Un general romano regresa a Roma victorioso en una batalla contra los godos. Como símbolo de victoria, sacrifica a los dioses a uno de los hijos de Tamora, emperatriz de los godos, ganándose así el más profundo de los odios por parte de ella.

Hasta aquí, todo bien, "normal" podría decirse. Es poética y con un lenguaje shakesperiano -EVIDENTEMENTE -, con muchas escenas crudas...y muchas cosas ilógicas y bastante fuera de lugar.
Mezcla de épocas y circunstancias, es una película bastante bizarra pero, que al menos a mi parecer, tiene un buen resultado. Cabe destacar el papel protagonista de Anthony Hopkins, que que voy a decir, es un actor impecable. También mencionar a Jessica Lange, que siempre consigue dejarme anonadada mirando la pantalla, en todo lo que hace, pero el papel de Tamora le viene como anillo al dedo.

Y con esa espectacular mezcla estética y esa especie de oda a las más grandes obras de la historia, a pesar de ser bizarra y a veces perderme un poco, es una gran película, demasiado infravalorada para mi gusto.

En el momento en el que Jared Leto anunció que podríamos disfrutar de Artifact "SOON", todos dimos por supuesto que ya nunca jamás veríamos tal cosa, pues probablemente en la cabeza de ese hombre el término sea sinónimo de "NEVER". Contra todo pronóstico, el film se estrenó finalmente este año en directo en la plataforma creada por el propio Jared Leto - VyRT - para el total disfrute de las hordas de fans de Thirty Seconds to Mars, más conocidas como el Echelon. La idea de directo + versión con comentarios + descarga en HD me pareció, ya de entrada, un formato de lo más atractivo - aunque claro, luego vendrían los problemas del directo y los de descarga, pero eso ya es otra historia -, pero no todos tuvimos la suerte - ni el dinero - de poder disfrutar de ello, así que tuvimos que conformarnos con la simple descarga.

Ante nada, he de decir que el documental vale todos y cada uno de los dólares, libras, euros...que te vayas a gastar en él. No voy a decir que es de visión obligatoria te guste o no la banda porque sería una soberana gilipollez, pero si algo he de decir a favor del documental es que aunque realmente no te interese el grupo, el funcionamiento de la industria discográfica de hoy en día está tan bien plasmado que merece la pena verlo solo por eso.

Por un lado tenemos la batalla legal entre Thirty Seconds to Mars y EMI, y por el otro tenemos la grabación del tercer álbum de estudio de la banda, This is War.
El primer punto sirve para aprender acerca de lo mencionado antes, y es el actual funcionamiento de las discográficas multimillonarias, como es el caso de EMI. El segundo, en cambio, es ya la parte de deleite para los fans y demás.

Sin extenderme más, decir que me ha dejado maravillada, que ojalá todos los documentales fuesen tan esclarecedores como este y que, ojalá, el señor Bartholomew Cubbins nos deleite más a menudo con cosas como esta, porque aunque ya sabemos que sabe hacer unos shortfilms espléndidos, está visto que su capacidad para los largometrajes no se queda atrás.

Mentiría si dijese que decidí ver esta película para ver si realmente tenía un "argumento interesante". Lo cierto es que la única razón por la cual topé con este film fue para comprobar si realmente Rupert Grint era capaz de hacer otro papel que no fuera el de Ron Weasley en las películas de Harry Potter.
Y bueno, siento decir que, si es capaz, en esta película no puede demostrarlo bastante, porque ha sido una de las grandes decepciones que he llevado entre todas las películas que tenía pendientes por ver.

Básicamente la película trata sobre dos amigos, Malachy y Luke, que son amigos hasta que entra en escena Michelle. Vamos, demasiado típico y con un fin demasiado decepcionante, al menos, a mi parecer. Drogas, fiestas y poco más. De verdad, me esperaba algo bastante mejor.

Dos estrellas, porque siempre habrá algo peor.

Xavier Dolan es uno de los directores más prometedores del momento, al menos, en mi humilde opinión. Que con solo 21 años dirigiese, protagonizase y dirigiese este film es solo la punta del iceberg. Es digno de admirar, de imitar y de envidiar.

Pasando por el argumento, la fotografía y los planos, es sublime, demasiado. No me ha decepcionado, desde el primer al último segundo - el final es probablemente de las cosas que más me han gustado de toda la película -.

No hablemos de su trabajo global porque Laurence Anyways es una de mis películas favoritas, pero esta en concreto es para quitarse el sombrero. Ya estoy pensando en verla de nuevo.

Magnifique.

De estas que vuelves a ver esta película y recuerdas lo buenísima que es en lo que a humor respecta. Probablemente sea mi estúpida capacidad para reírme de lo que a los demás no les hace ni puta gracia, pero el caso es que desde el primer al último minuto de esta obra no he podido parar de reírme, y ni siquiera recordaba que causase esa reacción en mi.

Qué voy a decir...Christian Bale consigue enamorarme en todo lo que hace. Ya sea Patrick Bateman, ya sea Bruce Wayne, ya sea Arthur Stuart, ya sea lo que le de la gana. Es versátil, y hace los papeles que le da la gana, ya bien lo demuestra.
Patrick Bateman es un hombre de negocios, un supuesto triunfador que visto desde fuera no se alejaría demasiado del Bruce Wayne de las películas de Nolan, pero que bajo todo eso, detrás, todo es muy diferente; Patrick Bateman no es más que un esquizofrénico.

Lo que es particular, lo que es fresco y lo que es interesante de esta cinta es la visión de estos ámbitos que se nos da. Puede que termine por ser algo confuso, puede que necesites verla más de una vez para darte cuenta de lo grande que puede llegar a parecerte esta cinta, puede ser, es probable. Pero, sea como sea, no es una de esas cosas que te acabarás arrepintiendo de ver. Recomendable y puede que necesaria.