La séptima temporada de Ray Donovan terminó con demasiados cabos sueltos y la cancelación precipitada de la serie hacía necesario un final que los hilara. Quizás no es el que esperábamos, però es un final.

Por medio de los ya habituales flashbacks, nos terminan de explicar una historia que se repite una y otra vez en la serie y que no es hasta este final cuando por fin se cuenta de verdad.

Despedida, redención y resurrección.

Adiós Ray.

Si The wire sería el ejemplo de como explicar la cruda realidad sin dejar de entretener, esta miniserie arroja todavía más realidad dejando un poco aparte la diversión. Genialmente dirigida e igualmente interpretada tiene más de documental que de una serie de entretenimiento. Igual que de una droga se tratara va enganchando a medida que avanzan los capítulos sin saber cual será el destino de unos personajes basados en personas reales.

No pasará a la historia como una gran serie, però si como un perfecto retrato de una sociedad enganchada a la fatalidad. Muy recomendable para admiradores de The wire.

La clasificaría de película de serie B.. si estuviéramos en los 70, pero un film del 2005 debería dar mucho más de sí. Parece que el presupuesto se fue en montar decorados cutres y en efectos especiales aún más cutres y se olvidaron de buscar actores, ya no digo buenos actores, si no alguien capaz de soltar una frase algo creíble. La dirección tampoco ayudó y el argumento aún menos.

Todo el protagonismo se lo lleva Bruce Cambell, como debe ser, un actor alienígena frente a una banda de zombies.

Tres temporades, dos maldestres i un taller per riure's de tot i de tothom amb la ironia i carisme habitual del millor duet humorístic català. Els capítols son tant curts com els personatges i el ritme més ferm que els trastos que fabriquen. Són tant bons que no ens els mereixem. Llarga vida als bricoheroes!!

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Tres temporadas, dos torpes y un taller para reírse de todo y de todos con la ironía y carisma habitual del mejor dúo humorístico catalán. Los capítulos son tan cortos como los personajes y el ritmo más firme que los cachivaches que fabrican. Son tan buenos que no nos los merecemos. Larga vida a los bricoheroes!!

Serie de aventuras para toda la familia. Humor sencillo pero mordaz con una puesta en escena bastante digna. Pese a que el argumento es bastante infantil, la serie tiene buen ritmo. Recuerda un poco al Jim West de los 60 donde también se mezclaba un agente secreto con artilugios demasiado sofisticados para su época. Una serie que se deja ver aunque evidentemente ya parece de otra época.