Empieza la película y un cura (franquista) con sotana, hostia a un chaval sin venir a cuento.
El padre franquista (Jorge Sanz) tiene una mala leche que tira de espaldas, sin venir a cuento.
Van por la carretera, se aleja el plano, y en la ladera aparece, en grandes letras, FRANCO, FRANCO, FRANCO, sin venir a cuento.
Llegan (supongo que los sesudos llaman al viaje algo así como "viaje inciático) y aparecen unos andaluces paletos y un catalán muy listo y comprensivo, aunque algo desencantado del duro momento que se vive y blablablá.
Los jóvenes hablan de sus cosas normalmente, y de pronto, ella, más resabiada, le baja la bragueta al chaval y le hace una paja, sin venir a cuento.

Señores... este año hace ya 40 (¡¡CUARENTA!!) años que murió Franco, y todavía los auto-creídos culturetas intelectuales siguen dolidos y dale que te pego y duro que es tarde..... 40 años...... Cansinos!!
¿Por qué?... ¿Hasta cuando?...

Esta bazofia fue la gran ganadora de los Goya. Apaga y vámonos
Cada vez me produce más urticaria cuando veo juntos los vocablos "cine" y "español".
(Le doy un 2 por Javier Cámara)

Horripilante película que te va desmoralizando a medida que la vas visionando.
Con dos actores de la talla de Dafoe y Walken, resulta incomprensible el bodrio estratosférico que han perpetrado.
Basura infecta.

Hacía mucho tiempo que no veía una película tan mala.
El argumento tenía su interés, pero éste se desvanece cuando no llevamos ni media hora de proyección.
La dirección de actores, mediocre.
La música, espeluznante.
Noriega, ¿qué decir de él?. Siempre las mismas caras, las mismas expresiones... ¿quién le ha dicho a este hombre que es actor? Igual lo podía hacer Milikito / Emilio Aragón.
En fin, un horror de película, que desvirtúa la merecida fama del cine francés, aunque esta sea una co-producción hispano-suiza-francesa.

Magnífica película dirigida y protagonizada por uno de los más singulares actores de la actualidad, que borda aquí el papel de deficiente mental, aportándole una serie de matices que acaba por deslumbrar al espectador.

En principio puede incluso costar trabajo reconocerlo físicamente, en su perfecta interiorización del protagonista, y tras unos primeros minutos de cierta inquietud, pues en principio, su aspecto no es muy tranquilizador, sólo cabe relajarse en la butaca y prepararse para disfrutar de un recital de Billy Bob.

Los principios de Karl, el protagonista, son irreprochables en lo que respecta a la bondad o la maldad de la gente, pese a que, evidentemente, no sean "políticamente correctos", pero... (sigue spoiler)

La peli en sí puede resultar algo farragosa si uno no se concentra a tope. La he visto en la tele y supongo que en el cine uno se meterá más a fondo en el asunto y llegará a ser absorbido por el torbellino de cosas que allí está pasando.
Ahora bien, hay una cosa que por sí sola merece el notable alto: la presencia del milenario juego oriental del GO y las conversaciones que se traen los dos matemáticos en torno a dicho juego.
Los que conocen el GO ya saben de que hablo. Y los que no, os animo a interesaros y sumergiros en este alucinante juego. Busquen en internet, se alegrarán de entrar en el mundo del GO.