Afortunadamente el bondadoso asteroide colisionó con el planeta y no pasó de largo, ahorrándole así a Arlo, el dinosaurio patizambo, una sufrida travesía a través de una tierra poblada por episodios inconexos de "El Rey León", "Los Croods" o "Dinosaurio".
Sin pena pena ni gloria, la verdad. Una película de segunda que, al igual que le sucede al protagonista, vive a la sombra de sus hermanos mayores ("Inside Out", "Monster University"). Muy bonita visualmente pero con poco nuevo en sus adentros.
Al igual que una piedra envuelta en un precioso papel satinado, esta película tiene poco que ofrecer.

No me conformo, no me parece suficiente, no ha conseguido devolverme a la infancia (y de eso se trataba); esta "Cenicienta" podría haber sido mucho más que una transcripción literal de la versión previa. No hay nada nuevo, no hay matices, sorpresa o profundidad, los detalles son huecos y las novedades prescindibles y poco importantes. Y la verdad es que es una pena que no se aproveche al máximo al buen elenco, al vestuario, a la caracterización, a los escenarios, a los efectos especiales y a la historia que podría haber dado mucho más de sí. Y es por estos últimos detalles que el resultado es llamativo y entretenido. Tal vez sea que exijo demasiado y que hay cosas que no debo esperar de una película etiquetada como "para todos los públicos" y filmada por el gran ratón. Me falta acción, me falta esa maldad de la madrastra que si se deja entrever al final de la película pero que no se resuelve como debe, me falta algo más que ese amor a primera vista que sufren los protagonistas y también me falta coherencia, aunque la magia no la tenga.
A pesar de todo, "Cenicienta" sale airosa sobre los zapatos de cristal sobre los cuales, desafortunadamente, se tambalea todo el film.

Una historia que ya hemos visto en otras veinte películas, efectos especiales irrisorios y un Ben Barnes soso, muy muy soso. Nada novedoso, nada bueno o destacable. Nada. Ahorraos estos 102 minutos y haced hijos de verdad.

Lo intentan: saltan, mueven las alas e incluso zumban; desgraciadamente no vuelan y al final del film el sabor es amargo, para nada equiparable a la miel que vende. Decepcionante al equipararla con otras animaciones de "Dreamworks", que sin alas consiguen despegar. Echo de menos las cuidadas texturas del estudio, el trasfondo de sus escenas y la "coherencia" si es que este término es aplicable a una película dirigida mayoritariamente al público infantil.
Una película vendida para picar pero sin mucho aguijón.

Sr del Toro, no me ha hecho sentir nada. Dónde se ha dejado el thriller, el romance y el terror, ¿y la originalidad?. Sr Guillermo del Toro, ¿dónde ha estado mientras decía filmar esta película? Yo no le encuentro.
Permítanme pero, ¿qué cojones ha sido todo esto?
Guillermo del Toro ha alcanzado la cumbre de la mediocridad. ¡Enhorabuena!