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6,4
101
6
7 de agosto de 2021
7 de agosto de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este film, ampliamente reseñado en la mayoría de las historias del cine alemán, ha permanecido bastantes años desaparecido, y aunque ya apareció a finales del siglo pasado una copia de la versión censurada y se restauró y editó, aún no ha conseguido una gran difusión entre los cinéfilos o los interesados por el cine progresista de esos años, prueba de ello son las nulas críticas y escasas valoraciones que tiene en esta página.
Es un film importante, otra cosa es que pueda estar algo a contracorriente de los gustos cinéfilo actuales. Es uno de las pocas películas en las que colaboró Bertold Brecht; también es de resaltar la música debida a un destacado compositor germánico, H. Eisler, muy emparentado con la estética de K Weill; es un buen ejemplo de la música clásica y popular que se estaba haciendo en Alemania en esos años.
La película tiene un título se podría traducir por "Vientres helados" o "Estómagos vacíos" y que corresponde al nombre de la colonia obrera que aparece en la segunda parte del film y se acompaña de un subtítulo, "¿De quién es el mundo?", de clara resonancia brechtiana, y que muestra su carácter militante izquierdista y de denuncia social.
La película está organizada en cuatro partes, aunque sólo la primera está claramente indicada, ésta se titula "otro parado menos", y bajo ese título irónico S Dudow, director comunista de origen búlgaro, muestra las duras condiciones de vida de algunos grupos de parados desesperados en su búsqueda de trabajo, y además bajo el rechazo y desprecio de la sociedad. Un joven parado, harto de la incomprensión de su propios padres termina suicidándose, de ahí la ironía del título, y la familia termina siendo desahuciada. La segunda parte se sitúa en la colonia de obreros Kuhle Wampe, una especie de camping solidario, donde es recogida la familia. Al mismo tiempo de desarrolla una historia amorosa entre Anni, la hija, y único miembro que tiene trabajo en la familia, y Fritz, un obrero que no quiere comprometerse. En el film original ella se quedaba embarazada y terminaba abortando gracias a la solidaridad de sus vecinos de la colonia, después de una fiesta de compromiso bastante grotesca y excesiva que denota la relación del film con la nueva objetividad y cierto expresionismo, elementos propios del arte alemán de entreguerras. En la versión que nos ha llegado, fuertemente censurada, los amantes se separan aunque al final se reconcilian.
La tercera parte es un documental sobre unos juegos deportivos donde participan obreros y se cantan canciones revolucionarias. Toda una exaltación de la vida sana proletaria. También fue censurada esta parte, por contener escenas de desnudos y velados simbolismos anti eclesiásticos. La tercera parte, la más claramente de Brecht, se desarrolla en el metro de Berlín, donde viajan los protagonistas, y se entabla un diálogo y discusión entre ellos y otros pasajeros, algunos de ellos de clara ideología burguesa o incluso pronazi, donde al final un pasajero pregunta "¿quién puede cambiar el mundo?", a lo que una de las protagonistas contesta: " los que no les gusta" . Puro teatro pedagógico de Brecht.
El film tuvo una amplia repercusión política en Alemania, fue prohibido y sólo después de las protestas de B Brecht y otros intelectuales fue permitida su exhibición, aunque con importantes recortes en su metraje. Solo un año después, con la llegada de los nazis al poder, fue otra vez prohibido.
Hoy se nos presenta como uno de los más importantes films de esta época, un buen ejemplo de la nueva objetividad en el ámbito cinematográfico y también de los postulados estéticos del teatro de Bertold Brecht.
En su contra hay que indicar que tiene un excesivo tono propagandístico comunista en algunas escenas, y que el tono general de la película hoy en día suena a demasiado panfletario.
Es un film importante, otra cosa es que pueda estar algo a contracorriente de los gustos cinéfilo actuales. Es uno de las pocas películas en las que colaboró Bertold Brecht; también es de resaltar la música debida a un destacado compositor germánico, H. Eisler, muy emparentado con la estética de K Weill; es un buen ejemplo de la música clásica y popular que se estaba haciendo en Alemania en esos años.
