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Críticas 19
Críticas ordenadas por utilidad
Críticas ordenadas por utilidad
9
8 de marzo de 2008
21 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hablar de "Alemania: año cero" es hacerlo de una de las obras más representativas del neorrealismo y de la gran joya del cine europeo de posguerra. El director de "Roma: ciudad abierta" o "Stromboli" muestra la cara más egoísta, oscura y paupérrima de una ciudad en ruinas, una capital de un país que no existe como tal. Y lo hace desde el punto de vista de un niño, un auténtico luchador que con 12 años mantiene a duras penas a su familia. El trato con los ocupantes aliados, el mercado negro y el racionamiento decoran el fondo de esta emotiva película.

Se dejan ver en la estética de los protagonistas resquicios del expresionismo alemán, pero con aportes modernos y apostando más por planos generales, para mostrar siempre la destrucción del paisaje. Las secuencias del niño paseando entre las ruinas de Berín (que no son un decorado) están ya en la historia del cine y son un símbolo de la inmediata posguerra europea.
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spoiler:
Sin duda alguna, el momento que más me impactó fue el suicidio del chico. Es una forma brutal de terminar la película, que deja un poso desgarrador, dramático, duro... al principio atendía a la película como si fuese un retrato costumbrista, pero la muerte del padre y, después, la del hijo, alejan por completo cualquier mirada frívola o trivial. Es sin duda una obra maestra.
5 de diciembre de 2011
17 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Creo que todos los fans de películas de catástrofes tenemos una deuda eterna con la productora The Asylum y el canal SyFy. Solo ellos han sido capaces de hacer en los últimos años media docena de títulos increíbles, todos ellos conteniendo la palabra Mega. Megapelículas, eso es lo que son todas ellas. Megamalas, también. Pero como ocurre en este apasionante subgénero, ser muy mala es precisamente el sello de calidad que necesitamos para disfrutar de ella.

En este caso, ni siquiera la presencia de la malograda Brittany Murphy logra rescatar algo de esta producción. Los personajes son posiblemente los más planos y carentes de emociones que haya visto en películas de este tipo. Las historias personales, que casi siempre suelen ser un filón para rellenar metraje, aquí se muestran de la forma más anodina y aséptica, como si hubieran tenido que ponerlas a regañadientes; una cuota obligatoria para pasar el filtro de película de catástrofes. El marido y la hija de la sismóloga (Brittany Murphy, el papel menos creíble de todos... aunque ninguno es creíble) hacen exasperantes los pocos minutos que aparecen en pantalla.

El colega "Dinamita", que traba una intensa amistad con la sismóloga en apenas un minuto, es el verdadero artífice de la victoria final. El gran cerebro detrás de la operación militar de emergencia. El visionario salvador de nuestro planeta. Como es aficionado a hacer explotar cosas, es el encargado de crear un nuevo Gran Cañón mediante explosiones para detener el avance del megaterremoto. Perdón, megafalla. No estoy tan puesto en términos técnicos como los especialistas de la película. Aunque el verdadero alma de la salvación humana no es otra cosa que un arma de destrucción masiva del ejército de Estados Unidos que provoca terremotos desde un satélite. Sí, lo habéis leído bien. La última esperanza de la civilización es un desorbitado gasto en defensa. Un arma sobrenatural que en vez de destruir países enemigos, consiga detener una reacción sísmica en cadena que amenaza con partir el mundo. Bueno, el mundo según indica el resumen de la película, Estados Unidos en la práctica. ¿Es que acaso hay más mundo? Por cierto, no hay que perder un solo detalle de los efectos especiales.

Lo cierto es que quizá no merezca la atención ni siquiera de los fans más acérrimos del género. Aunque es muy recomendable verla en compañía de otros amantes del cine malo y comentar cada uno de los detalles que van dejando en el espectador una mezcla de asombro, fascinación e indignación. ¿Para cuándo una edición en DVD de todas estas películas con comentarios en directo, no del director o el resto del equipo, sino de fans? Sería mucho más divertido.
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No sabría ni qué escenas destacar. Los efectos especiales supongo que están hechos con cualquier programa semiprofesional de los muchos que se pueden conseguir hoy en día. Las escenas de acción son cualquier cosa menos espectaculares.

- El helicóptero (Parte 1). Esa escena requiere un tratado de física relativista para entenderla. Mientras se aproximan a una ciudad en pleno terremoto y los edificios van explotando (¡explotando!) uno tras otro en perfecto orden, el helicóptero sufre tremendas sacudidas y a punto están de perder el control del aparato. Es por todos sabido que un terremoto mueve también el aire. Increíble. Por cierto, una de las casas que explota es la del colega "Dinamita". Su reacción es uno de los momentos más cómicos de la película.

- La "persecución" del terremoto al camión a lo largo del tramo de carretera más largo de Estados Unidos. Otra cosa no, pero los terremotos respetan las vías de comunicación y se desplazan de manera ordenada por carreteras, autopistas y vías de tren. Por si hiciera falta algo más, un gaseoducto discurre paralelo a la carretera. Éste va explotando de poco en poco a la misma velocidad que el camión.

