Vi Spotlight motivado por tres grandes cosas: el elenco, el premio Óscar a mejor película y el trailer. La verdad es que a pesar de ser un buen filme no sorprende en lo absoluto. No existe un rol actoral que destaque ni nada en el argumento que gatille una sensación distinta. Me parece un premio excesivo el galardón de Mejor Película. Insisto, no es un mal candidato, pero no sé si un ganador con creces.

No es una mala película, pero tampoco buena.
Las interpretaciones son correctas pero sin destacar. Bridges como Bridges. Pine, lo mismo. El ritmo a veces se hace insostenible, agotador. La mejor parte -como corresponde- viene a aparecer en el clímax, pero la construcción de la historia sólo hace que exclamemos "ah!" u "oh!", sin sollozos, sin empatía.
Cero posibilidad de Oscar. Inflada por el género que viene a representar.

Kung Fu Panda me había gustado por algo en específico; la capacidad de reunir a la familia. Le gustaba a los niños y a los adultos. A los primeros por las idioteces de Po y a nosotros por las secuencias de acción, peleas y el guión.

Esta tercera entrega pierde a público adulto. Sacrifica todo en pos de un humor básico para niños que, claro, cumple, pero se queda sólo en eso. Tanto que llega a parecerse a la pésima Minions.

Decepción absoluta. Esperaba mucho más de este panda con complejo de Bruce Lee.