La película tiene un título se podría traducir por "Vientres helados" o "Estómagos vacíos" y que corresponde al nombre de la colonia obrera que aparece en la segunda parte del film y se acompaña de un subtítulo, "¿De quién es el mundo?", de clara resonancia brechtiana, y que muestra su carácter militante izquierdista y de denuncia social.
La película está organizada en cuatro partes, aunque sólo la primera está claramente indicada, ésta se titula "otro parado menos", y bajo ese título irónico S Dudow, director comunista de origen búlgaro, muestra las duras condiciones de vida de algunos grupos de parados desesperados en su búsqueda de trabajo, y además bajo el rechazo y desprecio de la sociedad. Un joven parado, harto de la incomprensión de su propios padres termina suicidándose, de ahí la ironía del título, y la familia termina siendo desahuciada. La segunda parte se sitúa en la colonia de obreros Kuhle Wampe, una especie de camping solidario, donde es recogida la familia. Al mismo tiempo de desarrolla una historia amorosa entre Anni, la hija, y único miembro que tiene trabajo en la familia, y Fritz, un obrero que no quiere comprometerse. En el film original ella se quedaba embarazada y terminaba abortando gracias a la solidaridad de sus vecinos de la colonia, después de una fiesta de compromiso bastante grotesca y excesiva que denota la relación del film con la nueva objetividad y cierto expresionismo, elementos propios del arte alemán de entreguerras. En la versión que nos ha llegado, fuertemente censurada, los amantes se separan aunque al final se reconcilian.
La tercera parte es un documental sobre unos juegos deportivos donde participan obreros y se cantan canciones revolucionarias. Toda una exaltación de la vida sana proletaria. También fue censurada esta parte, por contener escenas de desnudos y velados simbolismos anti eclesiásticos. La tercera parte, la más claramente de Brecht, se desarrolla en el metro de Berlín, donde viajan los protagonistas, y se entabla un diálogo y discusión entre ellos y otros pasajeros, algunos de ellos de clara ideología burguesa o incluso pronazi, donde al final un pasajero pregunta "¿quién puede cambiar el mundo?", a lo que una de las protagonistas contesta: " los que no les gusta" . Puro teatro pedagógico de Brecht.
El film tuvo una amplia repercusión política en Alemania, fue prohibido y sólo después de las protestas de B Brecht y otros intelectuales fue permitida su exhibición, aunque con importantes recortes en su metraje. Solo un año después, con la llegada de los nazis al poder, fue otra vez prohibido.
Hoy se nos presenta como uno de los más importantes films de esta época, un buen ejemplo de la nueva objetividad en el ámbito cinematográfico y también de los postulados estéticos del teatro de Bertold Brecht.
En su contra hay que indicar que tiene un excesivo tono propagandístico comunista en algunas escenas, y que el tono general de la película hoy en día suena a demasiado panfletario.
Cortometraje

6,8
624
8
23 de abril de 2021
23 de abril de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Este cortometraje de Buster Keaton es de los primeros que hizo en sus inicios en solitario para su propia productora, sin acompañar ya a su amigo Fatty Arbuckle, que "murió" para Hollywood el año siguiente después de su publicitado y judicializado escándalo festivo-sexual.
Aquí ya aparecen muchas de las características que lo van a convertir en uno de los genios del cine cómico de la etapa muda: Impasibilidad y frialdad ante cualquier situación por extrema que sea, desde que se te caiga una pelota de golf al agua de un lago o que estés a punto de ser ejecutado por error. Ritmo trepidante, todo va acelerado, las persecuciones, las peleas se suceden continuamente, los papeles se intercambian (aquí el juego es entre presos y guardianes), unas característica del cine mudo americano que él comparte con Sennett, Chaplin o Lloyd. Y también su lucha titánica con los objetos, aunque esto lo desarrollará mucho más en cortos y largometrajes posteriores: aquí se enfrenta a una pelota de golf y la soga del horca. Keaton siempre alternará una ambivalente destreza y torpeza que es el origen de gran parte de su comicidad.