- La carrera en todoterreno a través de un campo interminable lleno de dinamita. Las supuestas explosiones que tienen que formar un nuevo Gran Cañón apenas levantan un poco de polvo cuando se producen. Aunque consiguen detener el mayor terremoto que se haya visto jamás. ¿Por qué no bombardearon Haití, Chile o Japón para detener sus terremotos?
11 de mayo de 2008
18 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
El subgénero de submarinos (todo muy ''sub'') resurgió de forma notable con este film para luego estrellarse en la fallida The widow maker con Harrison Ford, pero eso es otra historia. U-571 es una buena muestra de cómo mantener el ritmo y la tensión y cómo organizar un buen montaje. Si bien la historia es algo traicionera, ya que la captura de la máquina de cifrado nazi "Enigma" fue realizada por comandos británicos y no por marinos estadounidenses, resulta muy eficaz.

La primera escena en la que aparecen todos los miembros del submarino alemán y su reaparición después en un principio hacen pensar que la trama se desarrollará desde ambos puntos de vista, aspiración que luego se ve truncada. Podría haber enriquecido mucho más la película, pero aún así queda todo perfectamente encuadrado. Por primera vez, los oficiales no son semi-dioses sino seres humanos con dudas, resquemores, indecisiones... no hay una verdadera profundización en los personajes; todo ello queda supeditado a la acción y el combate naval, el auténtico protagonista del film. No obstante, nada de ello se echa de menos, ya que la película te introduce de lleno en la vida de la marina de guerra y la personalidad de cada uno (aunque se intuya) se diluye.

Sorprende ver a Bon Jovi actuando, aunque gracias a los dioses su papel es mínimo y queda como mera anécdota sin afectar al resto de personajes. Harvey Keitel, como siempre, se comporta como un auténtico "lobo" cinematográfico, y sorprende la correcta actuación de Matthew McConaughey. En definitiva, un film bélico muy digno y que no defraudará a los amantes del género.
1 de abril de 2012
14 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
El título de la crítica es una frase literal sacada de la película, en una de las últimas escenas, dicha por el protagonista ante una situación concreta (ver los spoilers), quizá como un resumen perfecto de todas las impresiones y sensaciones que se van acumulando mientras la ves. No me gusta ser demasiado severo con estas producciones televisivas (y mucho menos cuando el equipo de SyFy está detrás -los dioses les sean propicios-), porque a fin de cuentas no están hechas para arrebatar los corazones de espectadores sensibles o las mentes de cinéfilos con gafas de más de 2 cm de espesor. Son lo que son, y hay que saber disfrutar de ellas sabiendo lo que son... aunque siempre con moderación, claro.

El protagonista es un héroe. Americano, por supuesto. Además, tiene la doble cualidad de ser heroico y hierático, algo por lo demás bastante habitual en el cine de acción, pero en este caso llevado a la máxima expresión. He visto a Steven Seagal hacer papeles con más matices que nuestro protagonista, una suerte de contratista/operario ex militar y ex piloto de helicópteros. ¿Cómo? ¿que si será determinante y crucial su antiguo conocimiento de pilotar helicópteros en algún momento de la trama? Pues claro que sí. Al menos en este caso ha recibido un entrenamiento y una formación para ello, lejos del héroe medio que aprende las más sofisticadas técnicas de lo que sea a pocos minutos de la catástrofe de turno.

Se enfrenta a una situación extraordinaria que pone en riesgo la Civilización humana, y a la vez ha de superar problemas familiares y sentimentales (un accidente laboral, un padre algo trastornado, una hermana rebelde, un antiguo amor...) Muchos tópicos en poco tiempo, la verdad. Pero aún con todo, están llevados de una forma menos simple o efectista que en películas similares, aunque pueden llegar a desesperar igual, que para algo esto es serie Z con sello de autenticidad. Es de agradecer que la dirección y la fotografía no se unieran a la mayoría de producciones para televisión cuyo propósito parece que sea hacerte el visionado incómodo.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
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Resulta que los temblores de tierra y liberaciones de bolsas de gas son producidos por un monstruo milenario de proporciones apocalípticas que vive bajo una montaña en el noroeste americano. Y resulta que una investigación secreta lo sabía, o lo intuía, o algo así. La cuestión es que tenían preparada una maleta misteriosa para resolver el asunto por si iba a mayores. El primer equipo muere por los terremotos y el gas y nuestro héroe consigue encontrar la maleta cuando el horrible y gigantesco bicho ha emergido a través de la cima.

Cuando se dispone a abrirla para ver qué misterios insondables hay dentro y qué tecnología avanzada y futurista habían puesto en sus manos, resulta que es un lanzamisilies compacto, tamaño familiar. Es ahí cuando dice "esto tiene que ser una broma". Y vaya si lo es. Apunta, dispara, el monstruo se traga el misil y explota. Final.
6 de octubre de 2007
18 de 23 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sencilla, emotiva y sobrecogedora. Tal vez resulte ésta la manera más impactante de relatar la vida bajo una dictadura, desde la inocente mirada de un niño que no es consciente de la situación y que no comprende por qué su familia debe actuar de según qué forma en determinado momento. A ratos roza el realismo mágico; la fotografía y la desapercibida banda sonora acompañan en todo momento a los entrañables momentos cotidianos, cargados de fuerza y complejidad. El cine argentino está acostumbrado a regalarnos joyas preciosas como ésta, pero sin duda esta cinta supera a muchas.
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