Ví esta película recomendada por muchísima gente, y sobretodo en un momento bastante interesante, recíen llegado de unas vacaciones de Berlín, en las que me había acomodado en un cómodo Holiday Inn en la zona este de la ciudad.
Ver como vivían los habitantes de esta ciudad hace escasamente 25 años me dejo descolocado, un Berlin de la RDA gris, anodino y cruel, un Berlin que se parecia bastante al de la Alemania Nazi, y donde la Stasi controlaba cada paso de sus "camaradas", para que no cometiesen el terrible error de intentar traspasar la frontera y caer en las garras del enemigo occidental.
En esta atmósfera de escuchas, espionaje, y bloques de apartamentos grises trascurre la vida de los otros, un film tenso, duro y emocionante, donde podemos apreciar como nuestra vida puede ser controlada totalmente sin que seamos coscientes de ellos (algo que hoy en día iría más encaminado a la sociedad de la información que todo lo sabe), donde el agente que escucha sufre una especie de síndrome de Estocolmo que lo lleva a tratar de defender a su "presa", y que destila en algunos momentos crueldad y en otros la más absoulta complicidad y compasión.
Una película imprescindible para conocer algo más de esos turbios años en que Berlin y Alemania estuvierón separadas por las creencías vanas de dos superpotencias, y de como sus habitantes trataban tan sólo de vivir por encima de los ideales que impedían una vida cotidiana normal. Muy recomendable.