A menos que hayas pasado por una situación parecida a la narrada, es imposible empatizar. Y no creo que el objetivo del cine sea ese mismo, pero está claro que es lo que pretende esta cinta. La vi por sus buenas críticas y por la estética (Cate aparece espectacular y la fotografía es muy muy cuidada) y aunque no empezó mal...me parece tremendamente vacía.

Típica película comercial que se sirve de silencios incómodos para intentar representar sentimientos complejos que no saben plasmar.

A pesar de que veo química entre las protagonistas, no veo pasión, no veo drama, no veo deseo y ni siquiera veo sufrimiento. Eso sí, confusión veo mucha. El argumento no tiene nada de ritmo, es una especie de biografía de Tamara de Lempicka venida a menos.
Poco más puedo decir...sentimentalismo barato del que vende, del que no hace daño y no te marca, algo blanco para ver después de cenar y que se olvida al día siguiente, del que entiendo perfectamente que se hagan buenas críticas porque les interesa incluir ciertas temáticas en sus listas de éxitos de taquilla que les haga sentirse más abiertos, inclusivos y profundos.

Mi película favorita desde que era pequeña. Suplía mi vena voyeur, mi vena enamorada del suspense de Hitchcock y mi fascinación por ambos actores.

Comprendo que sean sumamente aburridas muchas escenas para toda la gente que no disfruta de estar mirando por la ventana cual vieja del visillo...pero cada vida privada es sumamente fascinante y a veces supera a la ficción, y sólo entendemos la emoción de ver por un agujerito las historias de otros semejantes los que podríamos pasar horas maravillándonos con lo variada que es la vida aunque se nos tache de perturbados.

Hitchcock enseña en esta película las rarezas que cada uno hace cuando piensa que no lo están mirando de una forma elegantísima (de haber sido hecha en este siglo aparecerían fetiches sexuales y sangre en abundancia) y como cualquier persona tiene su mundo interior, más o menos pequeño así como sus ventanas.

Antes de verla ya hay algunas señas que te indican con lo que te vas a encontrar. Y tampoco es que es que esté tan mal, es que nadie pretendía que fuese mejor de lo que es.

Típica españolada con toques muy originales, eso no se lo podemos negar, aunque puede ser por lo surrealista que era el género español en esa época. Parece que al director le apetecía reírse con cosas desagradables y puso una detrás de otra.
No hay realmente mucho más que decir, que mi nota no os sirva para no verla, no os va a dejar muy mal cuerpo y os entretendrá todo el rato, aburrida no es.

Desde luego que no soy objetiva en esta reseña, es difícil serlo con las cintas de nuestra infancia.
De pequeña veía Poirot en vez de Pocoyó, así que ya estaba cociendo en mi interior el factor asesinato y misterio.

Probablemente imposible de ver si no eres su público objetivo, y la verdad que me ofende un poco serlo, es la única serie empezada en este siglo que me ha gustado. Para un público en su mayoría femenino, bastante superficial que se emocione fácilmente con el misterio o básicamente con cualquier cosa.

La verdad que tiene todas las cosas que me disgustan y de las que me quejo en otras series y películas:
- Personajes a manos del fanservice: no lo soporto y aquí me encanta.
- Típicos argumentos que cambian de golpe porque son guiones escritos sobre la marcha: no lo soporto y aquí me encanta.
- Una falta absoluta de reflexión humana o profundidad: no lo soporto y aquí me encanta.

Fijaos en que la he puesto a caldo y aún así digo que me encanta. Esto se llama placer culpable.

Mi padre me la recomendó (a él no le gustaba) y no pudo haber acertado más. No me gustan las series, pero quizás es por estar acostumbrada a los forzados guiones y muertes continuas de las actuales. En cambio esta me encanta, es una bocanada de aire fresco y un humor bastante "viejuno" que sólo encaja ya con un determinado perfil.

Hay temporadas en las que se lucen, y demuestran un nulo sentido del ridículo, lo cual está muy bien. Comprendo lo histriónica que le parece Ally a todo el mundo, y que el favorito sea John Cage, pero como soy igual que ella, disfruto cada minuto.
No sé, que están loquísimos todos y tú no tienes que hacer nada, sólo dejarte llevar por una avalancha de gente hiperactiva, y disfrutar. Si eres muy sensible con los chistes verdes, machistas y racistas, mejor no la veas, pese a que en la época era rompedora y hasta respetuosa, no está hecha para Twitter.