Muchas veces uno empieza a ver una serie por el renombre. Otras porque le atrae. Otras simplemente por complacer a la pareja que le gusta 50 Sombras de Grey.

Por suerte a veces nos llevamos sorpresas como esta serie.
Al principio era reacio, me esperaba más una telenovela en la que esperar a que el protagonista se líe con la protagonista pero nada más alejado de la realidad.

En Masters of Sex se nos presenta cómo era en aquel entonces el tema del sexo. Un tema tabú en todos los ámbitos. Hablar de sexo era algo extraño, en ocasiones vergonzoso. Desde el principio, su tono pausado, los ideales de la época chocan con la libertad de hoy día. ¿Un consolador? ¿Qué es eso? !Uy quita, que osado!
Mientras hoy día es algo más que conocido y aceptado, en aquella época era algo impensable. El sexo era cosa de hombres y las relaciones aburridas. Pero dejo ya el tema que me lío y destripo la trama, paso a los actores.

Se puede decir que la elección ha sido muy acertada. El doctor Masters (protagonista indiscutible) es una persona orgullosa, peca de un narcisismo enaltecido. Se cree con el poder de Dios. Trata a sus trabajadores de forma déspota hasta que aparece Virginia (la protagonista femenina). Ella tiene justo lo que al doctor Masters le falta: relacionarse con el mundo. No sabe cómo transmitir ni expresar las ideas. Virginia hace de enlace entre la sociedad y Masters. La relación evoluciona a través de toda la primera temporada llegando a un desenlace quizás esperado.
En medio de todo, un estudio sobre el sexo que tendrá su tira y afloja entre los participantes, con unos secundarios a la altura (mención especial para el rector de la Universidad y para Libby, la mujer de Masters). No llegarás a aburrirte en esta serie, donde todo está meticulosamente pensado, bien hilada y narrada, y que siempre te deja con ganas de más.

Hace tiempo que sigo la serie, pero no tiene lo que ha de tener, como por ejemplo Breaking Bad o Dexter.

Es interesante ver como Patrick soluciona los casos, la forma de actuar, de quedarse con los demás, manejándolos psicológicamente, pero... como todo en esta vida, rizar el rizo aburre.

Si la serie hubiese tenido 3 temporadas hubiese sido épica, pero... estirar demasiado la historia de Jhon El Rojo, se hace demasiado pesada y cansina. Ver una temporada completa, para darse cuenta que sólo aparece nuestro querido Jhon en un par de capítulos, puede ya no ser aburrido, sino frustrante. A veces como se dan cuenta de que "el colega" no aparece, nos meten menciones suyas con calzador. Y siempre siempre ocurre lo mismo, no voy a desvelar nada, pero... ya podéis imaginaros "quien gana el pulso".

Ahora mismo veo la serie por inercia, esperando encontrar algún capítulo de interés, pero con desdén, después de ver Dexter y Breaking Bad, acabas dándote cuenta de lo que es una serie sobresaliente y lo que es una serie del montón que podría haber sido épica.

A mi modo de ver una película bastante buena y notable, un drama sobre una enfermedad que se lleva en el múndo a millones de personas cada año.

Todos los actores de la película interpretan de manera soberbia sus papeles, pero mención especial para Kate, poco a poco nos narra su vida, desde principio a fin, recuerdos bonitos, familia unida hasta que Anne decide no seguir con el procedimiento de donación de órganos hacia su hermana Kate.
Desde entonces su madre inicia todo un proceso para obligar a que se lleve a cabo dicha donación.
Cameron Diaz se puede tachar de "sargento" en una película en la que hay muchos más valores aparte de la vida o la muerte, como por ejemplo la unión familiar y el amor entre hermanas.

Cuando salen los créditos finales, sólo se puede sacar una conclusión: La vida es lo más importante de todo, y las personas debemos de disfrutarla al 100%, sólo se vive una vez y hay que vivir el día a día.

Le iba a dar un 8, por eso de que le di un 9 a Samurai de ojos azules, pero he cambiado de idea y de nota.
No es por otra cosa que la serie me ha encantado. No esperaba mucho de ella, quizá una copia de Pokemon o de Digimon, pero aquí hay algo más.

Empezando por el arte. A mucha gente parece no gustarle la forma en la que está dibujado, plasmado en la pantalla. Yo creo que está muy bien, escenarios muy detallados, fotogénicos, imagino que habrá mucho trabajo de ordenador ahí detrás, con una animación de los personajes bastante a la altura.

El personaje principal (Kento) es un niño afectado con una partícula demonio que tiene una relación de amistad con un demonio llamado Anna, quienes forman una dupla inseparable. De hecho llaman la atención de la ciudadanía porque Anna no tiene un collar de "domesticación", sino que sigue a Kento como si fuesen amigos.
En el primer episodio tras un suceso trascendental, provoca que ambos (Kento y Anna) emprendan un viaje juntos para lograr su propósito.
En el viaje conocen a "usademonios" que son personas que han puesto dispositivos especiales a los demonios para poder usarlos a su placer. Muchos de ellos son mercenarios, otros actúan solos y aquí los hay tanto buenos como malos. Por suerte Kento conoce a Kaede.
Poco más voy a decir, porque hay muchas aventuras en la serie y no quiero rozar el spoiler.

La sinopsis que se muestra es insulsa y demasiado escueta para lo que puede contar esta serie.
Me animo a publicar esta reseña para recomendaros este anime/serie, de lo mejorcito que ha sacado Netflix durante el año. Parece una historia infantil, pero para nada, no os dejéis engañar, ni que os eche para atrás su estilo artístico, porque a mi me ha acabado gustando como otro cualquiera. Merece la pena verlo.

Poco tengo que decir ante tal truño.
Una peli que a priori parecía interesante con el enganche de basada en hechos reales, pero que es más falsa que una moneda de 3€.

Una narrativa lenta y aburrida, cuando se supone que salen las cosas interesantes, te ponen las imágenes tan distorsionadas que es una mancha, vamos que no se ve nada.
No se ve ni un supuesto extraterrestre en toda la película.

Varias personas dormidas en el cine y a mi me faltó poco.

En fin, recomiendo no perder el tiempo en ver este truño cuando hay tantas pelis buenas que ver.