En resumen, veinte minutos de cine cómico a ritmo frenético donde hay un poco de todo: Buster Keaton demostrando su torpeza como golfista a prueba de burlas, pero también su increíble tenacidad, confusiones, cambios de papeles, persecuciones, fugas, peleas y al final .. conquista el amor de la chica.
Aquí ya aparecen muchas de las características que lo van a convertir en uno de los genios del cine cómico de la etapa muda: Impasibilidad y frialdad ante cualquier situación por extrema que sea, desde que se te caiga una pelota de golf al agua de un lago o que estés a punto de ser ejecutado por error. Ritmo trepidante, todo va acelerado, las persecuciones, las peleas se suceden continuamente, los papeles se intercambian (aquí el juego es entre presos y guardianes), unas característica del cine mudo americano que él comparte con Sennett, Chaplin o Lloyd. Y también su lucha titánica con los objetos, aunque esto lo desarrollará mucho más en cortos y largometrajes posteriores: aquí se enfrenta a una pelota de golf y la soga del horca. Keaton siempre alternará una ambivalente destreza y torpeza que es el origen de gran parte de su comicidad.
En resumen, veinte minutos de cine cómico a ritmo frenético donde hay un poco de todo: Buster Keaton demostrando su torpeza como golfista a prueba de burlas, pero también su increíble tenacidad, confusiones, cambios de papeles, persecuciones, fugas, peleas y al final .. conquista el amor de la chica.
Mediometraje

5,8
101
6
11 de marzo de 2021
11 de marzo de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Aunque la película es un inverosímil y disparatado melodrama sobre una trama policiaca, aunque las actuaciones y la dirección no sean especialmente brillantes, y aunque la copia disponible tenga algunos minutos menos que el original y esté bastante deteriorada, a pesar de todos estos "aunque", creo que merece la pena ver el film por diversos motivos:
Es la primera película que hicieron juntos Lon Chaney y Tod Browning, y ya se ven algunas de las características que los convertirán en una leyenda del cine de frikis, del cine de lo grotesco. Lon Chaney todavía no hace sus caracterizaciones clásicas encarnando diversos personajes a cual mas grotesco y malvado, pero ya apunta maneras y su sola presencia, aquí es sólo actor secundario, se nota en al película dando mas intensidad a las escenas.
Por su parte también están muchas de las constantes del cine de Browning: el interés por los ambientes sórdidos, los tugurios de mala muerte, los personajes marginales y marginados, en claro contraste con el lujo y la opulencia de los ambientes pijos y refinados. Sobre ese contraste construye una entretenida trama de robo de joyas, amor redención, donde hay personajes malvados, personajes buenos, y personajes que van de lo uno a lo otro. Otra de las claves de su cine es la máxima de "las apariencias engañan"". Hay una obsesión en Browning por la mentira, el engaño que practican muchos de sus personajes y que es la base de muchas las tramas de sus películas, como es el caso de la que comentamos.
Aparte de las razones más o menos cinéfilas que he dado antes existe otra: el encanto de de las obras primitivas, el atractivo de cierta arqueología del cine; lo mismo que a muchos nos atraen las ruinas de edificios antiguos (o simplemente abandonados), también tienen su encanto estas películas tan ingenuas, con esos decorados tan de cartón piedra, con esos "happy ends" tan surrealistas ( como el esta película), incluso aunque en muchas partes de la película las manchas y rayados casi nos impidan ver la imagen. ¿No hay directores de vanguardia que rayan y estropean el soporte de la película para darle un aspecto distinto, artesanal?
En la época del cine digital y de los efectos especiales volver a ver estos "silent films" de la época dorada de Hollywood (o plateada o bronceada, da lo mismo), supone un placer especial, como visitar las ruinas de Pompeya o visitar unos frescos deteriorados en una aislada iglesia románica.
