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3
11 de febrero de 2016
11 de febrero de 2016
10 de 17 usuarios han encontrado esta crítica útil
Amigo, el tiempo no pasa en balde. Quiero decir con esto que la serie desde 2007 ha dejado caer mucha lluvia y mucha nieve. Aquellos guiones, aquellos montajes, aquellas interpretaciones estaban muy trabajados, parecía que te metías realmente, como invitado, en una verdadera “familia”, te sentías como uno más.
Esos personajes famosos invitados: George Smoot, Neil deGrasse, Brian Greene, Stephen Hawking, y no solamente físicos, sino otras profesiones, sin citar los cameos de actores por todos conocidos. Las continuas referencias de Sheldon a teorías de latente actualidad en el campo de la Física. Las continuas sátiras al Sistema Universitario, al Doctorado y a los Másteres, etc. Si Don Ramón María...hubiese vivido en estos tiempos, él habría escrito los guiones. Son sus personajes arquetipos esperpénticos, bajitos, larguirucho, entrañables de muy buen corazón, como cualquier antihéroe que nos cruzamos por la calle...
Sí, el tiempo pasa para todos…Penny en los primeros episodios tenía una carita angelical y aunque andaba un poco floja de andaderas, tenía un tipito delgadito y unos firmes abdominales…se le ha redondeado la faz aunque se conserva aún lozana. El que más ha acusado la fama es el compañero de Penny, con un considerable aumento dimensional.
Los episodios actuales son reiterativos, con muy poca frescura, vulgares, con elevación del volumen de las risas enlatadas, etc. Resumiendo, la metamorfosis sufrida por la serie la ha dejado muy maltrecha y prácticamente no se parece en nada a la de la joven lozanía de antaño.
Esos personajes famosos invitados: George Smoot, Neil deGrasse, Brian Greene, Stephen Hawking, y no solamente físicos, sino otras profesiones, sin citar los cameos de actores por todos conocidos. Las continuas referencias de Sheldon a teorías de latente actualidad en el campo de la Física. Las continuas sátiras al Sistema Universitario, al Doctorado y a los Másteres, etc. Si Don Ramón María...hubiese vivido en estos tiempos, él habría escrito los guiones. Son sus personajes arquetipos esperpénticos, bajitos, larguirucho, entrañables de muy buen corazón, como cualquier antihéroe que nos cruzamos por la calle...
Sí, el tiempo pasa para todos…Penny en los primeros episodios tenía una carita angelical y aunque andaba un poco floja de andaderas, tenía un tipito delgadito y unos firmes abdominales…se le ha redondeado la faz aunque se conserva aún lozana. El que más ha acusado la fama es el compañero de Penny, con un considerable aumento dimensional.
Los episodios actuales son reiterativos, con muy poca frescura, vulgares, con elevación del volumen de las risas enlatadas, etc. Resumiendo, la metamorfosis sufrida por la serie la ha dejado muy maltrecha y prácticamente no se parece en nada a la de la joven lozanía de antaño.

6,8
24.802
5
5 de mayo de 2019
5 de mayo de 2019
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
La película comienza interesante, con tres destacables actores: el chico bien parecido con sus gafitas de científico, la chica normal ayudanta del científico y la chica preciosa ligue del prota. Hasta ahí todo normal, argumento para cualquier film de triángulo amoroso.
Pero el director quiere introducir una componente científica para darle interés al asunto, nada menos que el tema de la evolución mezclado con la religión y con asuntos esotéricos, liándose tal clase de potaje que me dejó con tres irresolubes (spoiler) misterios que en mi caso particular me hizo decaer el interés en el film.
Técnicamente la película goza de una buena fotografía, buenas interpretaciones y agujeros en el guion. El tema elegido dentro de la evolución, como leitmotiv, es nada menos que los orígenes del ojo y su devenir hasta nuestros días: verdadero hueso duro de roer para la teoría de la evolución; pero que numerosos investigadores han "desvestido" como, solo a título de ejemplo, el profesor Richard Dawkins en su Relojero Ciego, donde se da sólida respuesta a este Sr. Cahill para que no presuma de original innovador.
La película se queda en una más con su intriga para entretener al espectador con unos buenos medios artísticos pero desaprovechando, en gran medida, el tema tan interesante esbozado en el párrafo anterior.
Pero el director quiere introducir una componente científica para darle interés al asunto, nada menos que el tema de la evolución mezclado con la religión y con asuntos esotéricos, liándose tal clase de potaje que me dejó con tres irresolubes (spoiler) misterios que en mi caso particular me hizo decaer el interés en el film.
