Historia de suspense que trata de crear desde el primer momento una atmósfera de misterio e incógnitas constantes. Aunque algo lenta y desconcertante en algunos puntos de la trama, el espectáculo visual es grandioso. Se ameniza el desarrollo con una música muy bien escogida.

Logra encajar la mayoría de las (muchas) piezas que conforman el rompecabezas. Consta de un final a la altura de las expectativas creadas con sus directores.

Mezcla de forma efectiva humor negro y horror, aunque la buena presentación inicial se va diluyendo conforme avanza la cinta.

No termina de atar todos los cabos sueltos, y da la sensación de no haber explotado todos los recursos y puntos de interés que ofrecen los personajes. Se logra mantener la tensión de un buen thriller, con una notoria Anya Taylor-Joy.