Excelente documental sobre la guerrilla anti-franquista que actuaba desde los montes y que era apoyada por los campesinos hasta la muerte.

Un homenaje a los olvidados conscientemente por un régimen temeroso de la revolución. Hasta la muerte de Francisco Franco, la historia la escribieron los vencedores, en este documental la escriben los vencidos. Vencidos que por otro lado fueron los valientes defensores de los ideales de una parte importante de la nación.

Corcuera tiene la suerte de contar con los protagonistas de la historia, con esto consigue mostrar los sentimientos y las heridas de estos valientes.

"Rising" es una palabra inglesa que no tiene una traducción muy concreta ni exacta en castellano. Aunque en una de sus acepciones solemos adoptar otro termino italiano que viene como anillo al dedo a esta película, "crescendo". Bien pues esta es la clave de la película, que va en "crescendo", cada una de las tres historias es mejor que la anterior.

Los escenarios naturales de los que nos habla Tyrone Power, dan un toque de majestuosidad a la obra, sobre todo en la ultima historia, que los utiliza como si de un decorado de teatro se tratase. Por señalar otro detalle, para los que le gusten las buenas comedias, es digna de admiración la segunda historia en su totalidad.

Lo que en principio se presenta como caos, egoismo, descontento general y desconsideración hacia los demás, se acaba transformando en un mundo utópico al que todos llegaron con el fin irse y que luego nadie quiere que termine, sea o no cierto. Hay de todo, historias que surgen, que resurgen y que se acaban, pero nada surge, ni resurge, ni se acaba realmente, o sí. Son dudas que te deja la película, que en lugar de dejar un mal sabor de boca te dejan un regustillo, que te hace recordarla más aún y saborearla de nuevo, porque aunque parezca un tópico si hay algo que los cubanos y las cubanas tienen de sobra es sabor. Tanto que con un autobús viejo, un pequeño edificio medio en ruinas y algunos detalles más como unas hierbas y una latita de pintura son capaces de hacer esta delicia de película.

Nunca imaginé que de un drama como el ocurrido durante la Segunda Guerra Mundial se pudiese hacer una comedia de este calibre, llena de ingenio, y con ese toque de tristeza siempre presente por lo duro de la época y del hecho de que estés obligado a abandonar tu casa.

Recuerda por su intención a la coetánea película, pero ya todo un clásico, de Benigni, "La Vida es Bella". Un título éste que le habría venido también como anillo al dedo a "El Tren de la Vida". Y es un hecho que las situaciones más difíciles de la vida se pueden afrontar con la mejor de las sonrisas, sobre todo si se aliñan con un toque de esta entrañable locura y el maravilloso ingenio de unos valientes que no tienen nada que perder.

Un guión sin desperdicio con personajes para todos los gustos.

Parece mentira como con tan escasos medios se puede rodar una historia tan tierna, que acerca tanto la cultura del África subsahariana original, el de las aldeas. Una ventana a África desde los ojos de un niño sin abusos a la hora de afectar a la sensibilidad del espectador con imagenes de pobreza y hambre, mostrando una historia cotidiana, que no deja de ser enternecedora.