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Críticas ordenadas por utilidad
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7
9 de diciembre de 2017
9 de diciembre de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Si me preguntasen cual es la película de terror adolescente perfecta, sin duda alguna diría que es esta. No sé por qué tiene tan solo un cuatro en Filmaffinity o la razón por la que las críticas profesionales son tan destructivas; porque en lo personal creo que este largometraje tiene los suficientes puntos positivos como para convertirlo en una de las mejores películas (llamémosla, aunque no sea exacto) slasher que han salido.
La trama es más simple que el mecanismo de un chupete: Un grupo de veinteañeros se cuelan en las afueras de la ciudad abandonada de Prípiat para hacerse fotos y turistear, pero sin querer acaban siendo cazados por hordas de seres que quieren asesinarles.
Si algo es importante en una película de terror es que el espectador se vea inmerso en lo que nos cuentan, y Atrapados en Chernóbil lo borda gracias a una ambientación sensacional (no hay nada que mole más que las construcciones soviéticas abandonadas), una fotografía con bastante impacto, un buen uso de la cámara para generar tensión (como en una escena en la que vemos a los personajes de frente en primera plano y cómo a veinte metros a sus espaldas una sombra desenfocada empieza a moverse) y la alternancia entre "estilo documental" al más puro estilo Bruja de Blair y "cine común".
Esto se ve reforzado por el hecho de que toda la película es sorprendentemente sutil (con alguna que otra excepción). Prácticamente no se ven a los acechadores en toda la película y apenas se nos dice nada sobre ellos, de forma que es tu propio cerebro (completamente inmerso en este film) el que empieza a carcomerte. El uso de los "Jump scares" (sustos repentinos) es muy limitado y en la mayoría de las ocasiones en las que lo pasamos mal es mediante exposición a terror directo (como aquella escena en la que un grupo de los misteriosos enemigos empiezan a zarandear el coche en el que los protagonistas se encuentran refugiados y estos empiezan a gritar de pavor). Y lo que es más importante: No hay casquería innecesaria, lo que supone un gigantesco paso en adelante al género.
Y puede que la siguiente afirmación sea injusta dado a que la mayoría de las películas slasher son de serie Z y los actores apenas novatos; pero las interpretaciones están bastante bien. Tampoco es que sean sobresalientes, pero cumplen sobradamente. Esto se refuerza con personajes funcionales bastante humanos (aunque idiotas, es una cinta slasher) con los que es fácil identificarse.
Buena ambientación, buena dirección, buena actuación, buenos personajes, sutileza... Todo esto termina generando una sensación de inmersión bastante profunda y que la película cumpla su objetivo: Que lo pases realmente mal (eso o que yo soy un cobarde). En general la recomiendo para todo aquel entre los quince y treinta años que se junte con sus amigos una tarde con un buen bol de palomitas.
La trama es más simple que el mecanismo de un chupete: Un grupo de veinteañeros se cuelan en las afueras de la ciudad abandonada de Prípiat para hacerse fotos y turistear, pero sin querer acaban siendo cazados por hordas de seres que quieren asesinarles.
Si algo es importante en una película de terror es que el espectador se vea inmerso en lo que nos cuentan, y Atrapados en Chernóbil lo borda gracias a una ambientación sensacional (no hay nada que mole más que las construcciones soviéticas abandonadas), una fotografía con bastante impacto, un buen uso de la cámara para generar tensión (como en una escena en la que vemos a los personajes de frente en primera plano y cómo a veinte metros a sus espaldas una sombra desenfocada empieza a moverse) y la alternancia entre "estilo documental" al más puro estilo Bruja de Blair y "cine común".
Esto se ve reforzado por el hecho de que toda la película es sorprendentemente sutil (con alguna que otra excepción). Prácticamente no se ven a los acechadores en toda la película y apenas se nos dice nada sobre ellos, de forma que es tu propio cerebro (completamente inmerso en este film) el que empieza a carcomerte. El uso de los "Jump scares" (sustos repentinos) es muy limitado y en la mayoría de las ocasiones en las que lo pasamos mal es mediante exposición a terror directo (como aquella escena en la que un grupo de los misteriosos enemigos empiezan a zarandear el coche en el que los protagonistas se encuentran refugiados y estos empiezan a gritar de pavor). Y lo que es más importante: No hay casquería innecesaria, lo que supone un gigantesco paso en adelante al género.
