Lo cierto es que al principio no me llamaba la serie precisamente por ser otra enésima versión de Sakura cazadora de cartas. Así que lo que hice fue leer la sinopsis y pensar: "Venga, esto es interesante".

La historia trata sobre un grupo de chicas que conocen a una chica mágica. Ésta les explica que una criatura puede concederles un deseo a cambio de que se conviertan en chicas mágicas. Pero entre esas chicas mágicas hay una que quiere impedir que una se convierta.

Cuando ves los dos primeros capítulos, pensarás un "Ñeh". Pero es a partir del episodio 3 (sin duda, el capítulo más comentado de entre los que terminábamos de ver la serie) donde Madoka Magica demuestra poseer algo único que lo diferencia de otras series como la mencionada Sakura. Lo cierto es que para comprobarlo tendrás que verla. Si tuviera que describirlo, sería una mezcla encantadora de Sakura con el estilo de Elfen Lied (no os preocupéis, no son spoilers) y la locura y frenesí de la película Requiem por un sueño.

Desde el capítulo 3, a cada capítulo que pasa se vuelve más oscura, los personajes parece que intercambian sus roles como protagonistas o secundarios. Al igual que en la película de Aronofsky, los personajes se autodestruyen psicológicamente (ahora, que diga cómo lo hacen sí es un Spoiler) mientras alcanzan lo que desean. Es como descender por las escaleras del infierno, sensación que se ha alcanzado con pocos animes como la mencionada Elfen Lied.

Lo cierto es que toso espectador de Madoka Magica se siente mal tras ver la serie. Completamente mal, la verdad. Yo pensaba que iba a ser empalagoso, pero no. ¡Joder, es que me recuerda a Requiem por un Sueño y todo! Sólo le falta la banda sonora. Sinceramente, lo más seguro de que entiendas mis palabras es ver la serie. Deja un mal cuerpo increíble.