Una película de simulada profundidad, falsa y hueca como una cáscara vacía, en resumen, una estafa. Durante tres horas uno está esperando a que la película arranque, a que se produzca ese chispazo que detone algo, ALGO, una lección, una emoción, una vivencia significativa, pero, como he leído por aquí, todo se queda en la más profunda e intrascendente NADA. Así que te sientes estafado, porque esta película, pese a sus 12 años de rodaje, ni aporta nada ni consigue emocionarte ni es depositaria de ningún mensaje.
Pese a ello, arrasará en los Oscars, claro. Sólo hace falta presentar algo absurdo disfrazado pomposamente de artificio para dejar a críticos sin criterio con la boca abierta.
No os dejéis engañar, es lo mismo que hacen los estafadores.

Seré muy breve. Esta película es maniquea, machista, petulante, predecible, tan artificiosa como vacua, estúpidamente pedagógica ("hola, soy un hombre y sé tanto de las mujeres que os voy a contar lo locas que están y lo manipuladoras que son") y juega la carta fácil de la sordidez como recurso: el director (o quien sea el responsable de semejante mamarrachada) se cree que con un par de escenas más o menos desasosegantes (y que en cualquier caso te ves venir desde el minuto 1) me va a impresionar porque nunca he visto nada igual... Pues no, no me impresiona y no le doy ningún valor a esta tomadura de pelo compuesta sólo para epatar a una audiencia pobre e ignorante.

Yo me imaginaba que "Birdman" podía ser una buena película, dadas las críticas que viene recibiendo en todos los medios, pero sin duda no estaba preparado para semejante experiencia cinematográfica... Es cierto que el tema del que trata (actor venido a menos y desesperado porque ya no es nadie después de saborear las más altas mieles de la fama) lo hemos visto mil veces y se ha reproducido otras tantas en películas, series y libros, sí, es cierto, pero lo original y lo verdaderamente curioso de esta película es que, además de estar narrada desde un punto de vista coral (todos los personajes complementan la visión del mundo del espectáculo con sus propias experiencias), se muestra toda ella rodada en un impresionante plano secuencia de principio a fin que nos agarra, nos atrapa y nos imposibilita salir de ese edificio claustrofóbico, de ese teatro de Broadway donde sucede todo entre camerinos, escenarios, escaleras y bambalinas y todo lo que ocurre es brillante, divertido, terrible, surrealista, fascinante y envolvente.
Un drama sobresaliente, excelentes diálogos y sobre todo con unos actores prodigiosos, sobre todo Michael Keaton y Emma Stone en estado de gracia.

Creo que ésta es la primera película protagonizada por niños en la que los niños no caen mal hasta el punto de estar deseando que se los carguen... Actúan y reaccionan como niños de su edad, mezclando comedia y drama e intentando racionalizar lo inquietante que ven pero sin fingir ser adultos, lo cual es muy de agradecer.
Aparte de esto (que ya es mucho), es una película muy entretenida y disfrutable. Dura lo justo, el director no se saca de la manga un final excesivamente sorprendente ni inverosímil (como nos tenía acostumbrados en anteriores trabajos) y no hace de las escenas anteriores un metraje aburrido. En fin, sin meterse en berenjenales innecesarios ofrece sin más pretensiones un producto bastante digno, con toques de comedia y mucha tensión.

Que nadie venga con que no hay responsabilidad en la ficción, porque no es cierto. Somos las películas que hemos visto, las canciones que hemos escuchado y los libros que hemos leído, y el cine y todas las demás representaciones culturales forman conciencias. Porque el problema es que tanto la imagen que se da del hombre en ésta y la mayoría de las películas (descerebrados que sólo quieren follar y hacen lo que sea por conseguirlo) como la representación en clave cómica de una violación, en un país donde se comete una cada 7 horas, contribuyen a crear un imaginario en el que se perpetúa la cultura de la violación y se minimiza, se ningunea o se resta credibilidad e importancia a la violencia que sufrimos las mujeres. Eso es lo que hace "Ligones". Y no, no es humor ni se pueden tomar a la ligera supuestas gracietas que fomentan que este bucle no cese nunca.

Ni se puede justificar la violación ni se puede presentar como si fuera un chiste, algo divertido que se te ocurre hacer con tus amigos y que no tiene consecuencias. Si a nadie se le ocurriría hacer una comedia en la que se le da una paliza a un negro, ¿por qué sí sobre una violación?