Fincher es Dios. Su ultima película "Gone Girl", es una drama acerca de la comunicación de la pareja, vestido de thriller. Sus películas me dejan hipnotizado durante horas ("Seven", "Zodiac", "El curioso caso de Benjamin Button", "El club de la lucha") no sólo durante la proyección, sino tiempo después pensando en lo que me ha contado, en cómo me lo ha contado, en lo que subyace bajo la trama principal. "Gone Girl" es brutal, que capacidad de manejar el espacio y el tiempo, de manipular y enganchar. Amo a este tío. Mucho.

Un film correcto, bien interpretado y con una gran ambientación. Sin embargo es lioso, no se explica bien el almabicado argumento. Pero su mayor problema es que Brian de Palma no ha encontrado el tono adecuado para narrar esta historia tan tétrica. El film debería ser más oscuro y tenebroso. En definitiva que la cámara circense de Brian no casa con el contenido tenebroso de la novela de Ellroy. En fin, una pena.

Notable film que mezcla exitosamente el thriller y el terror. Con un ritmo pausado pero firme, buen desarrollo de sus personajes y un gusto por los pequeños e inquietantes detalles, Kurosawa consigue una cinta realmente efectiva. Lo mejor, sin duda, cómo va girando de una atmosfera de suspense hasta el misterio y el terror. Muy recomendable.

Mi pequeño homenaje al gran Philip Seymour Hoffman consistió en ir a ver la ultima película en la que es (y, desgraciadamente, será) protagonista, "A most wanted man", en pantalla grande y en v.o.

La película es una historia de espías dirigida por un holandés y eso se nota en su ritmo algo moroso. Aún así, la ambientación y las enormes interpretaciones (sobre todo Philip y también de Willem Dafoe) hacen el conjunto notable.

Como siempre, el gran Philip Seymour llena la pantalla (casi literalmente, esta mas gordo que nunca) creando otra de sus portentosas actuaciones.

Te echaré de menos, Philip, eras el mas grande de tu generación.

Crash intenta darse importancia hablando de un tema importante, como es el racismo, pero se queda en una capa superficial y falta de vida. Los personajes deambulan por la pantalla, siendo (supuestamente) el azar el que los junta y los separa pero en realidad todas las situaciones son manipuladas por el director y no contienen ni un apice de verdad. Paul Haggis intenta dar complejidad a sus caracteres, pero es incapaz de conseguirlo y recurre a situaciones facilonas para intentar llegar a la emoción. Sus histéricos personajes repiten una y otra vez la misma historia y esto llega a ser muy cargante. Una película frustrante.