Es la primera película que hicieron juntos Lon Chaney y Tod Browning, y ya se ven algunas de las características que los convertirán en una leyenda del cine de frikis, del cine de lo grotesco. Lon Chaney todavía no hace sus caracterizaciones clásicas encarnando diversos personajes a cual mas grotesco y malvado, pero ya apunta maneras y su sola presencia, aquí es sólo actor secundario, se nota en al película dando mas intensidad a las escenas.
Por su parte también están muchas de las constantes del cine de Browning: el interés por los ambientes sórdidos, los tugurios de mala muerte, los personajes marginales y marginados, en claro contraste con el lujo y la opulencia de los ambientes pijos y refinados. Sobre ese contraste construye una entretenida trama de robo de joyas, amor redención, donde hay personajes malvados, personajes buenos, y personajes que van de lo uno a lo otro. Otra de las claves de su cine es la máxima de "las apariencias engañan"". Hay una obsesión en Browning por la mentira, el engaño que practican muchos de sus personajes y que es la base de muchas las tramas de sus películas, como es el caso de la que comentamos.
Aparte de las razones más o menos cinéfilas que he dado antes existe otra: el encanto de de las obras primitivas, el atractivo de cierta arqueología del cine; lo mismo que a muchos nos atraen las ruinas de edificios antiguos (o simplemente abandonados), también tienen su encanto estas películas tan ingenuas, con esos decorados tan de cartón piedra, con esos "happy ends" tan surrealistas ( como el esta película), incluso aunque en muchas partes de la película las manchas y rayados casi nos impidan ver la imagen. ¿No hay directores de vanguardia que rayan y estropean el soporte de la película para darle un aspecto distinto, artesanal?
En la época del cine digital y de los efectos especiales volver a ver estos "silent films" de la época dorada de Hollywood (o plateada o bronceada, da lo mismo), supone un placer especial, como visitar las ruinas de Pompeya o visitar unos frescos deteriorados en una aislada iglesia románica.
6
17 de marzo de 2025
17 de marzo de 2025
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Los estigmatizados, film de 1922 de C.T. Dreyer, pertenece a sus inicios en el cine mudo, fue rodada fuera de Dinamarca en Alemania, y estuvo perdida durante bastantes años hasta que se halló una copia en la Cinemateca de Toulouse que permitió al Instituto Danés de Cine presentar una copia restaurada con nuevos intertítulos, algunos de ellos reconstruidos a partir de los que se presentaron al censura danesa, y con una nueva música en el año 2006. No hace falta reseñar la importancia de Dreyer en la Historia del Cine, pues fue un director, aún siendo minoritario, muy influyente, en Bergman, Bresson, Schrader, Von Triers, por ejemplo, y aunque su producción fue muy escasa, apenas catorce películas en cerca de cincuenta años de carrera, es todo un referente de lo que se ha denominado cine de la transcendencia (según Paul Schrader).
En este film, el cuarto que realizó, todavía está en sus inicios y Dreyer no había alcanzado las cotas que conseguiría poco años después , pero ya se ven algunas de sus constantes: interés por los problemas de índole religiosa y moral pues tuvo una rígida educación religiosa, su padre adoptivo era pastor luterano, que le llevó a un rechazo a la intolerancia religiosa e ideológica; el problema de la culpa o la traición a nuestros ideales también es un tema central de su obra. Muchos de esto temas ya habían aparecido en sus films anteriores y se desarrollaran de una manera más perfecta en sus obras maestras posteriores: “La pasión de Juana de Arco”, “Dies Irae”, “Ordet”.
En cuanto a sus estilo está basado en la sencillez, el uso de un blanco y negro muy contrastado, la precisión en las composiciones, el uso frecuente de primeros planos, la búsqueda de autenticidad en la interpretaciones, huyendo de los actores profesionales. Todas estas características también aparecen en este film, donde se combina su llamado “estilo de cámara” durante gran parte de la trama: escenas en interiores, con pocos actores y poco movimiento, mientras que las escenas del pogromo son un buen ejemplo del manejo del movimiento de masas, de un ritmo agitado que puede recordar a los maestros americanos del cine mudo.
