Demasiado horror... creo que es mejor enterarse de las cosas, comprometerse, buscar causas... darse cuenta de la realidad... ser conscientes... pero meterle tanto miedo al cuerpo es demasiado. Yo pienso que el problema es que el director no ha dejado ni un milímetro de distancia entre la película y el espectador... y, que yo sepa, es el primer cometido de una película: ofrecer ciertas experiencias suficientemente impactantes con la protección que da esa distancia... pues eso, según mi parecer esa distancia yo aquí no la veo.

Por otra parte el tema creo que muy importante, porque estamos más involucrados en la tortura de lo que solemos creer... las personas "cosificamos" mucho más de lo queremos pensar, y "chivos expiatorios" hay por doquier, allí donde miremos siempre hay uno: en casa, en el trabajo, en el colegio, en las relaciones con los animales... siempre hay un ser vivo a nuestro alrededor que anda sufriendo absurdamente para el desquite y el disfrute de los demás... si no ocurren más barbaridades, es porque la gente suele ser muy obediente: tienen que darle permiso, y eso a veces no es tan fácil de conseguir, hay muchos más seres al estilo de los que rodean a Gertrude Baniszewski que seres como ella.... pues una cualidad que se da forzosamente en la gente que disfrutan destruyendo es la falta de personalidad, y claro para obedecer no hay problema, pero para hacer el mal por uno mismo y con la falta de personalidad que hemos indicado se debe dar unas circunstancias difíciles: desde el vacío tejer toda una estructura y mantenerla, algo bastante complicado.

Esta falta de personalidad es simple inmadurez, algo de lo que el mundo va sobrado, sobrado...

Yo más que nada quería puntualizar un hecho: los supermegapoderes del protagonista (capaz de correr delante de una pantera sin ser alcanzado) versus su mujercita atrapada en un (no demasiado hondo) hoyo, incapaz de salir de él, teniendo consigo incluso una cuerda... hasta su hijo, que no parece sobrepasar los cuatro años, parece más fuerte que ella, si no recuerdo mal en algún momento le da algún consejillo y todo. Eso sí, la mujer aguanta impertérrita, sin chillar como una histérica (que sería lo lógico) todo el chaparrón... nunca mejor dicho ;)