Y puede que la siguiente afirmación sea injusta dado a que la mayoría de las películas slasher son de serie Z y los actores apenas novatos; pero las interpretaciones están bastante bien. Tampoco es que sean sobresalientes, pero cumplen sobradamente. Esto se refuerza con personajes funcionales bastante humanos (aunque idiotas, es una cinta slasher) con los que es fácil identificarse.
Buena ambientación, buena dirección, buena actuación, buenos personajes, sutileza... Todo esto termina generando una sensación de inmersión bastante profunda y que la película cumpla su objetivo: Que lo pases realmente mal (eso o que yo soy un cobarde). En general la recomiendo para todo aquel entre los quince y treinta años que se junte con sus amigos una tarde con un buen bol de palomitas.

8,1
139.026
8
16 de septiembre de 2017
16 de septiembre de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Blade Runner es perfecta. Es de esas cintas que dan de pleno en todos y cada uno de sus aspectos, de forma que el resultado termina siendo impoluto: actuación, personajes, dirección, fotografía, trama, temas, ambientación, efectos especiales, cohesión, transiciones... todo es una pasada que da de pleno y forjan uno de los mejores largometrajes de la historia y también de mis favoritos.
La historia es sencilla de base: un grupo de androides con forma humana llamados Replicantes han asesinado a los humanos de una base minera en el espacio y ahora están en Los Ángeles de 2019, una urbe cyberpunk en la que tecnología y decadencia se unen en un solo ente. Deckard es un Blade Runner retirado: un mercenario encargado de asesinar Replicantes que vuelve a su labor para acabar con estos individuos.
Ridely Scott venía de hacer nada menos que Alien (sí, esa película que treinta años después seguía aterrando a futuros críticos de Filmaffinity) y joder como se nota. Prácticamente todos y cada uno de los fotogramas de este largometraje merecen ser enmarcados y denotan brillantez por los cuatro costados. Los planos son todos preciosos, en especial por su memorable fotografía y por una paleta de colores muy bien seleccionada.
A esto ayuda la ambientación: Los Ángeles del 2019 es un sitio fascinante, repleto de lluvia, carteles de neón, lluvia y sobre todo asiáticos (parece que adivinaron el futuro en este último punto). Es una urbe fabulosa que deja embelesado con sus preciosas panorámicas y esa maravillosa mezcla entre lo moderno y lo antiguo, lo futurista y lo decadente.
Y cuando a un escenario magnífico se le suma un experto en fotografía... bueno, nace la magia.
La historia también es interesante. No es una de esas películas centradas en su trama, pero el contexto es cautivador (cazadores de androides asesinos que recientemente escaparon de una estación minera espacial) y se refuerza con un guion sólido que elimina casi por completo la exposición. Siempre hay intriga, el misterio de por qué esos robots con aspecto humano han venido a la ciudad o por qué han liquidado a sus amos. La conclusión es magnífica, un cierre perfecto que deja un cabo muy interesante sin atar que me rompió la cabeza durante las dos semanas posteriores al visionado (aunque por desgracia en una de las versiones resuelven el misterio, lo cual es decepcionante ya que era una de esas preguntas que mejor no debían de resolverse nunca)
El cast de personajes es genial, acompañado por actuaciones sobresalientes en... todos los casos. No se me ocurre de ni un solo actor que no entendiese a la perfección su papel y lo ejecutara con magistralidad. Mención especial para Harrison Ford: han pasado cuatro años desde que vi la cinta por primera vez y todavía me sorprende que el intérprete que le dio vida a Han Solo e Indiana Jones pudiese hacerse pasar por un hombre serio y melancólico tan tremendamente bien.
Y los replicantes... en Zona spoiler escribiré por qué me parecen fascinantes, pero si no habéis visto Blade Runner quedaos con la idea de que es un concepto brillante y magistralmente ejecutado gracias a la labor de Rutger Hauer y Daryl Hannah.
