El mensaje acerca de que cada uno es dueño de su vida, que debe buscar permanentemente la felicidad sin importar el qué dirán, es lo que resalto. Carolina termina reconociendo que la terapia fue acertada ya que la hizo darse cuenta que estuvo toda la vida haciendo las cosas que su madre proyectaba en ella, dejando de lado su propia felicidad, tales como estudiar la carrera elegida por su progenitora, casarse con un hombre sin haber estado enamorada sólo porque socialmente era un "buen partido" y querer tener un hijo sin desearlo, pero para poder convertir a su madre en abuela. Aspectos que muchas personas enfrentan día a día y en cualquier momento de su vida, sin importar la edad (estos problemas no son sólo de adolescentes).
Sin embargo, la película rodea este mensaje con cosas muy incoherentes y aburridas (más teniendo en cuenta que al ser una comedia, debería robarnos risas y carcajadas), como el personaje de María y su guión tan pobre como estar diciendo "piña" reiteradas veces. Creo que está bien el personaje, sólo que le dieron mucho lugar y se repitió demasiado su "chiste". Luego de la segunda vez de haberlo visto, cansaba y aburría verla oler y pedir que la huelan.

Otras cosas incoherentes que pude notar: ¿encendedores a personas "locas"? ¿Permitir el acceso del marido de Carolina con su nueva amante para visitarla, sabiendo que ella se quiso suicidar por la ruptura de su relación? ¿Carolina gritando por varios segundos luego del suicidio de Silvia y no aparece nadie? En un manicomio no es tan fácil trasladarse de habitación en habitación y menos que no hayan guardias. Por último, para no explayarme más acerca de lo negativo de la película, Carolina estando borracha se cruza a muchas personas, incluso a profesionales del manicomio y ninguno se da cuenta de su estado de ebriedad. Raro, ¿no?.

Son detalles fácilmente de cambiar y que a un equipo que hace un film, no se les debería de escapar. Está bien que sea una comedia, pero se le puede dar un poco más de seriedad a estos aspectos.

Con poca descripción de los tripulantes, pero lo justo y necesario como para saber de ellos. Un psicólogo con ideas y tratamientos extraños, dos personas orgullosas que se pelean entre ellos y un capitán bastante pasivo.
Cuando comienzan los problemas en el viaje es donde se desvirtúa el film. Era necesario arriesgar la vida de la persona más importante (físico) como para enviarla a arreglar el escudo? no debería haber ido el mecánico? Uno de esos momentos donde el capitán no toma decisiones. Seguía siendo dentro de todo atrapante la cinta, probablemente de esas que no volverías a ver nuevamente, pero que no te ibas a arrepentir de haberle destinado casi dos horas de ocio. Sin embargo, todo cambió con el nuevo tripulante del Icarus: el capitán de la nave perdida, con su locura cuasi religiosa, donde es expuesto al 100% de la luz solar sin generarle daños y con ganas de derribar todo y a todos a su paso. Un cambio rotundo de los últimos 20 minutos del film que me provocaron decepción y que mis ojos se cerraran de aburrimiento. Algo a destacar: buena actuación de Murphy.