Si Ramón María del Valle-Inclán hubiera nacido en otra tierra...
Si lo hubiera hecho medio siglo más tarde...
Si en lugar de beber absenta, hubieran sido "Gin-tonics"...
Si en lugar de tertulias en lóbregas tabernas, hubiera alternado en discotecas y festivales de rock...
Si en lugar de sus famosos espejos cóncavos y convexos, su entretenimiento y fuente de inspiración hubieran sido los video-juegos...
Si en vez de escritor, hubiera sido guionista de cine...
Si hubiera renunciado (y creo que aquí radica el talón de Aquiles de esta película) al mensaje crítico de su obra...
Pero sobretodo, si, pese a todo esto, hubiera tenido el mismo genio y desarrollado el mismo ingenio, entonces, Don Ramón habría creado "Scott Pilgrim contra el mundo"...
Y creo que esto resume esta absurda (en el mejor sentido de la palabra) película, este frenesí de locura, que, si bien, como ya he dicho, carece de un mensaje que transmitir al espectador (a no ser aquel de que los ex-novi@s de tu pareja pueden ser muy, pero que muy peligrosos), si le sumerge en dos horas del más puro entretenimiento cinematográfico.
NOTABLE.