La mejor forma de pasar un buen rato y acabar con una sonrisa. A pesar de ello, es una historia dura, durísima, pero tratada con tal maestría, que se hace entrañable y nos hace cantar a la vida.

Las actuaciones no tienen desperdicio. el protagonista, la "gi....", la defensora acérrima y su compañero de lucha... bordan sus papeles. Los planos son correctos, no nos martirizan con encuadres extraños, ni nos impiden mirar a quien está hablando...

Sinceramente, de lo mejor que he visto.

... nos sumergen en una película divertida, crítica y reveladora; donde las actuaciones se conierten en magistrales recordándonos grandes momentos del cine. Kline y Weaver, cuentan en su haber, con grandes películas inolvidables, que tocan todos los palos de la baraja: Gorilas en la niebla, Alien... French Kiss, La casa de mi vida... por citar un par de ellas.

Es imposible encontrar algo mejor en lo que emplear un rato de nuestro tiempo; sentir como se trivializa la vida, y podernos morir tranquilamente de risa.

"para recuperar la autoestima de los sin techo". SE ocupan de proporcionarles los medios para poder recuperar una forma de vida digna: ¿les facilitan el acceso a una vivienda digna, la posibilidad de estudiar, formarse o acceder a un trabajo? porque sin todo esto, da la sensación de que cojea la intención.

La película es interesante; porque nos muestra una situación no tan extraña, a la que, como sociedad, debemos intentar poner remedio; facilitando los medios para recuperar esa dignidad vital, que debe poder tener toda persona, para acceder al libre desarrollo de su personalidad.

Cada vez me gusta mas Nighy, tiene un registro muy amplio de papeles. Es uno de esos actores del "método inglés", que tan valorados fueron en algún momento de la historia del séptimo arte. El resto del elenco juegan bien sus bazas, teniendo en cuenta el protagonismo de Ward, que también realiza una buena interpretación. Destacar, el papel secudario de la hermana "san sulpicio"; que aporta esa nota de humor y fe absoluta, que anima, alienta y nunca parece desfallecer.

También es interesante la historia, que nos presenta una variedad de relaciones personales, y cómo se pueden arreglar los malentendidos, cuando en vez de culpar y levantar barreras; estás dispuesto a escuchar y hablar con sinceridad, eliminando esas barreras y escudos.

¡Guau! cuatro oscars... y yo no he podido pasar de los 5 o 10 primeros minutos. Puedo decir que los efectos especiales cumplen su función, que el uso del blanco y negro aporta dramatismo y ayuda a crear ese ambiente de horror y miseria.

También puedo apreciar, que han usado una representación famosa, que recogía la disección de un cadaver mostrando el antebrazo abierto. Y lo más importante, que hiere mi sensibilidad, insulta mi inteligencia, degrada a la profesión médica, ya bastante perjudicada por ella misma; y pone en duda el código deontológico que debe imperar en cualquier profesión. Más, en una de la que depende la vida de otras personas, que deben ser tratadas con todo el respeto y la consideración que se merecen. Como seres vivos, que tienen derecho absoluto a decidir sobre sí mismos, incluso en contra de la opinión médica.

Es denigrante ver el personaje de Dafoe, convertido en una bestia, en realidad un monstruo sin escrúpulos ni conciencia; y lo mismo pasa por el de Stone, que nos degrada hasta un punto inimaginable, simplemente por permitir algo así. Pero que se puede esperar, cuando la psiquiatría decidió que el remedio para la histeria femenina era el uso de consoladores; o que un niño de 14 años puede operarse y mutilar su cuerpo porque tiene un trauma de identidad, que es posible solucionar averiguando qué lo ha provocado.

No he podido más que sentir lástima, viendo que ha ganado cuatro oscars, y que un número muy importante de la población mundial la ha visto y hablado de ella.

¿Nos queda algo de conciencia, algo de humanidad? empiezo a ponerlo en duda. Porque ni siquiera como aviso de algo que puede pasar, merece la pena recrear tamaña monstruosidad. Y lo peor, es que esos personajes existen en la vida real, gracias a las lobotomías, y otras cirugías que existen hoy en día; y por la necesidad de demostrar que podemos mantener la vida a toda costa, incluso a riesgo de consecuencias como las que se presentan en este film. En vez de permitir que la muerte cumpla su función, por otro lado compasiva, porque evita que existan este tipo de monstruos, que sólo los humanos somos capaces de crear.

Para finalizar, no puedo sino expresar mi desagrado por la referencia a la historia de "La Bella y la Bestia"; que en el fondo, es una alegoría maravillosa, que habla de la bondad del ser humano, del poder que existe en nosotros, de ofrecernos con honestidad, sin egoismo, la posibilidad de alcanzar lo mejor que somos. Incluso aunque Bestia y Bella, no acabasen juntos, que es lo más hermoso de esa historia, la bondad de permitir, que nos eleva hasta el verdadero cielo prometido.

Empieza llena de insinuaciones, pequeños gestos e intenciones. Todas ellas acompañadas de un ritmo lento, que invita a parar, a ralentizar la mente y entrar en tiempos pasados. Además, nos sorprende con planos acertados, coherentes y fáciles de seguir, que conducen bien la historia que nos están contando. A lo que hay que añadir una buena fotografía, que llega a cautivar y llamar la atención.

Las interpretaciones son acordes con el ritmo de la historia, que nos va arrastrando hasta el final, mientras nos va dando la clave de ese lentitud plana, que parece una metáfora de la propia historia.

Hay dos gazapos muy evidentes, el primero es de índole técnica; el segundo, es inadecuado para una Irlanda católica, en la época y lugar en el que se desarrolla. Disfrutad que no son difíciles de encontrar.