Técnicamente la película goza de una buena fotografía, buenas interpretaciones y agujeros en el guion. El tema elegido dentro de la evolución, como leitmotiv, es nada menos que los orígenes del ojo y su devenir hasta nuestros días: verdadero hueso duro de roer para la teoría de la evolución; pero que numerosos investigadores han "desvestido" como, solo a título de ejemplo, el profesor Richard Dawkins en su Relojero Ciego, donde se da sólida respuesta a este Sr. Cahill para que no presuma de original innovador.
La película se queda en una más con su intriga para entretener al espectador con unos buenos medios artísticos pero desaprovechando, en gran medida, el tema tan interesante esbozado en el párrafo anterior.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Primer misterio:
No entiendo por qué estando encerrados el protagonista y la chica guapísima en un ascensor que súbitamente quedó detenido entre dos pisos, él consigue salir al rellano abriendo la puerta y el ascensor como buen elemento técnico está detenido al tener una puerta abierta.
Él le ayuda a salir a ella porque está a la altura de la mano, siendo una acción totalmente segura, por lo dicho más arriba, no como en la película de Alex de la Iglesia en que el ascensor parte a la víctima. Una vez fuera se besan, ta-ta-tín, resulta que la moza chorrea sangre de medio cuerpo para abajo, que lo tiene seccionado...con el ascensor más quieto que un ninot.
Segundo misterio:
Qué leches pinta el hijo de la pareja, el científico y su ayudanta, en el embrollo de la película, inconcebible...con ojos, que si va a ser autista, yo que sé.
Tercer misterio y último:
El viaje a la India con un encuadre de una calle con un cartel de ojos que ya hemos visto, qué pinta la maestra mona ella, con un nombre igual a la novia de Leonard, en la serie TV the BBTheory, y que todos pensábamos que se iba a liar con el chico.
Y la traca final o trueno gordo es la "aparición" de una niña india con los mismos ojos a los que nos acostumbra el director, la cual se la lleva el protagonista al hotel como si tal...la sociedad protectora de menores y la policía es posible que pensaran en secuestrar el film. Sin más comentaros. Fin.
No entiendo por qué estando encerrados el protagonista y la chica guapísima en un ascensor que súbitamente quedó detenido entre dos pisos, él consigue salir al rellano abriendo la puerta y el ascensor como buen elemento técnico está detenido al tener una puerta abierta.
Él le ayuda a salir a ella porque está a la altura de la mano, siendo una acción totalmente segura, por lo dicho más arriba, no como en la película de Alex de la Iglesia en que el ascensor parte a la víctima. Una vez fuera se besan, ta-ta-tín, resulta que la moza chorrea sangre de medio cuerpo para abajo, que lo tiene seccionado...con el ascensor más quieto que un ninot.
Segundo misterio:
Qué leches pinta el hijo de la pareja, el científico y su ayudanta, en el embrollo de la película, inconcebible...con ojos, que si va a ser autista, yo que sé.
Tercer misterio y último:
El viaje a la India con un encuadre de una calle con un cartel de ojos que ya hemos visto, qué pinta la maestra mona ella, con un nombre igual a la novia de Leonard, en la serie TV the BBTheory, y que todos pensábamos que se iba a liar con el chico.
Y la traca final o trueno gordo es la "aparición" de una niña india con los mismos ojos a los que nos acostumbra el director, la cual se la lleva el protagonista al hotel como si tal...la sociedad protectora de menores y la policía es posible que pensaran en secuestrar el film. Sin más comentaros. Fin.
30 de noviembre de 2017
30 de noviembre de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando ves el anuncio del título de la película en la pantalla del televisor, tu primera intención es pulsar el mando a distancia y cambiar de canal. Pero luego recapacitas que estás en un canal donde no hay interrupciones de publicidad a cada momento, te dices bueno es de nacionalidad sueca, con actores que nadie conoce, pero con un director Mikael Hafstrom que dirigió aquella película de la habitación del terror (1408) que tanto me gustó, bueno vamos a verla, pues además es gratis...
La ambientación está muy bien lograda, en unos paisajes naturales de una gran belleza, y en unos interiores que no acierto a ubicar. Los topónimos coinciden con una H. Sc., una school a 3 km cerca de la ciudad de Scandinavia en Wanpaca, Wisconsin. La acción sigue una trama ya conocida de otras películas de colegios con misterio y muertes.
Una serie de fallos de guion anecdóticos la salpican: pertenencias de personas muertas no intervenidas por la policía, habitaciones privadas con resbalón sin llave, indumentaria de los vestidos de las amigas Sara y Teresa cambiante de color según los planos tomados, suicidio desde una torre que no produce sangre en el suelo...denotan, además, una descuidada puesta en escena.
