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Críticas ordenadas por utilidad
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7,8
18.692
8
3 de agosto de 2009
3 de agosto de 2009
6 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque todos deberíamos saber ya que un gran presupuesto puede condicionar el producto, pero ni mucho menos es imprescindible para hacer buen cine.
Poco puedo añadir a las críticas ya vertidas. Esta película, descubierta de manera fortuita en una emisión televisiva de madrugada, representa para mi un claro ejemplo de película sólida pese a los medios limitados: buen guión, buena narración y personajes creíbles en un drama duro y por momentos realmente incómodo de presenciar.
En el polo negativo, la austeridad en los medios y la adscripción al movimiento Dogma 95 provoca en la película efectos negativos, como el continuo movimiento de cámara, que como espectador no puedo calificar más que de innecesario y molesto. Personalmente, sigo sin entender qué aporta exactamente a una película lo de tener que rodar permanentemente cámara en mano sin uso de apoyo. La impresión de estar presenciando un video casero de alguien hasta arriba de cafeína no hace sino ensuciar la narración y abstraer continuamente al espectador de la historia que presencia.
Poco puedo añadir a las críticas ya vertidas. Esta película, descubierta de manera fortuita en una emisión televisiva de madrugada, representa para mi un claro ejemplo de película sólida pese a los medios limitados: buen guión, buena narración y personajes creíbles en un drama duro y por momentos realmente incómodo de presenciar.
En el polo negativo, la austeridad en los medios y la adscripción al movimiento Dogma 95 provoca en la película efectos negativos, como el continuo movimiento de cámara, que como espectador no puedo calificar más que de innecesario y molesto. Personalmente, sigo sin entender qué aporta exactamente a una película lo de tener que rodar permanentemente cámara en mano sin uso de apoyo. La impresión de estar presenciando un video casero de alguien hasta arriba de cafeína no hace sino ensuciar la narración y abstraer continuamente al espectador de la historia que presencia.

5,1
41
4
7 de febrero de 2013
7 de febrero de 2013
5 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Mi crítica original no era validada al tratarse de una descripción de una sola palabra: "caótica", así que me extenderé un poco más: guión caótico, dirección caótica, realización caótica. Todo con presupuesto serie z y actores que, como diría aquel médico de Caro diario, "me juego un testículo; los dos no, pero uno sí", a que son en su mayoría actores no profesionales.
Y conste que ninguno de los argumentos anteriores es malo por sí mismo, seguro que a todos se nos ocurre fácilmente por lo menos un ejemplo de grandes películas en cada categoría, pero es que en este caso concreto no parece funcionar bien, básicamente por que es una comedia que apenas resulta graciosa. Me da la sensación de que tiene buenas ideas cristalizadas en situaciones que no pasan de simpáticas (siendo benevolente con la descripción). Tampoco le ayuda demasiado el estilo de narración, intertítulos constantes, planos entrecortados y caóticos entremezclados con diálogos y situaciones alargadas y forzadas, buscando cierta absurdez en el humor que personalmente sólo me resulta cargante.
Vete a saber, puede que pertenezca a cierta corriente fílmica que no soy capaz de apreciar, o que haya que estar en -ejem- cierto estado mental para encontrar la gracia, pero, aún sin ser terrible, la encuentro bastante prescindible.
Y conste que ninguno de los argumentos anteriores es malo por sí mismo, seguro que a todos se nos ocurre fácilmente por lo menos un ejemplo de grandes películas en cada categoría, pero es que en este caso concreto no parece funcionar bien, básicamente por que es una comedia que apenas resulta graciosa. Me da la sensación de que tiene buenas ideas cristalizadas en situaciones que no pasan de simpáticas (siendo benevolente con la descripción). Tampoco le ayuda demasiado el estilo de narración, intertítulos constantes, planos entrecortados y caóticos entremezclados con diálogos y situaciones alargadas y forzadas, buscando cierta absurdez en el humor que personalmente sólo me resulta cargante.
Vete a saber, puede que pertenezca a cierta corriente fílmica que no soy capaz de apreciar, o que haya que estar en -ejem- cierto estado mental para encontrar la gracia, pero, aún sin ser terrible, la encuentro bastante prescindible.
13 de agosto de 2009
13 de agosto de 2009
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Porque visto el resto de la filmografía del director esperaba mucho más, y ésta es sin duda la que menos me ha gustado, incluso por debajo de las flojas Alien 3 y La habitación del pánico. Me explico. Si bien es innegable la magnífica fotografía, efectos digitales y el trabajo impecable de dirección, todo está puesto al servicio de una película demasiado simple (en el sentido de simplona, no de sencillez).