Lo mejor de todo son sus temas: una maravillosa oda a la vida que toma un concepto innovador y lo lleva a la gran pantalla como nadie había hecho antes. Esta cinta consigue tratar temas tan intrincados como la vida, la memoria o lo que nos hace humanos, pero en ningún momento se sobrecomplica o es excluyente. Es un excelente profesor: habla de materias que posiblemente sus alumnos no comprendan pero con tan buena mano que todos lo pillan de una forma u otra.
Blade Runner es una j***** pasada. Una experiencia única que logra aglutinar todo lo que hace una buena película. Es CINE con mayúsculas y si no la has visto ya estás tardando en hacerte con una copia del Blue-Ray. Una experiencia inolvidable.
La historia es sencilla de base: un grupo de androides con forma humana llamados Replicantes han asesinado a los humanos de una base minera en el espacio y ahora están en Los Ángeles de 2019, una urbe cyberpunk en la que tecnología y decadencia se unen en un solo ente. Deckard es un Blade Runner retirado: un mercenario encargado de asesinar Replicantes que vuelve a su labor para acabar con estos individuos.
Ridely Scott venía de hacer nada menos que Alien (sí, esa película que treinta años después seguía aterrando a futuros críticos de Filmaffinity) y joder como se nota. Prácticamente todos y cada uno de los fotogramas de este largometraje merecen ser enmarcados y denotan brillantez por los cuatro costados. Los planos son todos preciosos, en especial por su memorable fotografía y por una paleta de colores muy bien seleccionada.
A esto ayuda la ambientación: Los Ángeles del 2019 es un sitio fascinante, repleto de lluvia, carteles de neón, lluvia y sobre todo asiáticos (parece que adivinaron el futuro en este último punto). Es una urbe fabulosa que deja embelesado con sus preciosas panorámicas y esa maravillosa mezcla entre lo moderno y lo antiguo, lo futurista y lo decadente.
Y cuando a un escenario magnífico se le suma un experto en fotografía... bueno, nace la magia.
La historia también es interesante. No es una de esas películas centradas en su trama, pero el contexto es cautivador (cazadores de androides asesinos que recientemente escaparon de una estación minera espacial) y se refuerza con un guion sólido que elimina casi por completo la exposición. Siempre hay intriga, el misterio de por qué esos robots con aspecto humano han venido a la ciudad o por qué han liquidado a sus amos. La conclusión es magnífica, un cierre perfecto que deja un cabo muy interesante sin atar que me rompió la cabeza durante las dos semanas posteriores al visionado (aunque por desgracia en una de las versiones resuelven el misterio, lo cual es decepcionante ya que era una de esas preguntas que mejor no debían de resolverse nunca)
El cast de personajes es genial, acompañado por actuaciones sobresalientes en... todos los casos. No se me ocurre de ni un solo actor que no entendiese a la perfección su papel y lo ejecutara con magistralidad. Mención especial para Harrison Ford: han pasado cuatro años desde que vi la cinta por primera vez y todavía me sorprende que el intérprete que le dio vida a Han Solo e Indiana Jones pudiese hacerse pasar por un hombre serio y melancólico tan tremendamente bien.
Y los replicantes... en Zona spoiler escribiré por qué me parecen fascinantes, pero si no habéis visto Blade Runner quedaos con la idea de que es un concepto brillante y magistralmente ejecutado gracias a la labor de Rutger Hauer y Daryl Hannah.
Lo mejor de todo son sus temas: una maravillosa oda a la vida que toma un concepto innovador y lo lleva a la gran pantalla como nadie había hecho antes. Esta cinta consigue tratar temas tan intrincados como la vida, la memoria o lo que nos hace humanos, pero en ningún momento se sobrecomplica o es excluyente. Es un excelente profesor: habla de materias que posiblemente sus alumnos no comprendan pero con tan buena mano que todos lo pillan de una forma u otra.
Blade Runner es una j***** pasada. Una experiencia única que logra aglutinar todo lo que hace una buena película. Es CINE con mayúsculas y si no la has visto ya estás tardando en hacerte con una copia del Blue-Ray. Una experiencia inolvidable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Lo primero que hay que entender es que los Replicantes no nacieron con la autoconciencia que más tarde desarrollarían. Una vez adquirieron "alma" empezaron a intentar ser como el resto de los seres humanos, de forma que copiaron los comportamientos que nos hace únicos: arte y el acto de amar. Es por ello que la escena de Pris y Batty besándose es una obra maestra en sí misma: son robots REPLICANDO lo que nos hace personas.