Destacable es el fondo musical de la película, con ni más ni menos que el famoso y obsesivo tema del film de culto Halloween (1978), compuesto por el propio director John Carpenter.
Como nota curiosa, el propio protagonista Jasper Salén, que abandonó su carrera artística por la medicina hace ya tiempo, se le vio en una fugaz actuación en 2016 en una serie cómica sueca.
En resumen una película sin grandes alharacas que se deja ver para pasar el rato.
La ambientación está muy bien lograda, en unos paisajes naturales de una gran belleza, y en unos interiores que no acierto a ubicar. Los topónimos coinciden con una H. Sc., una school a 3 km cerca de la ciudad de Scandinavia en Wanpaca, Wisconsin. La acción sigue una trama ya conocida de otras películas de colegios con misterio y muertes.
Una serie de fallos de guion anecdóticos la salpican: pertenencias de personas muertas no intervenidas por la policía, habitaciones privadas con resbalón sin llave, indumentaria de los vestidos de las amigas Sara y Teresa cambiante de color según los planos tomados, suicidio desde una torre que no produce sangre en el suelo...denotan, además, una descuidada puesta en escena.
Destacable es el fondo musical de la película, con ni más ni menos que el famoso y obsesivo tema del film de culto Halloween (1978), compuesto por el propio director John Carpenter.
Como nota curiosa, el propio protagonista Jasper Salén, que abandonó su carrera artística por la medicina hace ya tiempo, se le vio en una fugaz actuación en 2016 en una serie cómica sueca.
En resumen una película sin grandes alharacas que se deja ver para pasar el rato.
10
5 de mayo de 2017
5 de mayo de 2017
3 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Algo que impresiona en la Caída de las Águilas es la cabecera de cada capítulo: sendas águilas bicéfalas, la austrohúngara y la rusa, enmarcadas con un movimiento grandioso del águila imperial prusiana, todas ellas repujadas en oro resplandeciente, avanzan desde el fondo hacia el primer plano, bajo los acordes musicales del primer movimiento de la 5ª Sinfonía de Gustav Mahler.
Los que ya no somos tan jóvenes, tuvimos la suerte de seguirla en la programación que a finales de 1981 hizo Televisión Española en la dos. Aunque la BBC dedicó todos sus esfuerzos en la remasterización digital de muchas series históricas, también presentadas en España, como es el caso de las Seis Esposas de Enrique VIII y Elizabeth R, en versión castellana, no sucedió lo mismo con la que ahora nos ocupa en lo referente al idioma.
La caída de las Águilas, si bien se puede adquirir en DVD, sigue totalmente en inglés (una lástima). Algo parecido ocurrió con la excelente Eduardo VII, patrocinada por la ATV, que también fue emitida por Televisión Española a mediados de 1979.
Goza de una esmerada producción en la que no se han escatimado medios personales en dirección, guionistas y actores. La caracterización de actores se ha cuidado al máximo detalle, basta decir que para un mismo personaje, que por su longevidad histórica real, hubiera exigido una obra muy “cuidada” de maquillaje, se han elegido actores diferentes para su época de joven y de anciano.
La acción, casi siempre teatral, filmada en primeros planos, se desarrolla en interiores históricos, con una iluminación y coloridos muy logrados. El conjunto es ensalzado por un vestuario muy lujoso. Los exteriores tomados en planos largos, para expresar el desarrollo de muchos de los acontecimientos, se tratan más bien de una forma esquemática apoyados a menudo en documentos gráficos de la época. Un eficiente narrador, que es ni más ni menos que el veterano actor británico Michael Horden, subraya la acción adecuadamente.
En la serie, se nos presenta al joven Emperador Francisco José, monarca del Imperio Austrohúngaro, interpretado por el actor Miles Anderson, como un hombre jovial que desoyendo el consejo materno se casa con la jovencita Sissi, en lugar de con la hermana. Este personaje se va tornando melancólico y severo, en parte por los acontecimientos políticos en pugna con las ambiciones de Prusia, las continuas demandas independentistas de los nacionalistas húngaros y las intervenciones en los Balcanes. Además fue una persona muy desgraciada: muerte de su único hijo Rodolfo en Mayerling, asesinato de su sobrino Francisco Fernando de Austria y esposa en Sarajevo, fusilamiento de su hermano Maximiliano en Méjico por Juárez, y, finalmente, el asesinato de su esposa Sissi en Ginebra por un terrorista. La expresión de la cara de amargura del monarca en su vejez, la ha sabido reflejar con precisión y dramatismo, nadie mejor que el actor británico Laurence Naismith en la Serie.
