Skyfall está al mismo nivel que el debut arrollador de Daniel Craig. Y aunque no lo supera en general, sí que consigue ser tan relevante e imprescindible como aquella. Estamos ante otra gran película, algo a lo que no estamos acostumbrados en la saga Bond. El guión vuelve a desafiar acertadamente al entretenimiento imprimiendo más realismo, drama y significado. Las interpretaciones y los personajes brillan tanto como la práctica acción y el libreto se aprovecha de los giros que mete al esquema clásico de la serie. Habiendo visto la fraudulenta Spectre sé de buena tinta que tardaremos en volver a ver una película tan buena como esta.

Una gran película en todos los aspectos. Todo es superior en ella: los efectos visuales, la escenografía, la acción, el guión, la propia historia, hasta las interpretaciones cuidadas. Es tan buena, que no parece una Bond típica. Martin Campbell redobla sus apuestas después de la habilidosa Goldeneye y construye de nuevo otro Bond reiniciado y renacido en todo su esplendor dispuesto a comerse el mundo en los tiempos problemáticos que corren. Daniel Craig es el mejor Bond de todos los tiempos y aquí encara su mejor interpretación como el mítico agente. Eva Green por momentos lo eclipsa, haciendo que sea la primera chica Bond que consigue esa hazaña. Nada sobra, todo cuenta y siempre sorprende. Imprescindible.