Es un precioso cuento de casi tres horas. Aparte de la premisa que se nos presenta (las inusuales circunstancias del protagonista) el film deriva en una sucesión de situaciones e historias que no son sino los lugares comunes del cine lacrimógeno-romántico de gran factura, donde a cada situación presentada, ya sabes automáticamente la conclusión. Y en definitiva se nos concluye la vida como algo hermosísimo y lleno de esperanza, donde todo acontecimiento dramático no tiene por último sentido sino engrandecernos moral y personalmente, dándonos una importante lección vital. Pues bueno. Pues vale.
Por otra parte, magnífica elección de actores e interpretaciones, aunque desconcierta por momentos la cara de trascendencia new age que luce Brad Pitt durante parte de la película (para entendernos algo así como Keanu Reeves en “Pequeño Buda”).
En definitiva, la película está diseñada para arrasar en los Óscar, muy bonita, pero francamente mediocre, se salva por la factura y contados detalles originales que la hacen digna de ver. Sales de la proyección con la sensación de haber presenciado un anuncio de perfume de tres horas. Esperaba más, y mejor.
Es un precioso cuento de casi tres horas. Aparte de la premisa que se nos presenta (las inusuales circunstancias del protagonista) el film deriva en una sucesión de situaciones e historias que no son sino los lugares comunes del cine lacrimógeno-romántico de gran factura, donde a cada situación presentada, ya sabes automáticamente la conclusión. Y en definitiva se nos concluye la vida como algo hermosísimo y lleno de esperanza, donde todo acontecimiento dramático no tiene por último sentido sino engrandecernos moral y personalmente, dándonos una importante lección vital. Pues bueno. Pues vale.
Por otra parte, magnífica elección de actores e interpretaciones, aunque desconcierta por momentos la cara de trascendencia new age que luce Brad Pitt durante parte de la película (para entendernos algo así como Keanu Reeves en “Pequeño Buda”).
En definitiva, la película está diseñada para arrasar en los Óscar, muy bonita, pero francamente mediocre, se salva por la factura y contados detalles originales que la hacen digna de ver. Sales de la proyección con la sensación de haber presenciado un anuncio de perfume de tres horas. Esperaba más, y mejor.
6
3 de agosto de 2009
3 de agosto de 2009
7 de 12 usuarios han encontrado esta crítica útil
Brian Yuzna nos ofrece una película de serie B sin pretensiones, una hora y media para sentarnos y poner el cerebro en "off" mientras disfrutamos de los tópicos de este género: casquería de plástico a la vieja escuela, humor negro (no podía faltar con este director) alguna teta que otra suelta (pocas para este género), todo aderezado con unos efectos digitales que no pasan de correctos.
El problema reside precisamente ahí, en los tópicos, ya que cualquier persona acostumbrada al terror ochentero se encontrará con situaciones y personajes mil veces vistos, y tampoco hace ningún favor a la película el doblaje, francamente ridículo en muchos momentos. Personalmente echo en falta más humor negro, porque estas películas de terror quedan un poco ridículas cuando se toman demasiado en serio a sí mismas (sobre todo si los actores no se lucen demasiado, como es el caso...)
Para terminar quiero expresar mi sorpresa por la pésima nota y las críticas. Cualquier persona que simplemente le haya echado un vistazo a la carátula, o leído la sinopsis, debería saber a lo que se enfrenta. No es un sesudo drama existencial sueco. Es serie B. ¿Simple? Sin lugar a duda. ¿Entretenida? Por supuesto.
El problema reside precisamente ahí, en los tópicos, ya que cualquier persona acostumbrada al terror ochentero se encontrará con situaciones y personajes mil veces vistos, y tampoco hace ningún favor a la película el doblaje, francamente ridículo en muchos momentos. Personalmente echo en falta más humor negro, porque estas películas de terror quedan un poco ridículas cuando se toman demasiado en serio a sí mismas (sobre todo si los actores no se lucen demasiado, como es el caso...)
Para terminar quiero expresar mi sorpresa por la pésima nota y las críticas. Cualquier persona que simplemente le haya echado un vistazo a la carátula, o leído la sinopsis, debería saber a lo que se enfrenta. No es un sesudo drama existencial sueco. Es serie B. ¿Simple? Sin lugar a duda. ¿Entretenida? Por supuesto.

5,6
2.346
8
20 de enero de 2016
20 de enero de 2016
4 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
Haciendo uso de un estilo que nace con El nuevo mundo y su colaboración con el director de fotografía Emmanuel Lubezki -hecho muy significativo-, que depurará y alcanzará solidez con El árbol de la vida, Terrence Malick presenta su nueva película con una depuración estilística que opta directamente por despojarse de la narrativa cinematográfica al uso, para centrarse en la trama como representación de una serie de arquetipos en interacción, a través de su característico montaje de planos y travellings de paisajes y personajes constantemente subrayados con voces en off. Si a un servidor le llegó a resultar algo cargante la utilización de ese estilo en su anterior obra, To the wonder, en ésta parece al menos haber sintonizado a la perfección contenido y continente.
