Nos encontramos con una producción italiana realizada con pocos medios pero con mucho gusto. Respira ideas, creatividad y sobre todo el clásico estilo italiano.
La dirección demuestra oficio y poco más; totalmente centrada en contarnos la historia y tratando en todo momento de mantener un buen ritmo. Lo consigue y no resulta aburrida.
La historia no es que sea muy original pero está bien planteada y desarrollada. Con un toque de comedia y de humor negro, aborda esto que está tan de moda como es la Economía Social y Circular, basada en microtransacciones entre las personas, en las que el único que se beneficia es el Gurú de turno y que basicamente consiste en la explotación miserable de los trabajadores, a través de máquinas controladas por un algoritmo informático.
Hace una acertada crítica social, nos hace cómplices de estos abusos y nos reímos mientras no nos toque a nosotros.
Los protagonistas estàn bien, simplemente correctos y convincentes en sus respectivos papeles; sin exageraciones.

La factura de la película más bien es la de una serie de TV, que podría dar para tres capítulos.
El premio Goya a la producción es merecido pues está muy bien conseguida y ambientada a su época. Aquí sí que se nota el cariño y el cuidado.
Por lo demás, la dirección es bastante plana, gris, algo escasa de ritmo y reiterativa en las escenas de brutalidad policial. Al montaje le falta suspense e intriga. ¿Hasta la fuga es aburrida y carece de emoción!
La historia, la transición, la amnistía, etc., se aborda de forma muy superficial e intrascendente; hasta los personajes están fuera de lugar, desdibujados y faltos de personalidad.
Los protagonistas están simplemente correctos y repetidos en las actuaciones. Una y otra vez, demasiadas caras serias mirando fijamente a la cámara con cara de haber pelado una cebolla. ¿Para qué está la cámara, la luz, el color, el movimiento, la perspectiva, etc.?
Como siempre la realización de los diálogos es impresentables en la mayoría de los casos; parece que hablan con el culo.
No es una película que apetezca ver por segunda vez.
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Serie B, bastante floja.
Un diseño de producción correcto pero sin grandes pretensiones.
Una dirección caótica y aburrida que no sabe lo que quiere contar. Aunque parezca mentira es tan mala que hace que a ratos te desentiendas de la película y eso que quiere darle un toque cómico.
La historia, qué decir...lo mismo de siempre. Nada de intriga ni de suspense.
Los actores, en sus típicos papeles. Para mi gusto algo exagerados.
Resumiendo: no es ni entretenida.

Serie M, de mala malísima.
Ante tamaña porquería me pregunto si esta gente cuando terminan de hacer la película, la ven a ver cómo resulta.
Hay que tener jeta para poner este bodrio en circulación. Luego se quejan de que no apreciamos el Cine español.
La producción es vulgar y corriente, todos los lugares, exteriores e interiores, están más vistos que el TBO. Poco dinero gastaron y ninguna idea emplearon.
La dirección, si es que se le puede llamar así, hace una narración penosa y aburrida. Una verdadera tortura. No tiene el más mínimo sentido del ritmo ni es visualmente atractiva. Es tal el aburrimiento y tan larga la duración que no hay más remedio que pasarla con el mando del TV.
La historia es el problema; basada en un genero de literatura basura que está ahora tan de moda en los hipermercados. Personajes de cartón piedra, diálogos de chichinabo, tramas y situaciones de encefalograma plano. Todo es previsible. ¡Qué vulgaridad!
Con respecto a los protagonistas, mejor olvidarlos. Quitando a Coronado, que no sé qué pinta en la película, el resto ni sabe hablar ni se le entiende, más propios de una telenovela de tarde.

Más morralla para rellenar los canales de TV.
La producción es de cartón piedra; a lo que hay que añadir que, aunque sea de ciencia ficción, un mínimo de rigor científico debería tener. El ecosistema del planeta Marte es de juzgado de guardia.
La dirección es plana, sin ritmo, sin interés y lo poco que intenta más cursi no puede ser. Yo creo que no sabía cómo hacer el montaje ni qué hacer con la cámara, ni cómo aprovechar el formidable paisaje. Al cabo de más de una hora no ha sucedido prácticamente nada de interés. Y lo peor es que así llegamos al tremendo final.
La historia casi es inexistente, aburrida, sin desarrollo. Con unos personajes insoportables, especialmente la niña, ¡ qué hartura de niña! compitiendo a ver quién se comporta de la forma más estúpida ¡qué hartura de madre!. Aparte de que quede preñada la niña, no tienen nada que contar.
Acerca de los protagonistas es difícil ver interpretaciones más malas. ¡No! ¡malísimas!
Mi loro tiene unos diálogos bastante más completos e interesantes.
Resumiendo: estamos ante un producto que es un insulto a la inteligencia de las personas, del que debería huir cuanto antes.