No se debe buscar mucho más en este tipo de películas, es para entretener y lo consigue con un reparto por encima de la media que aunque no hagan el papel de sus vidas se agradece ver.
Dejando a un lado las fantasmadas requeridas para una cinta como esta, es un punto a favor que no se detengan en ellas y dejen más tiempo a la acción que a ellas mismas.

Con las tremendas bazofias que tenemos que aguantar sobre este género es de agradecer algo que sobresalga de la media, que entretenga y divierta.
Con los actores que hay y las posibles tramas, por supuesto que se podría tener algo más profundo o bien atado, pero esto es lo que hay y encima es recomendable.

Mezclar a varios personajes que ni cuadran ni son creíbles y que además se comportan de una manera tan poco natural siguiendo un guión regado de ocurrencias atadas por los pelos, resulta descorazonador ya que esperas algo nuevo de la nacionalidad de esta cinta, algo fuera de la ruta comercial.
Pero este no es el caso, el caso es que no puedes sacar a modelos de calzoncillos o de pasta de dientes para hacer un trabajo profesional. Ni las supuestas tomas que hace el director intentando aplicar intensidad logran olvidar la sensación que nos han vendido una moto que no funciona ni cuesta abajo.

Interesante y de aspecto frágil y precario. Todo envuelto en un clima de no saber muy bien que creer aunque al final sea más costumbrista de lo que pretendía ser.
Necesaria de ver aunque no te dejará huella alguna.

Machete vuelve igual de inexpresivo, con la misma dosis de sangre y mala leche lista para entretener sin insultarnos. Absurda y sin sentido apta para cualquier momento del día
Tal vez no llegue a ser un hito de su genero sea cual sea, pero hoy en día es lo mejor que podrás encontrar si hablamos de divertimento gamberro, sin escrúpulos y viendo que lo importante es que los actores se lo pasen bien.
Incluso Charlie Sheen parece un actor de verdad.