistola guardada simplemente en la chaqueta a un tribunal de justicia.
De pronto todos los móviles de la ciudad se convierten en un sónar controlado por Morgan Freeman (¿¿??).
Todo el mundo se lanza a la calle para matar al que iba a revelar la identidad de Batman, pero cuando se trata de defender su propia vida en los barcos no hay ni uno solo que se desquicie, todos mantienen la calma. NO ME LO CREO.
El Joker tiene mucha más razón sobre la naturaleza humana que Batman, pero claro, esto es Hollywood y no se puede tocar los cojones al espectador enfrentándolo a cosas desagradables.
Apunte especista: Batman no quiere matar al Joker, un psicópata declarado y reconocido (¡e incluso le salva!), pero ni se lo piensa para tirar a unos pobres perros por el hueco de la escalera. Unos perros cuyo único pecado es haber sido adiestrados para el odio.
La conversión de Harvey Dent al mal es absurda, ese tipo de cambio radical y estúpido que sólo puede verse en una película de Hollywood.
Las quemaduras de Dos Caras son ridículas. El ojo habría sido lo primero en desaparecer. El pelo jamás podría haber ardido de forma tan perfecta. No entraremos ya en cosas como que alguien con esas quemaduras se estaría retorciendo de dolor en el suelo, no planeando maldades por ahí.
Ah, otra cosa sobre las quemaduras. El traje de Dos Caras apenas se ha chamuscado. La camisa está casi intacta, fijaos. ¿Quizás Batman se puso primero a apagarle el fuego de la ropa que de la cara?
El comisario muere y a nadie parece importarle. Reaparece y todo el mundo lo ve normal. La amiga de Batman muere y también se la suda un poco a la gente. No hay tiempo en la película para asimilar las cosas.
Yo lo tengo que decir, ya que nadie parece mojarse: el guión es una mierda.
Documental

8,4
4.172
10
10 de noviembre de 2008
10 de noviembre de 2008
86 de 87 usuarios han encontrado esta crítica útil
Fundido en negro.
Un bosque. Una colección aparentemente inofensiva de troncos indiferentes. La cámara se adentra poco a poco en aquel mundo ajeno, extraño, fantasmagórico. Alguien va caminando por la carretera y se aparta rápidamente al paso del equipo de filmación. No quiere formar parte del documento, no quiere formar parte del bosque, no quiere formar parte de la Historia.
Esto, básicamente, es Shoah: fantasmas y una Historia que no quiere ser filmada, que se resiste a quedar de algún modo explicada y encerrada en un documento. Ninguna crítica puede, pues, aspirar a capturar lo que supone este documental, pues transitivamente éste mismo se resiste a cualquier resumen o acotación. Shoah no puede ser explicado y no puede ser comprendido en su totalidad. Shoah sólo podría ser descrito mediante un poema.
Fundido en negro.
- Aquí estaban los judíos, aquí en esta misma Iglesia. Venían unos camiones y se los llevaban.
- ¿Sabían que los iban a gasear?
- Sí, yo creo que lo sabían... Gemían al entrar.
- ¿Cuántos camiones hacían falta para vaciar la Iglesia?
- Unos cincuenta...
- ¿Unos cincuenta?
Fundido en negro.
- Yo trabajaba en la policía. Me ofrecieron la oportunidad de trabajar menos, así que me apunté. Cuando llegué allí, me hicieron firmar un juramento de silencio. A continuación me dijeron que estábamos allí para llevar a cabo la Solución Final.
- ¿Se lo dijeron con esas mismas palabras?
- Así mismo: la Solución Final. Yo no había oído eso en mi vida.
Fundido en negro.
- Uno de los camiones volcó en una ocasión al dar una curva. La puerta trasera se abrió de golpe y los judíos cayeron. Todavía estaban vivos, se arrastraban. Un oficial de la SS sacó su pistola y comenzó a matarlos a todos. Después llamaron a los judíos de trabajo para que levantasen el camión y metieran los cadáveres dentro.
Fundido en negro.