La película está basada en la novela irónicamente titulada “Amaos los unos a los otros” del danés Aage Madelung que hace referencia a las comunidades judías en la Rusia de principios del siglo XX , cuya trama , compleja y con varias ramificaciones, está centrada en las relaciones entre judíos y rusos en esa época , pero también aparecen otras tramas: el movimiento revolucionario que se dio en 1905 precursor de la revolución de Octubre del 1917, las diferencias entre el mundo burgués de San Petersburgo y el de las aldeas campesinas, los conflictos religiosos entre los judíos que se mantienen firmes en sus creencias y los que se convierten al cristianismo para mejor integrarse y triunfar socialmente, las actividades manipuladoras, antisemitas y antirrevolucionarias de la policía secreta zarista, que desembocan en el pogromo antijudío de la última parte del film, donde convergen todas las tramas y es sin duda la parte más interesante del film.
También hay que indicar que no estamos ante una obra comparable a sus grandes obras maestras posteriores; la historia es demasiado complicada donde se entremezclan muchas tramas que lo alejan del estilo sencillo y simple de su estilo de madurez. Los intertítulos son tan excesivamente largos y abundantes, sobre todo en las primeras escenas, que alteran el desarrollo de la historia, aunque esto puede ser porque se han añadido recientemente a la copia encontrada. Las interpretaciones aunque correctas carecen de la fuerza que María Falconetti imprimió a su Juana de Arco.
No obstante estamos ante una obra muy interesante que además no ha perdido interés dado que muchos de los temas que trata siguen de plena actualidad: el racismo, la xenofobia, el odio a las minorías, aquí representadas en la población judía en la Rusia zarista, la manipulación y los bulos generadores de odio, como se ve en actuación de los infiltrados de la policía secreta zarista, y como el pueblo se cree esas mentiras. Han pasado más de cien años pero parece que la humanidad no ha evolucionado demasiado, por lo menos en algunos aspectos.
En este film, el cuarto que realizó, todavía está en sus inicios y Dreyer no había alcanzado las cotas que conseguiría poco años después , pero ya se ven algunas de sus constantes: interés por los problemas de índole religiosa y moral pues tuvo una rígida educación religiosa, su padre adoptivo era pastor luterano, que le llevó a un rechazo a la intolerancia religiosa e ideológica; el problema de la culpa o la traición a nuestros ideales también es un tema central de su obra. Muchos de esto temas ya habían aparecido en sus films anteriores y se desarrollaran de una manera más perfecta en sus obras maestras posteriores: “La pasión de Juana de Arco”, “Dies Irae”, “Ordet”.
En cuanto a sus estilo está basado en la sencillez, el uso de un blanco y negro muy contrastado, la precisión en las composiciones, el uso frecuente de primeros planos, la búsqueda de autenticidad en la interpretaciones, huyendo de los actores profesionales. Todas estas características también aparecen en este film, donde se combina su llamado “estilo de cámara” durante gran parte de la trama: escenas en interiores, con pocos actores y poco movimiento, mientras que las escenas del pogromo son un buen ejemplo del manejo del movimiento de masas, de un ritmo agitado que puede recordar a los maestros americanos del cine mudo.
La película está basada en la novela irónicamente titulada “Amaos los unos a los otros” del danés Aage Madelung que hace referencia a las comunidades judías en la Rusia de principios del siglo XX , cuya trama , compleja y con varias ramificaciones, está centrada en las relaciones entre judíos y rusos en esa época , pero también aparecen otras tramas: el movimiento revolucionario que se dio en 1905 precursor de la revolución de Octubre del 1917, las diferencias entre el mundo burgués de San Petersburgo y el de las aldeas campesinas, los conflictos religiosos entre los judíos que se mantienen firmes en sus creencias y los que se convierten al cristianismo para mejor integrarse y triunfar socialmente, las actividades manipuladoras, antisemitas y antirrevolucionarias de la policía secreta zarista, que desembocan en el pogromo antijudío de la última parte del film, donde convergen todas las tramas y es sin duda la parte más interesante del film.