Su viaje empieza cuando, una vez desarrollada autoconciencia, descubren que tienen fecha de caducidad. ¿Descubrir la vida y justo perderla? Ni de lejos.
Están desesperados por seguir con este don, este regalo al que no están acostumbrados pero que desean preservar. Tú y yo siempre hemos sido conscientes de nosotros mismos, de forma que no apreciamos plenamente el acto de seguir con vida. Pero los replicantes antes eran máquinas, de forma que se niegan a morir y volver al "vacío". ¿O es que acaso disfrutan lo mismo de un Scalextric un niño que vive rodeado de ellos u otro al que sus padres acaban de comprar uno?
Cuando Batty descubre que se ha quedado sin tiempo se le va la cabeza, no quiere asumirlo. Está desesperado, por lo que carga contra Deckard dispuesto a acabar con él. Sin embargo, en la escena en la que el protagonista está a punto de caerse del edificio, Batty descubre algo: el Blade Runner también tiene una vida. Es por ello que se da cuenta de su error y le salva, porque todos tenemos derecho a este don y nadie debería arrebatárselo a otros. Es aquí cuando se rinde y suelta su monumental discurso: "He visto cosas que tú jamás creerías (...) y todos esos... recuerdos... desaparecerán, como lágrimas en la lluvia". Se concluye su arco de desarrollo con la muerte: ahora es verdaderamente humano.
Quien me diga que esto no es lo más genial que ha visto en toda su vida y que Riddley Scott no merecía al menos diez Oscars por ello, por favor que vaya al médico a hacerse una revisión.
Su viaje empieza cuando, una vez desarrollada autoconciencia, descubren que tienen fecha de caducidad. ¿Descubrir la vida y justo perderla? Ni de lejos.
Están desesperados por seguir con este don, este regalo al que no están acostumbrados pero que desean preservar. Tú y yo siempre hemos sido conscientes de nosotros mismos, de forma que no apreciamos plenamente el acto de seguir con vida. Pero los replicantes antes eran máquinas, de forma que se niegan a morir y volver al "vacío". ¿O es que acaso disfrutan lo mismo de un Scalextric un niño que vive rodeado de ellos u otro al que sus padres acaban de comprar uno?
Cuando Batty descubre que se ha quedado sin tiempo se le va la cabeza, no quiere asumirlo. Está desesperado, por lo que carga contra Deckard dispuesto a acabar con él. Sin embargo, en la escena en la que el protagonista está a punto de caerse del edificio, Batty descubre algo: el Blade Runner también tiene una vida. Es por ello que se da cuenta de su error y le salva, porque todos tenemos derecho a este don y nadie debería arrebatárselo a otros. Es aquí cuando se rinde y suelta su monumental discurso: "He visto cosas que tú jamás creerías (...) y todos esos... recuerdos... desaparecerán, como lágrimas en la lluvia". Se concluye su arco de desarrollo con la muerte: ahora es verdaderamente humano.
Quien me diga que esto no es lo más genial que ha visto en toda su vida y que Riddley Scott no merecía al menos diez Oscars por ello, por favor que vaya al médico a hacerse una revisión.

6,8
79.005
5
29 de agosto de 2017
29 de agosto de 2017
2 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
El principal problema que tengo con esta cinta es que no entiende al cómic original.
Hay un término muy popular en Internet llamado "deconstrucción", usado para referirse a aquellas obras que toman los tropos, ideas y clichés del género al que pertenecen y les dan la vuelta por completo. La gracia de la creación de Alan Moore es que era un cómic de superhéroes pero a su vez destrozaba esta misma idea.
La gente que salía a la calle para detener el crimen eran pervertidos, fascistas demasiado apegados a sus valores tradicionales y niñatos ricos que se aburrían por lo que usaban el dinero de papá para hacerse un traje de búho lleno de gadgets innecesarios (sí, es una burla cruel a Batman). Los "héroes" eran personas rotas e inadaptadas que sólo querían llamar la atención, y en cuanto apareció una persona con verdaderos poderes sobrenaturales todo EEUU se fue a la mierda.