Un tren se dirige lentamente hacia Treblinka. Lanzmann va detrás de la Historia, pero no la persigue. Más bien la seduce, se empapa de ella, deja que la Historia venga a él. Lanzmann captura la imagen del maquinista, guardada para siempre: Historia marcada en un cuerpo humano. Mientras nos acercamos a Treblinka junto a la cámara, los fantasmas nos saludan desde ambos lados de la vía. Algo está pasando. Algo se remueve en el corazón mismo de la Humanidad. Lanzmann no sabe lo que es, nadie lo sabe. Él sólo puede aspirar a acariciar los bordes de la sinrazón, probar sutilmente su sabor. Las grandes preguntas permanecen invariablemente encerradas bajo siete sellos de hueso, mientras que la enajenación y la indiferencia quedan plasmadas para siempre en un objetivo.
Algo no está bien, algo se retuerce en el aire inquieto. La cámara filma los túmulos donde millones de esqueletos no descansan en paz todavía.
Porque algo, sencillamente, sigue sin estar bien.
Fundido en negro.
Un bosque. Una colección aparentemente inofensiva de troncos indiferentes. La cámara se adentra poco a poco en aquel mundo ajeno, extraño, fantasmagórico. Alguien va caminando por la carretera y se aparta rápidamente al paso del equipo de filmación. No quiere formar parte del documento, no quiere formar parte del bosque, no quiere formar parte de la Historia.
Esto, básicamente, es Shoah: fantasmas y una Historia que no quiere ser filmada, que se resiste a quedar de algún modo explicada y encerrada en un documento. Ninguna crítica puede, pues, aspirar a capturar lo que supone este documental, pues transitivamente éste mismo se resiste a cualquier resumen o acotación. Shoah no puede ser explicado y no puede ser comprendido en su totalidad. Shoah sólo podría ser descrito mediante un poema.
Fundido en negro.
- Aquí estaban los judíos, aquí en esta misma Iglesia. Venían unos camiones y se los llevaban.
- ¿Sabían que los iban a gasear?
- Sí, yo creo que lo sabían... Gemían al entrar.
- ¿Cuántos camiones hacían falta para vaciar la Iglesia?
- Unos cincuenta...
- ¿Unos cincuenta?
Fundido en negro.
- Yo trabajaba en la policía. Me ofrecieron la oportunidad de trabajar menos, así que me apunté. Cuando llegué allí, me hicieron firmar un juramento de silencio. A continuación me dijeron que estábamos allí para llevar a cabo la Solución Final.
- ¿Se lo dijeron con esas mismas palabras?
- Así mismo: la Solución Final. Yo no había oído eso en mi vida.
Fundido en negro.
- Uno de los camiones volcó en una ocasión al dar una curva. La puerta trasera se abrió de golpe y los judíos cayeron. Todavía estaban vivos, se arrastraban. Un oficial de la SS sacó su pistola y comenzó a matarlos a todos. Después llamaron a los judíos de trabajo para que levantasen el camión y metieran los cadáveres dentro.
Fundido en negro.
Un tren se dirige lentamente hacia Treblinka. Lanzmann va detrás de la Historia, pero no la persigue. Más bien la seduce, se empapa de ella, deja que la Historia venga a él. Lanzmann captura la imagen del maquinista, guardada para siempre: Historia marcada en un cuerpo humano. Mientras nos acercamos a Treblinka junto a la cámara, los fantasmas nos saludan desde ambos lados de la vía. Algo está pasando. Algo se remueve en el corazón mismo de la Humanidad. Lanzmann no sabe lo que es, nadie lo sabe. Él sólo puede aspirar a acariciar los bordes de la sinrazón, probar sutilmente su sabor. Las grandes preguntas permanecen invariablemente encerradas bajo siete sellos de hueso, mientras que la enajenación y la indiferencia quedan plasmadas para siempre en un objetivo.
Algo no está bien, algo se retuerce en el aire inquieto. La cámara filma los túmulos donde millones de esqueletos no descansan en paz todavía.