También hay que indicar que no estamos ante una obra comparable a sus grandes obras maestras posteriores; la historia es demasiado complicada donde se entremezclan muchas tramas que lo alejan del estilo sencillo y simple de su estilo de madurez. Los intertítulos son tan excesivamente largos y abundantes, sobre todo en las primeras escenas, que alteran el desarrollo de la historia, aunque esto puede ser porque se han añadido recientemente a la copia encontrada. Las interpretaciones aunque correctas carecen de la fuerza que María Falconetti imprimió a su Juana de Arco.
No obstante estamos ante una obra muy interesante que además no ha perdido interés dado que muchos de los temas que trata siguen de plena actualidad: el racismo, la xenofobia, el odio a las minorías, aquí representadas en la población judía en la Rusia zarista, la manipulación y los bulos generadores de odio, como se ve en actuación de los infiltrados de la policía secreta zarista, y como el pueblo se cree esas mentiras. Han pasado más de cien años pero parece que la humanidad no ha evolucionado demasiado, por lo menos en algunos aspectos.
Mediometraje

5,7
174
6
12 de enero de 2022
12 de enero de 2022
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Estamos ante un cortometraje típico de la época en que Fatty Arbuckle y Buster Keaton formaban pareja cómica. Reúne todos los ingredientes típicos de las películas cómicas americanas de aquella época: tortazos y peleas, caidas y tropiezos, persecuciones, disputas y rivalidades por conseguir a la chica. Además en este corto tenemos unos excelentes secundarios, en especial el que hace el papel de sheriff, escenas ingeniosas y ocurrentes, y un ritmo frenético.
No fue la mejor película de esta pareja cómica, pero tiene todos los elementos para pasar un rato divertido, y aunque Buster Keaton todavía no es el gran Buster que será poco tiempo después, el papel principal corresponde a Fatty, ya apunta maneras y aparecen algunos de sus rasgos distintivos, como su seriedad absoluta ("Cara de palo") o sus facultades acrobáticas.
Como en otras muchas películas de esta época clásica de la comedia americana también aparece un perro como un personaje cómico más. Me recuerda al perro de "The artist", aunque este último era más gracioso, que fue un homenaje a todos estos perros comicos, excelentes "actores", del cine mudo.
En resumen un entretenido corto con el que pasaremos un buen rato, son sólo unos veinte minutos, aunque muchas de sus gracias nos parezcan ahora poco graciosas y estén un tanto pasadas y vistas, supone un reencontrarse con un humor sano, fresco e ingenuo, que por lo menos no provoca el sonrojo y la vergüenza ajena que nos producen algunas , más bien muchas, películas pretendidamente cómicas de hoy en día.
No fue la mejor película de esta pareja cómica, pero tiene todos los elementos para pasar un rato divertido, y aunque Buster Keaton todavía no es el gran Buster que será poco tiempo después, el papel principal corresponde a Fatty, ya apunta maneras y aparecen algunos de sus rasgos distintivos, como su seriedad absoluta ("Cara de palo") o sus facultades acrobáticas.
Como en otras muchas películas de esta época clásica de la comedia americana también aparece un perro como un personaje cómico más. Me recuerda al perro de "The artist", aunque este último era más gracioso, que fue un homenaje a todos estos perros comicos, excelentes "actores", del cine mudo.
En resumen un entretenido corto con el que pasaremos un buen rato, son sólo unos veinte minutos, aunque muchas de sus gracias nos parezcan ahora poco graciosas y estén un tanto pasadas y vistas, supone un reencontrarse con un humor sano, fresco e ingenuo, que por lo menos no provoca el sonrojo y la vergüenza ajena que nos producen algunas , más bien muchas, películas pretendidamente cómicas de hoy en día.
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