Sensata, "in crescendo" la película va tomando un aire más serio y oscuro segun corren los minutos, muy conseguido gracias al ritmo que desprende. Cuando parece que todo está asentado en una corrupta ciudad norteamericana en la gran depresión, el poder oscila en la balanza, y la medida de influencias, relaciones e intereses es crucial para ver quien se hace con el mando del comedero de gallinas: Entre las cuales se encuentra el cobarde y patético alcalde, o el jefe de policía mascota, y con ellos toda la fuerza de seguridad y administración de la ciudad.

Recorrido a lo largo de unos 15 años de un boxeador prometedor. Desquiciado, paranoico, extremadamente machista, violento... la vida de un infeliz.
Y es que este ser vomita ira, golpea rabia, aporrea odio, sacude aversión, y todo ello dentro y fuera del ring. Su carácter dinámico y autoritario, le obliga a llevar una vida en soledad, porque quien está de su lado, pronto desearía no estar ahí. Un filme que ilustra perfectamente lo que es el machismo puro y duro, el explícito, el visible. Pero también nos muestra un ser indefenso, de autoestima bajo mínimos, miedos, y sobre todo, sobre todo, paranoico, consecuencia de todos sus problemas mentales (tanta ostia en la cabeza tiene que dar sus frutos). Y es que en definitiva lo que es La Motta, a fin de cuentas, un pelele del mediático mundo del boxeo, escupido de este cuando no se le puede exprimir más.

Una película dura, cruda, pelada como la cima de una montaña, que no se anda con rodeos, grandes diálogos (sirva de ejemplo el que mantiene Jake con Joey cuando el primero le increpa a su hermano y le acusa de haberse "entendido" con su mujer mientras aporrea una televisión), y unas escenas cargadas de visualidad, en los combates sobretodo. Me quedo con la cuerda y su goteo sangriento, poniendo fin a un ciclo.

Una buena película de boxeo, que saca lo mejorcito de Robert de Niro, Joe Pesci, y Cathy Moriarty, quien borda el papel de mujer maltratada y vejada.

Policías nacionales sudamericanos, un presidente de EEUU en una plaza de Salamanca dando un discurso, una trama terrorista inusitada y brillante, corrupción, un héroe anónimo, Noriega por ahí danzando (Había que colar un papel para un español en la trama y tenemos este personaje policía metido con calzador) banderitas de España en cantidades industriales de un material plástico muy raro, y todas iguales... y un largo etcétera hacen de este filme una película de ciencia ficción más bien. No va mas allá de servir de mero entretenimiento para una aburrida tarde, mantiene cierta tensión e interés en determinados momentos. Abusa del formato flasback (el de Forest Whintaker o el de Noriega no tienen ni pies ni cabeza, y no aportan casi nada), debido a ello se hace pesada e insustancial en ciertas partes.
Una enorme exageración de lo fácil que es practicar terrorismo en Europa, de la incompetencia de todo un cuerpo de seguridad (el español y el que traen los yanquis), y de...(ver spoiler)

Una película de acción del montón, con una trama un tanto surrealista y exagerada que ensalza esos valores yanquis que tanto nos sabemos de todas estas películas similares.
Un seis y va que chuta

Poco queda por añadir a la critica o comentarios acerca de esta película, así que me centrare en el contenido, y no el el continente. Del modo en que esta hecha, nada que no sepamos ya.

De todo ello, cuando la vemos, a poco sensible que seamos sentiremos claustrofobia, angustia, y falta de aire, la butaca del cine parece que se encoge mientras avanza la peli. Y si transmite es por algo, no tacharemos de chupacámaras al actor puesto que se lo tuvo que currar, pero quizá el hecho de verle todo el rato, también te oprime, esos sudores y sonidos que saca de sí mismo se pierden en las tablas del cajón (porque dentro de lo que cabe los captores fueron bastante generosos, si le llegan a meter en uno de los que usamos aquí, no coge el móvil ni por asomo)

¿Y como conseguimos estar entretenidos o ver cambios de ambientes a lo largo de mas o menos una hora y media si la historia se desarrolla en un cajón?, pues con mucha imaginación, y con muy buena ambientación de las luces que se va encontrando en su habitáculo, ambiente amarillo cálido, azul frío, verde tranquilo, rojo esperanzado y negro de oscuridad, silencio, desesperación y reflexión.

Por último no se si el hecho de hacer una película a lo yanki pero española permite ridiculizar de tal forma a tal país, y de dejar su moral y ética por los suelos. A mi me ha dado esta sensación, que no está mal después de todo, acabar con la moralina de siempre, del honor, patriotismo, calidad humana y toda esa serie de consignas que nos hemos tragado desde siempre.

Una buena idea muy bien exprimida, no es la película del año pero es necesario verla por el concepto que plantea.

Un poco de atmósfera lúgubre y asfixiante, una pizca de humedad, un puñadito de fresco humor, negro, como la pimienta, la mejor imaginería francesa, unos cuantos gramos de actores de rasgos peculiares y llamativos, un contexto indefinido, una tierra ilocalizable, un tiempo impreciso (añádase un pellizco de cada época al gusto) "et voila" remover y cocinar para obtener una curiosa película en clave de cuento fantasioso.

El filme se basa en los detalles para enclaustrar al anonadado espectador en ese mundillo que forma una extravagante comunidad que bien podría recordar la obra de Ibañez, "la rue 13 del percebe", un hambriento elenco de personajes coexistentes.
Y que decir de esos túneles subterráneos cargados de graciosas existencias.
Para lograr introducirte en su creativo mundo el director nos enseña innumerables planos detalle, de todo tipo de objetos destartalados, curiosos, andrajosos y entrañables.

En definitiva, una película curiosa, con mucho humor, para desternillarse, muy bien realizada.
No te dejará indiferente