Porque algo, sencillamente, sigue sin estar bien.
Fundido en negro.

6,8
4.669
8
31 de julio de 2006
31 de julio de 2006
101 de 121 usuarios han encontrado esta crítica útil
Curiosa película, maldita sea. Ya en las primeras secuencias nos encontramos una situación opresiva, enfermiza. Unos ancianos en traje de baño toman el sol al lado de una piscina, mientras beben vino con hielo. Se mueven rítmicamente, sin alma, de un modo siniestro que hipnotiza. Al poco, una de las bañistas se cae sobre cristales rotos, ante la absoluta indiferencia de esos ancianos descorazonados.
Ése es el principio de una película orgánica, calurosa, húmeda, sucia. La ciénaga a la que se refiere el título es absolutamente secundaria en la historia, en realidad es una metáfora sobre el mundo en el que viven los personajes. Martel consigue sumergirnos en una atmósfera irrespirable, pero sin ningún tipo de efectismos, sólo con el poder de la ambientación. Se me viene a la cabeza la película "Onibaba", en la que también somos partícipes del calor, del sudor pegajoso, aquí gracias a trucos narrativos como insistir mucho en unos cubitos de hielo o que los personajes estén continuamente abanicándose.
Aparte de una película mugrienta, también es puramente sexual. No hay ni la más mínima escena de sexo en la película, ni siquiera un desnudo, pero el ambiente caluroso y muchas insinuaciones colocan al espectador en una situación sexualmente tensa, en la que nada se dice y todo se insinúa, lesbianismo e incesto incluídos.
Los personajes intentan desesperadamente salir de ese hoyo, mediante viajes y apariciones marianas que prometen la felicidad. Es particularmente magistral la última frase de la película: "fui a donde se aparecía la Virgen, pero no vi nada". Demoledor.
El problema que le veo a la película es que toda esa ambientación explota en todas direcciones. Toda la película es agobiante, no hay escenas que impacten especialmente (a excepción, curiosamente, del comienzo). Creo que la película necesitaba algún cambio de ritmo, un argumento más sólido y variado que cimentase la propuesta. Defectos de una primeriza, que seguramente veremos subsanados en futuras películas. Aunque he de decir que no soy muy partidario de "La Niña Santa", bastante más pretenciosa y aburrida que ésta.
Ése es el principio de una película orgánica, calurosa, húmeda, sucia. La ciénaga a la que se refiere el título es absolutamente secundaria en la historia, en realidad es una metáfora sobre el mundo en el que viven los personajes. Martel consigue sumergirnos en una atmósfera irrespirable, pero sin ningún tipo de efectismos, sólo con el poder de la ambientación. Se me viene a la cabeza la película "Onibaba", en la que también somos partícipes del calor, del sudor pegajoso, aquí gracias a trucos narrativos como insistir mucho en unos cubitos de hielo o que los personajes estén continuamente abanicándose.
Aparte de una película mugrienta, también es puramente sexual. No hay ni la más mínima escena de sexo en la película, ni siquiera un desnudo, pero el ambiente caluroso y muchas insinuaciones colocan al espectador en una situación sexualmente tensa, en la que nada se dice y todo se insinúa, lesbianismo e incesto incluídos.
Los personajes intentan desesperadamente salir de ese hoyo, mediante viajes y apariciones marianas que prometen la felicidad. Es particularmente magistral la última frase de la película: "fui a donde se aparecía la Virgen, pero no vi nada". Demoledor.
El problema que le veo a la película es que toda esa ambientación explota en todas direcciones. Toda la película es agobiante, no hay escenas que impacten especialmente (a excepción, curiosamente, del comienzo). Creo que la película necesitaba algún cambio de ritmo, un argumento más sólido y variado que cimentase la propuesta. Defectos de una primeriza, que seguramente veremos subsanados en futuras películas. Aunque he de decir que no soy muy partidario de "La Niña Santa", bastante más pretenciosa y aburrida que ésta.
Más sobre KesheR
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here