Este debía de ser un largometraje sucio, que contase la historia de fracasados incapaces de encontrar un hueco en el mundo. Debería haberse centrado en el drama, en deconstruir a los superhéroes y hacer ver a sus personajes como seres patéticos.
Pero esa atmósfera oscura, seria y decadente simplemente no está. Zack Snyder contempló el largometraje de la misma forma que en 300 (adaptación de cómic que evidentemente le abrió las puertas a lo que mucho consideran "la mejor novela gráfica de la historia"). Y, claro, cuando el guion es oscuro pero de repente la trama corta por la mitad para meter una pelea sacada de Spiderman 2... pues hay un choque de trenes y tenemos un problema.
Un ejemplo de los dos primeros minutos de la cinta y las cinco primeras páginas del material original (no se puede considerar spoiler, el evento a retratar aparece en cualquier sinopsis).
En el cómic un hombre en primera persona entra en un piso, atiza a golpes a un viejo gordo hasta romperle la nariz y finalmente le lanza por la ventana mientras la víctima grita aterrada (todo esto dibujado de forma sucia). No ha habido enfrentamiento: eso fue una brutal paliza que acabó en asesinato.
En el largometraje hay una pelea cuerpo a cuerpo en el que ambos contendientes parecen Jackie chan... incluido el viejo gordo...
Pero lo que verdaderamente no puedo personar es el final. No voy a contar nada obviamente, pero en la novela gráfica Alan Moore puso TODA la carne en el asador. Es una conclusión arriesgadísima que podría haber tirado por la borda toda su creación. Es total y absolutamente impredecible y tras leerlo no pude más que arrodillarme ante mi nuevo Dios.
Pero el largometraje lo cambió. Eliminó el elemento más original y deslumbrante de la obra maestra y sigo sin saber por qué. No me entra en la cabeza como pudieron dejar de lado uno de los mejores finales que he leído en toda mi vida, es como si adaptas "1984" y le cambias el mensaje.
En conclusión: Watchmen no es una película horrible ni mucho menos. Por muy mal que adaptes una creación de este calibre el resultado final no va a estar mal: sus personajes son interesantes, la trama tiene cierto gancho y las escenas de acción (aunque anticlimáticas e inneesarias) son divertidillas de ver. Pero no llega a ser ni la sombra de la estatua maciza que es el cómic.
Hay un término muy popular en Internet llamado "deconstrucción", usado para referirse a aquellas obras que toman los tropos, ideas y clichés del género al que pertenecen y les dan la vuelta por completo. La gracia de la creación de Alan Moore es que era un cómic de superhéroes pero a su vez destrozaba esta misma idea.
La gente que salía a la calle para detener el crimen eran pervertidos, fascistas demasiado apegados a sus valores tradicionales y niñatos ricos que se aburrían por lo que usaban el dinero de papá para hacerse un traje de búho lleno de gadgets innecesarios (sí, es una burla cruel a Batman). Los "héroes" eran personas rotas e inadaptadas que sólo querían llamar la atención, y en cuanto apareció una persona con verdaderos poderes sobrenaturales todo EEUU se fue a la mierda.
Este debía de ser un largometraje sucio, que contase la historia de fracasados incapaces de encontrar un hueco en el mundo. Debería haberse centrado en el drama, en deconstruir a los superhéroes y hacer ver a sus personajes como seres patéticos.
Pero esa atmósfera oscura, seria y decadente simplemente no está. Zack Snyder contempló el largometraje de la misma forma que en 300 (adaptación de cómic que evidentemente le abrió las puertas a lo que mucho consideran "la mejor novela gráfica de la historia"). Y, claro, cuando el guion es oscuro pero de repente la trama corta por la mitad para meter una pelea sacada de Spiderman 2... pues hay un choque de trenes y tenemos un problema.
Un ejemplo de los dos primeros minutos de la cinta y las cinco primeras páginas del material original (no se puede considerar spoiler, el evento a retratar aparece en cualquier sinopsis).
En el cómic un hombre en primera persona entra en un piso, atiza a golpes a un viejo gordo hasta romperle la nariz y finalmente le lanza por la ventana mientras la víctima grita aterrada (todo esto dibujado de forma sucia). No ha habido enfrentamiento: eso fue una brutal paliza que acabó en asesinato.
