Increíble la fotografía, la luz de los cuadros de Vermeer plasmada a la perfección en cada fotograma, en los ropajes, los muebles, los rostros y hasta los suelos.
Si bien la sensualidad de los dos protagonistas podría haber quedado reflejada en mayor medida, no defrauda en absoluto la química existente entre ambos, la sutileza del erotismo que emanan el uno hacia el otro, la impotencia de vivir una pasión ante las presiones de la familia y de una sociedad clasista y dividida por las diferencias entre católicos y protestantes.
Quizá falten un par de puntos para que esta película, basada en una obra sencilla, alcance la perfección.

Si construir un guion y unos diálogos ingeniosos que destaquen en el poblado mundo de las series americanas tipo sitcom ya es un logro, vincular con inteligencia la temática científica & TICs con el universo de los superhéroes - con un trasfondo dramático como el acoso escolar y la discriminación por ser "diferente" - ya es una genialidad. Otro punto es el contraste entre personajes dotados de particular inteligencia y lenguaje (o lenguajes) propio pero no de popularidad con otros opuestos (los "non-nerds") como Penny o Stuart, rodeados de fantásticos secundarios y cameos de lujo.
Las comparaciones pueden ser odiosas, pero para una superfan de estos "nerds", no hay otra - ni siquiera la mítica "Friends" - que llegue a su altura.

Cuando una película no necesita de los recursos evidentes y típicos para provocar lo que de verdad se propone, es que hay inteligencia y buen hacer detrás, en este caso de la mano del guionista, que a la vez dirige y por si fuera poco interpreta al personaje clave de la historia: Joel Edgerton.

No encontrarás violencia explícita, escenas escabrosas ni apenas una gota de sangre ... pero gradualmente la evolución de la historia te hace sentir más y más inquietud, curiosidad y hasta incomodidad. Hasta el último minuto, garantizado.

Y perfectamente creíble dado lo cabizbaja y absorta que, en pequeñas pantallas llenas de información y oportunidades de comunicación nos refugiamos en las modernas sociedades de hoy día.

Aparte de eso, mención especial a la fotografía, la estética, los escenarios, la banda sonora y los flashbacks mudos que, de por sí dicen mucho.

Genial las interpretaciones de una Scarlett invisible, de Rooney ex-enigmática y de un Joaquim hermoso, cuyo único defectillo es ese mostacho hipster que tapa parte de una sonrisa que en casi ningún otro film luce abiertamente.

Recomiendo especial atención al inicio de la película: su fotografía, el contenido de las palabras en la voz de Patxi Freytez expresando el dolor del amor contenido, el colorido de sus imágenes, el sentimiento reflejado en cada fotograma..
En algunos tramos la película parece decaer, quizá llevada por tanto sentimentalismo, en conjunto merece la pena y, dentro del amplio abanico de películas de corte romántico, me parece de las más originales.