¿Vieron el meme ese del dibujo de un caballo que parece tener el primer tercio pintado por un pintor profesional, el segundo por un amateur y el tercero por un nene de 2 años? Bueno, eso mismo en versión película es La funeraria.

La premisa es interesante, la casa, el maquillaje y la mitad de las acuaciones son excelentes; pero ahí se queda todo. A nivel argumental no tiene ni pies ni cabeza y nada de lo que uno pudiera esperar que pase va nunca a llegar a pasar. Da pena ver cómo se desaprovechó una oportunidad tan buena.

Se supone que es una precuela de Perdida. Comparada con ella, lo que pierde de singularidad nacional (aunque Perdida tampoco fuera un oasis de argentinidad) lo gana en plantear pistas que realmente le permitan al espectador resolver el caso. No es el mejor planteo de policial del mundo; pero por lo menos en ese sentido funciona. Otro factor que creo que ayuda a la hora de presentarle un desafío medianamente entretenido al espectador es que esta vez se muestra prácticamente todo desde la perspectiva de Pipa y vamos averiguando las cosas con ella en vez de tener salpicados otros relatos de otras líneas temporales desde la pespectiva de vaya uno a saber quién.

Si en Perdida teníamos al elenco menos pensable para esos roles (salvo Rafael Spregelburd) pero a pesar de todas sus limitaciones, conseguían interpretar a sus personajes pasablemente bien; acá tenemos a un elenco que a primera vista parece mucho más afín a los roles que interpretan pero que está totalmente desaprovechado. Y para contribuir con la inverosimilitud de las actuaciones, los diálogos parecen estar escritos en un falso español latino.

The four faced liar es una comedia romántica lésbica y, como tal, visita millones de lugares comunes para el género. Si bien no busca romper esquemas, la verdad es que la mayoría de los lugares comunes que visita no son tan clichés como podría parecer a simple vista; sino que tienen una sutil vuelta de tuerca.

Las actuaciones son todas perfectamente verosímiles; los personajes puede que no tengan una profundidad hipercompleja, pero tampoco son unidimensionales. Todos están perfectamente integrados a la trama (a pesar de que el proyecto existió anteriormente como una obra de teatro para 4 personajes y se añadió al personaje de Chloe para la película). A diferencia de otras películas románticas, aquellos personajes que no integran la pareja protagónica también tienen un arco dramático.

A mi juicio, ni las actuaciones ni el guión ni la dirección tienen nada que reprocharles.

Como otro usuario dijo, es una historia cotidiana. Pero para ser una historia cotidiana, está impecablemente contada.

Es una película hecha con mucho amor, con mucha dedicación y con mucho detalle; y eso se hace notar. El tratamiento del sonido es magistral y la fotografía no se queda atrás.

Es un thriller, sí, pero no es el típico thriller psicolóico asfixiante. Es una suerte de "thriller liviano". La protagonista no está descendiendo a las profundidades de la locura encerrada en un espacio sofocante, sino que se enfrenta a un problema muy concreto que amenaza con hacerla perder su trabajo y trata de resolverlo hasta el final. Por momentos se dan situaciones muy extrañas, a veces hasta delirantes, que pueden generar un efecto cómico y descomprimir la tensión del espectador. Al mismo tiempo, aborda los mundos que aborda (el canto, el mundo del doblaje, etc) de manera muy fiel a la realidad.

Erica Rivas interpreta un papel más medido que de costumbre, pero funcional a la película; y el resto del elenco acompaña muy bien.