Una bonita historia de amor, bien introducida, desarrollada y finalizada, pero eso curiosamente, es lo de menos. Puedes enamorarte de cada uno de los paisajes, de los preciosos parajes que Arau nos muestra a través del objetivo. Los personajes y su belleza interna, su generosidad y humildad, hacen que sonrías en cada escena, en cada diálogo. Genial la idea de Arau de enseñarnos el arte de la vendimia y un ápice de cultura azteca. Acierto total en mezclar amor, familia, cultura, posición social y guerra...y conseguir, además, un resultado tan acertado como éste. En cuanto a los actores...Aitana encantadora y bellísima, y Keanu, un joven Keanu, tímido e introvertido, que se desenvuelve muy muy bien en un papel protagonista.

Bueno, bien, una película original y divertida en cuanto al tema que propone, muy pero que muuuy visto. Se deja ver, sin más... Eso sí, mención especial merecen los tres protagonistas. Vera increíble, guapísima y natural. Caan divertido y tierno a la vez, y Keanu, con un papel de panoli al que no nos tiene acostumbrados, y que supera con nota. Las parejan Reeves-Caan y Reeves-Farmiga destilan química.