Skyfall nos permite reencontrarnos con el mejor James Bond, visto desde nuestros días. Con el mejor (visto desde nuestros días) entiendo:

a) Un tío que se liga a las farolas y que nunca se despeina (la tradición).
b) Un tío que aún manteniendo lo primero, sabe adaptarse a los nuevos tiempos (lo que se exige).
c) Un tío que si es capaz de adaptarse, entonces es capaz de sudar, sangrar, sufrir y despeinarse (lo que se disfruta).

Si nos damos cuenta las tres opciones se contradicen entre sí, pero es que esas son precisamente las opiniones encontradas que algunos fans manifiestan desde la salida de Pierce Brosnan (el cual ya con Muere Otro Día se notaba que había tocado fondo) y la entrada de este inmejorable Daniel Craig.

Desde que este actor ha reinventado a Bond, el personaje es más icónico si cabe pues es capaz de no dejar de ser Bond, pero sí de mutar con éxito. Y que sus películas por ende sean más entretenidas pero más profundas, mejor hechas. Casino Royale es la mejor de todas las que se han hecho del agente y demostró lo que yo he puesto en las líneas anteriores. Quantum Of Solace es una correcta película de acción que sin embargo defrauda un pelín por no estar a la altura de la más grande de la saga. Algo que Skyfall encuentra el reparo perfecto. Probablemente no sea mejor que Casino Royale, y por tanto no sea la mejor de la saga, pero sí es la mejor que se ha hecho sobre el personaje desde esa entrega y desde luego las siguientes que se hagan no lo tienen muy fácil.

Skyfall posee una trama sencilla pero apasionante. No tiene demasiada acción, tampoco hacía tanta falta, pero sí tiene gancho, estilo, personajes y diálogos. Todo ello bajo la estupenda dirección de Sam Mendes el cual sabe dar vigor a los planos quietos e incomprendidamente criticados y pone toda la carne en el asador en las secuencias de acción sin necesidad de azotar la cámara como si de una de Bourne se tratase. De hecho, sólo por el prólogo, ya puede ser considerada como una de las entregas más espectaculares. No obstante, la película parece que va yendo para atrás en lo referente a la espectacularidad, como volviendo a los viejos tiempos en donde las explosiones exageradas no estaban y sólo estaban los disparos hechos con ingenio y puntería. Una demostración es la fantástica recta final (incomprendidamente criticada también) en plan western crepuscular en donde la película termina por alcanzar ese punto de enganche con la audiencia.

A todo esto se unen actuaciones maestras (Craig es el mejor Bond, Bardem hace el mejor villano de la saga en muchísimo tiempo), un ritmo que sin ser torrencial es potente y una banda sonora a cargo de Thomas Newman que se revela como un reemplazo ejemplar del ya clásico David Arnold.

Quiero reafirmar que pese a lo que he escrito en estas líneas, Skyfall no es la nueva Casino Royale (esa sí que era perfecta en todos los sentidos y tiene el plus de cumplir con más fidelidad al canon de Bond y tener una trama más compleja), pero sí que se queda cerca. Skyfall es uno de los mejores Bonds de la historia y abre un prometedor camino para el personaje y sus historias, contando aún con Craig en el papel protagonista y con Mendes en la dirección.