Antes de las redes sociales, en donde todos son rebeldes de manera protocolar, existió cierta chispa en los programas de radio pirata, que significaban mucho más que lo que significa un podcast. Las jóvenes generaciones no van a entenderlo. "Suban el volumen" se centra en una historia local, pequeña, de pueblo, pero captura muy bien cierto espíritu de época, cuando la incorrección política, dicho sea de paso, era una expresión de libertad y eso estaba bien y los jóvenes no querían ser policías, como ahora, que a todo el mundo le encanta la censura. Bellas épocas y bella película. En lo personal, siempre sentí que el prota es un tonto por haberse enamorado de la compañera de curso en lugar de enamorarse de la profesora, que además es obvio que le tiraba los galgos, pero gustos son gustos. Para mí, la profesora (Ellen Greene) era muchísimo más cautivante en todo sentido, pero bueno, qué se le va a hacer, la juventud. Vean esta película y pasen la antorcha.

La combinación es rara, una mezcla de película de vampiros, gángsters, humor negro y erotismo, se entiende que mucha gente quede en ascuas. Pero no deja de ser una película de John Landis, lo que equivale a cinefilia. Desde los obvios homenajes insertos en la misma película, hasta el particular estilo del director, donde se mezcla a partes iguales esa pátina inocente, casi naif, con el humor más negro y retorcido. Sólo a John Landis le puede salir bien una combinación de elementos que difícilmente encajan. Es probable que dure tal vez un poco demasiado, quizás le sobran unos veinte minutos. También es cierto que los primeros minutos son geniales y va perdiendo encanto. Es una película algo desbalanceada. Igual, es una película infravalorada, que merece mejores críticas y un revisionado en clave cinéfila, porque es una gran película, a pesar de todo. Se mira con una sonrisa y es capaz de arrancar alguna que otra carcajada. Entre las parodias vampíricas, destacable.

No puedo creer la cantidad de criticastros cortos de miras que se detienen en detalles técnicos y menosprecian el concepto y la idea detrás de la película, vamos, que se adelantó a Blade Runner, a Total Recall, a The Terminator, incluso a The Truman Show, espabilen un poco, tiene unos efectos especiales muy truchos, malas actuaciones (excepto por Yul Bryner, claro), el director es un novato que apenas sabe mover la cámara y todos los defectos que quieras, igual, sigue siendo una película visionaria, se adelantó a todo, es una joya de la ciencia ficción, una película totalmente adelantada a su tiempo que no envejece, sigue siendo conceptualmente desafiante y terrible y, más allá del componente fantástico, sigue hablando del ser humano y de sus neurosis acechantes, no envejece.

Un compendio, un destilado, de todo lo mejor del cine de acción de Hollywood. Si se quiere saber cuáles son las posibilidades del género, "Die Hard" es la respuesta, una película tan buena, tan buena, que da pena que se termine, a pesar de lo larga que es. Ninguna secuela ni película clon le pisa los talones, la magia es múltiple y elusiva, probablemente, la clave haya que buscarla en la espectacular actuación de Bruce Willis, pero no se termina ahí, el argumento es extraordinario, el sentido del humor, la música, la fotografía, los personajes secundarios, todo se combina de una manera única, realmente genial. Además, algunos momentos de sutil humor que merecen quedar en la memoria, como la increíble línea:

No fucking shit, lady! Do I sound like I'm ordering a pizza?!

En fin, ya se habló, se escribió y se comentó hasta el hartazgo. Es una película-patrimonio de la humanidad, del cine de Hollywood.
Inoxidable.

La primera impresión es muy fuerte. La amas o la odias. Si te gusta, siempre te encantará. Si no, puedes aprender a apreciarla, pero nunca formará parte de tu alma.
Es lo que le dice Lewis a Vivian y aplica a la película, perfectamente.
Para mí, una joya absoluta de la cinefilia y de la educación sentimental de cualquier ser humano que se precie.
Me acuerdo que, cuando yo era chico, mi mamá solía hablarle a los personajes de las telenovelas de la tarde y yo me burlaba de ella por tomarse tan a pecho lo que sucedía en la pantalla.
Ahora soy yo el que, cada tanto, le hablo a los personajes de las películas. Por lo menos, de las que más me llegan, como ésta. No puedo evitar hablarle a Julia Roberts, no puedo evitar decirle lo linda que es, la sonrisa hermosa que tiene. Y aconsejar mejor a Lewis, estoy del lado del manager del hotel, que es el personaje que mejor entiende y lee la situación, quien no confunde el valor con el precio.
Algunos críticos de miras cortas sostienen que todo lo que sucede en la película es inverosímil, me pregunto ¿cuándo el cine no lo es? A menos que se la pasen viendo documentales, no entiendo esa objeción.
Por supuesto que es inverosímil e irreal, como una fábula, como un cuento de hadas.
Precisamente ahí radica su fuerza.
Una película para atesorar. Inmensa.