En el largometraje hay una pelea cuerpo a cuerpo en el que ambos contendientes parecen Jackie chan... incluido el viejo gordo...
Pero lo que verdaderamente no puedo personar es el final. No voy a contar nada obviamente, pero en la novela gráfica Alan Moore puso TODA la carne en el asador. Es una conclusión arriesgadísima que podría haber tirado por la borda toda su creación. Es total y absolutamente impredecible y tras leerlo no pude más que arrodillarme ante mi nuevo Dios.
Pero el largometraje lo cambió. Eliminó el elemento más original y deslumbrante de la obra maestra y sigo sin saber por qué. No me entra en la cabeza como pudieron dejar de lado uno de los mejores finales que he leído en toda mi vida, es como si adaptas "1984" y le cambias el mensaje.
En conclusión: Watchmen no es una película horrible ni mucho menos. Por muy mal que adaptes una creación de este calibre el resultado final no va a estar mal: sus personajes son interesantes, la trama tiene cierto gancho y las escenas de acción (aunque anticlimáticas e inneesarias) son divertidillas de ver. Pero no llega a ser ni la sombra de la estatua maciza que es el cómic.

7,0
57.883
5
4 de febrero de 2018
4 de febrero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nolan es un director por el que siento respeto (tal y como detallé en mi reseña de Origen) al intentar acercar al público masivo obras más elaboradas y que no sean simplemente la decimoséptima entrega de Los Vengadores. Con Dunkerque parece que intentó salir de su zona de confort, trayendo una historia cuyo objetivo era retratar de la forma más verosímil posible lo que es la guerra y las pérdidas en ella... menudo palo se ha llevado.
El problema con esta cinta es muy sencillo: No tiene personajes. Hay monigotes corriendo de un lado para otro, sufriendo bastante y saltando por los aires, pero se queda en eso: Monigotes. No hay ni una sola parte del elenco que tenga el más mínimo trasfondo o personalidad con la que podamos encariñarnos, de forma que cuando están a punto de ahogarse al espectador no le importa, ya que no hay vínculo emocional ni inversión en los personajes. En consecuencia las escenas se sienten vacías, ya que ocurra lo que ocurra me importa un pimiento.
Y aunque entiendo que el objetivo de Nolan era representar la guerra desde la perspectiva más fiel posible, si a tu público no le das nada a lo que agarrarse entonces no pretendas que presten atención a lo que muestras, por muy bien dirigido que esté.
Mi otro gran inconveniente con "Dunkerque" es su ritmo. A mi parecer hay demasiados momentos de tensión máxima para los pocos de relax (los cuales aburren porque, al margen de las explosiones, ya he dicho que esta cinta no tiene ni personajes ni trama), de forma que a partir de la mitad empecé a sentirme tan ahogado como los soldados que pretendían escapar de la playa, sobrecargado de tanta grandilocuencia visual. Nolan tiene que entender el concepto de "dar un respiro", porque este problema lo lleva arrastrando desde hace bastante y deriva en que no pueda disfrutar de las escenas más punteras.
A la hora de valorar, creo que "Dunkerque" apenas se sostiene. La originalidad de su presentación y su buena dirección son un interesante experimento que sale rana, al no haber ningún nexo que haga al espectador conectar emocionalmente con lo que le muestran en la pantalla. Irónicamente, al intentar humanizar el conflicto, Nolan consigue que su público sólo piense en "uy, mira que petardazo más bonito" en vez del drama que se vivió en esa playa y la heroicidad de sus combatientes. Y por ello no la recomiendo.
Más reseñas y reflexiones de toda clase en "http://laesquinadelatostadora.blogspot.es"
El problema con esta cinta es muy sencillo: No tiene personajes. Hay monigotes corriendo de un lado para otro, sufriendo bastante y saltando por los aires, pero se queda en eso: Monigotes. No hay ni una sola parte del elenco que tenga el más mínimo trasfondo o personalidad con la que podamos encariñarnos, de forma que cuando están a punto de ahogarse al espectador no le importa, ya que no hay vínculo emocional ni inversión en los personajes. En consecuencia las escenas se sienten vacías, ya que ocurra lo que ocurra me importa un pimiento.
