La tristeza de Magnolia te cala en los huesos desde el primer minuto hasta el último. Probablente cada espectador diría que el tema principal es uno diferente, y probablemente todos acierten.

El inexorable paso del tiempo, la impotencia que se siente ante la imposibilidad de evitar errores pasados, la conciencia, la capacidad de perdonar, el dejar atrás el pesimismo vital que la vida a veces se empeña en instalar en el corazón de algunos...

Solamente una sonrisa de esperanza nos enseña a creer en que las cosas pueden cambiar, esa sonrisa se hace esperar, pero al final... al final llega.

Sin duda "el expreso de medianoche" es una de las películas que mas me impactó cuando la ví. Parker logra hacerte cómplice del protagonista y consigue repetidas veces que sientas su rabia, su impotencia, su desolación.

Tiene escenas de una tensión pocas veces rodada, como el ataque de locura del protagonista en los lavabos, el discurso en el juicio, la palpitante huida...

Con un final imprevisible dadas las circunstancias que llegan a rodear al protagonista, se pone colofón a una película irrepetible.

Es toda una declaración de debilidad del ser humano, que se ve alejado de sus ínfulas de superioridad intelectual al quedar en evidencia su dependencia de uno de sus sentidos naturales más primarios, la vista.

Una vez al descubierto su talón de aquiles, el hombre sigue empeñado en hacer valer su estupidez y su falta de humanidad, entonces sale a flote el incombustible egoismo, la suciedad de espíritu y las innumerables pruebas de un alma miserable.

Pero no todo es esa luz cegadora, siempre queda sitio para el bien, la amistad y la supervivencia entendida desde la honradez y la capacidad de superación. La eterna lucha entre el bien y el mal se hace más visible si cabe en los peores momentos.

En definitiva, una película rara, de atmósfera onírica, interesante reflejo de una historia grande, aunque no está a la altura de la novela.

Efectivamente, si lo que buscaba el director es poner al espectador de mala leche, lo ha logrado... esta es una muestra de las películas que no me gusta volver a ver porque acabo totalmente cabreado tanto por el morro que le echa Keaton al asunto como por lo pardillo que es el pobre Matthew Modine... de collejas te daba yo pa´que espabiles!

Una película sin excesivas pretensiones que se deja ver. Esperaba más de Scott Hicks, quizás por que siempre permancerá en mi memoria por su fantástica "Shine".

En definitiva, una película entretenida.