Iniciando la película con una fábula como premisa de la búsqueda vital de un protagonista que no sabe exactamente lo que busca en la vida, la historia es una deambulación constante de personajes donde se confunden los paisajes exteriores e interiores. Se nos presenta a un peregrino, una especie de extranjero de sí mismo encarnado en un adinerado miembro de Hollywood que de fiesta en fiesta, de amante en amante, intenta buscar maestros vitales que le guíen hacia... hacia esa Perla que el protagonista de la fábula necesita.
Porque no nos engañemos, la película encierra un profundo sentir religioso, o trascendental, o como se quiera clasificar. Lo que por una parte es una virtud para los que conecten con ella, probablemente desquiciará a los que no sintonicen con esa Búsqueda de tintes místicos del protagonista o las elecciones estilísticas del autor tejano. Recurriendo a la simbología de ciertas cartas de tarot, que dan nombre a diferentes secciones del film y representan a diferentes amantes con las que el protagonista se va encontrando, se nos presenta un mosaico de ópticas para interpretar la vida, de las que el protagonista es una especie de habitante silente que las atraviesa y es atravesado por ellas, pero siempre manteniendo esa búsqueda personal, y a la vez lidiando con su origen, una familia problemática de la que sólo se nos muestran retazos.
Y en eso consiste precisamente la película, en retazos de vida que podemos interpretar como queramos, donde el director no le da más importancia a una conversación que a la contemplación de un paisaje, o diferentes vivencias, o escenas en la memoria de una persona. Un director enamorado hasta las trancas de la belleza multiforme de la vida y la naturaleza donde todo es tratado como piezas selectas de un mismo puzzle con el que hacernos una componenda para significar cosas, la vida como algo que se eleva sobre la concatenación de sus ingredientes.
Es una obra condenada a provocar grandes adhesiones y rechazos, esto último sobre todo en nuestros malos tiempos para la lírica, y por aquellos que vean en las religiones y la mística algo que pueda ser superado, en vez de un método más, entre otros, de comprensión del mundo.
En diálogo con el resto de la filmografía del autor nos encontramos con algo quizás reiterativo, pero no deja duda de que cada vez se refina más, y hace mejor lo que le gusta hacer.
Iniciando la película con una fábula como premisa de la búsqueda vital de un protagonista que no sabe exactamente lo que busca en la vida, la historia es una deambulación constante de personajes donde se confunden los paisajes exteriores e interiores. Se nos presenta a un peregrino, una especie de extranjero de sí mismo encarnado en un adinerado miembro de Hollywood que de fiesta en fiesta, de amante en amante, intenta buscar maestros vitales que le guíen hacia... hacia esa Perla que el protagonista de la fábula necesita.
Porque no nos engañemos, la película encierra un profundo sentir religioso, o trascendental, o como se quiera clasificar. Lo que por una parte es una virtud para los que conecten con ella, probablemente desquiciará a los que no sintonicen con esa Búsqueda de tintes místicos del protagonista o las elecciones estilísticas del autor tejano. Recurriendo a la simbología de ciertas cartas de tarot, que dan nombre a diferentes secciones del film y representan a diferentes amantes con las que el protagonista se va encontrando, se nos presenta un mosaico de ópticas para interpretar la vida, de las que el protagonista es una especie de habitante silente que las atraviesa y es atravesado por ellas, pero siempre manteniendo esa búsqueda personal, y a la vez lidiando con su origen, una familia problemática de la que sólo se nos muestran retazos.
Y en eso consiste precisamente la película, en retazos de vida que podemos interpretar como queramos, donde el director no le da más importancia a una conversación que a la contemplación de un paisaje, o diferentes vivencias, o escenas en la memoria de una persona. Un director enamorado hasta las trancas de la belleza multiforme de la vida y la naturaleza donde todo es tratado como piezas selectas de un mismo puzzle con el que hacernos una componenda para significar cosas, la vida como algo que se eleva sobre la concatenación de sus ingredientes.
Es una obra condenada a provocar grandes adhesiones y rechazos, esto último sobre todo en nuestros malos tiempos para la lírica, y por aquellos que vean en las religiones y la mística algo que pueda ser superado, en vez de un método más, entre otros, de comprensión del mundo.
En diálogo con el resto de la filmografía del autor nos encontramos con algo quizás reiterativo, pero no deja duda de que cada vez se refina más, y hace mejor lo que le gusta hacer.
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