Y aunque entiendo que el objetivo de Nolan era representar la guerra desde la perspectiva más fiel posible, si a tu público no le das nada a lo que agarrarse entonces no pretendas que presten atención a lo que muestras, por muy bien dirigido que esté.
Mi otro gran inconveniente con "Dunkerque" es su ritmo. A mi parecer hay demasiados momentos de tensión máxima para los pocos de relax (los cuales aburren porque, al margen de las explosiones, ya he dicho que esta cinta no tiene ni personajes ni trama), de forma que a partir de la mitad empecé a sentirme tan ahogado como los soldados que pretendían escapar de la playa, sobrecargado de tanta grandilocuencia visual. Nolan tiene que entender el concepto de "dar un respiro", porque este problema lo lleva arrastrando desde hace bastante y deriva en que no pueda disfrutar de las escenas más punteras.
A la hora de valorar, creo que "Dunkerque" apenas se sostiene. La originalidad de su presentación y su buena dirección son un interesante experimento que sale rana, al no haber ningún nexo que haga al espectador conectar emocionalmente con lo que le muestran en la pantalla. Irónicamente, al intentar humanizar el conflicto, Nolan consigue que su público sólo piense en "uy, mira que petardazo más bonito" en vez del drama que se vivió en esa playa y la heroicidad de sus combatientes. Y por ello no la recomiendo.
Más reseñas y reflexiones de toda clase en "http://laesquinadelatostadora.blogspot.es"

6,3
27.220
7
30 de enero de 2018
30 de enero de 2018
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Entiendo que nací en los noventa y crecí viendo esos programas televisivos de música tan cutres, y que después de Operación Triunfo, como buen Milenial, termino suicidando mis neuronas restantes en botellones o viendo los informativos de Antena 3. Pero observo que en esta página muy poca gente ha captado la temática de esta cinta, cosa sorprendente dada la superioridad intelectual de las generaciones anteriores. Es por ello que esta reseña más que nada será un "Funny Games for dummies".
No daré ningún spoiler, pero sí revelaré el mensaje de esta obra. No os asustéis por el próximo párrafo
En realidad el dúo de psicópatas que pueden observar en la portada perpetraron esos crueles actos porque les pagaron, exactamente los ocho con dos millones de dólares americanos... los que la película obtuvo en taquilla.
Tom y Jerry entran en casas de desconocidos y una vez ahí les empiezan a torturar, tanto física como psicológicamente. Pero si hacen esto es porque hay un público que mira con espanto y morbo estas horripilantes escenas. "Sí, estoy siendo cruel, ¿Pero quién me está obligando a serlo?" nos pregunta el director, con una sonrisa confiada y descaro.
Es un experimento atrevido y todo un ejercicio de cómo restregar al espectador su hipocresía por la cara, de cómo se las da de moralista pero pagó para satisfacer sus malsanos pensamientos. Es por ello que la cuarta pared termina más rota que un niño recién salido de una convención de curas, ya que en todo momento se busca hablar a la audiencia*. Y ya sólo por eso, tiene mi respeto y aprecio.
Las excelentes interpretaciones de Michael Pitt y Brady Corbet ayudan que, además de interesante a nivel temático, la cinta también sea muy divertida de ver. Estos dos golfistas vestidos de blanco son memorables en todos los sentidos, gracias a su brutal despliegue de carisma y a diálogos inteligentes y resultones. Son psicópatas y les faltan un par de tornillos, pero son magnéticos y es precisamente las partes en las que desaparecen cuando la cinta más baja. Ahora que lo pienso, no me extrañaría que los personajes de Naomi Watts y Tim Roth sean aburridos aposta para que el espectador desee que el dúo dinámico esté siempre en escena aunque eso suponga un despliegue de crueldad (reseñando otra vez su hipocresía al este desear violencia por mucho que "le desagrade")
Por último me veo en la obligación de destacar la sutileza del largometraje. Haneke en ningún momento nos expone de forma directa a casquería, por lo que, entre otros puntos, nunca se nos va a mostrar una sola muerte. El juego de cámara también ayuda: Por ejemplo, a los cadáveres no se les ve jamás la cara. Si sois alérgicos al gore, tranquilos que esta cinta carece del mismo.
Una vez finalizada la reseña, una pequeña reflexión. He visto cómo mucha gente la ha comparado con el film original del 97 y que si los remakes son cáncer y etcétera. No me voy a meter en una conversación tan tremendamente estúpida por una simple razón: La calidad de una obra proviene únicamente de la misma, no hay que ponerla al lado ni excusarla en base al material original, ya sea libro, otra película, videojuego o paquete de cereales. Que la versión del 97 pueda ser mejor no es excusa para reducir sustancialmente la calificación de un largometraje que merece más del pobre seis con dos que tiene en este momento.
A si que si no se puede defender Dune por su libro, no ataquéis a esta revisión a la americana por ser ligéramente inferior a la austriaca. No me seáis, je, "hipócritas"
No daré ningún spoiler, pero sí revelaré el mensaje de esta obra. No os asustéis por el próximo párrafo
En realidad el dúo de psicópatas que pueden observar en la portada perpetraron esos crueles actos porque les pagaron, exactamente los ocho con dos millones de dólares americanos... los que la película obtuvo en taquilla.
Tom y Jerry entran en casas de desconocidos y una vez ahí les empiezan a torturar, tanto física como psicológicamente. Pero si hacen esto es porque hay un público que mira con espanto y morbo estas horripilantes escenas. "Sí, estoy siendo cruel, ¿Pero quién me está obligando a serlo?" nos pregunta el director, con una sonrisa confiada y descaro.
Es un experimento atrevido y todo un ejercicio de cómo restregar al espectador su hipocresía por la cara, de cómo se las da de moralista pero pagó para satisfacer sus malsanos pensamientos. Es por ello que la cuarta pared termina más rota que un niño recién salido de una convención de curas, ya que en todo momento se busca hablar a la audiencia*. Y ya sólo por eso, tiene mi respeto y aprecio.
Las excelentes interpretaciones de Michael Pitt y Brady Corbet ayudan que, además de interesante a nivel temático, la cinta también sea muy divertida de ver. Estos dos golfistas vestidos de blanco son memorables en todos los sentidos, gracias a su brutal despliegue de carisma y a diálogos inteligentes y resultones. Son psicópatas y les faltan un par de tornillos, pero son magnéticos y es precisamente las partes en las que desaparecen cuando la cinta más baja. Ahora que lo pienso, no me extrañaría que los personajes de Naomi Watts y Tim Roth sean aburridos aposta para que el espectador desee que el dúo dinámico esté siempre en escena aunque eso suponga un despliegue de crueldad (reseñando otra vez su hipocresía al este desear violencia por mucho que "le desagrade")
Por último me veo en la obligación de destacar la sutileza del largometraje. Haneke en ningún momento nos expone de forma directa a casquería, por lo que, entre otros puntos, nunca se nos va a mostrar una sola muerte. El juego de cámara también ayuda: Por ejemplo, a los cadáveres no se les ve jamás la cara. Si sois alérgicos al gore, tranquilos que esta cinta carece del mismo.
Una vez finalizada la reseña, una pequeña reflexión. He visto cómo mucha gente la ha comparado con el film original del 97 y que si los remakes son cáncer y etcétera. No me voy a meter en una conversación tan tremendamente estúpida por una simple razón: La calidad de una obra proviene únicamente de la misma, no hay que ponerla al lado ni excusarla en base al material original, ya sea libro, otra película, videojuego o paquete de cereales. Que la versión del 97 pueda ser mejor no es excusa para reducir sustancialmente la calificación de un largometraje que merece más del pobre seis con dos que tiene en este momento.
A si que si no se puede defender Dune por su libro, no ataquéis a esta revisión a la americana por ser ligéramente inferior a la austriaca. No me seáis, je, "hipócritas"
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
*Hay un infierno de detalles que refuerzan esta idea, como la parte en la que Naomi Watts le pregunta a Gordo el por qué de sus acciones y este responde que "hay que mantener el espectáculo". O cuando se marchan de la casa después de haber pintado la pared de rosa cerebro sólo para que el matrimonio "tenga alguna oportunidad", como si estuviera remarcando la artificialidad del momento.
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