Por otro lado, Alemania era un mosaico curioso de reinos y estados: Prusia, Sajonia, Baviera, etc. Uno de estos reinos, Prusia, con su monarca Guillermo I, ayudado por su primer ministro Otto Von Bismarck, interpretado por el actor Curd Jürgens, pertrechó con mano férrea y violenta, la derrota de Austria primero y Francia después, logrando la unificación alemana en un solo estado: proclamación de 1871 en la sala de los espejos del Palacio de Versalles.
A Guillermo I le sucedió el corto reinado de su hijo Federico III, casado con Victoria hija de la Reina Victoria del Reino Unido, por lo que se proclamó en 1888 al hijo de ambos, el joven Willy, como así le llamaba la inglesa.
El joven Emperador Guillermo II (Willy), es interpretado magistralmente por el actor Barry Foster, el inolvidable asesino de Frenesí (1972), Alfred Hitchcock. Memorable la escena en que discute con sus generales, sobre la mesa de trabajo, los planes a seguir: todo un Von Hindenburg (Marius Goring) o un Erich Ludendorf (Michael Bates) pegando un taconazo… ¡Sí Majestad!
Una de las primeras medidas de estado que toma Guillermo II, es despedir de un plumazo a Bismarck. Me recuerda otra página de la historia, en que el recién llegado a España, el joven Emperador Carlos I, despachando al Cardenal Cisneros …la Corona agradece sus servicios, pero su Eminencia está mejor en el Convento.
El carácter impulsivo de Willy y la situación explosiva de Europa, lo forzaron a intervenir junto con Austria-Hungría en el conflicto de los Balcanes que derivó inevitablemente en la Primera Guerra Mundial (1914-18). Este desastre que enfrentó, fundamentalmente, a los dos imperios de Europa Central (Austria-Hungría y Alemania), de un lado, y los aliados (Reino Unido, Francia, Rusia, Estados Unidos, etc.) del otro, concluyó con el desenlace ya conocido del destierro del Káiser: Tratado de Versalles de 1919 que puso fin a la contienda y preparó el caldo de cultivo para la otra caída: La caída de los dioses (1969), Luchino Visconti; Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1962), Vicente Minnelli.
(sigue sin spoiler)
Los que ya no somos tan jóvenes, tuvimos la suerte de seguirla en la programación que a finales de 1981 hizo Televisión Española en la dos. Aunque la BBC dedicó todos sus esfuerzos en la remasterización digital de muchas series históricas, también presentadas en España, como es el caso de las Seis Esposas de Enrique VIII y Elizabeth R, en versión castellana, no sucedió lo mismo con la que ahora nos ocupa en lo referente al idioma.
La caída de las Águilas, si bien se puede adquirir en DVD, sigue totalmente en inglés (una lástima). Algo parecido ocurrió con la excelente Eduardo VII, patrocinada por la ATV, que también fue emitida por Televisión Española a mediados de 1979.
Goza de una esmerada producción en la que no se han escatimado medios personales en dirección, guionistas y actores. La caracterización de actores se ha cuidado al máximo detalle, basta decir que para un mismo personaje, que por su longevidad histórica real, hubiera exigido una obra muy “cuidada” de maquillaje, se han elegido actores diferentes para su época de joven y de anciano.
La acción, casi siempre teatral, filmada en primeros planos, se desarrolla en interiores históricos, con una iluminación y coloridos muy logrados. El conjunto es ensalzado por un vestuario muy lujoso. Los exteriores tomados en planos largos, para expresar el desarrollo de muchos de los acontecimientos, se tratan más bien de una forma esquemática apoyados a menudo en documentos gráficos de la época. Un eficiente narrador, que es ni más ni menos que el veterano actor británico Michael Horden, subraya la acción adecuadamente.
En la serie, se nos presenta al joven Emperador Francisco José, monarca del Imperio Austrohúngaro, interpretado por el actor Miles Anderson, como un hombre jovial que desoyendo el consejo materno se casa con la jovencita Sissi, en lugar de con la hermana. Este personaje se va tornando melancólico y severo, en parte por los acontecimientos políticos en pugna con las ambiciones de Prusia, las continuas demandas independentistas de los nacionalistas húngaros y las intervenciones en los Balcanes. Además fue una persona muy desgraciada: muerte de su único hijo Rodolfo en Mayerling, asesinato de su sobrino Francisco Fernando de Austria y esposa en Sarajevo, fusilamiento de su hermano Maximiliano en Méjico por Juárez, y, finalmente, el asesinato de su esposa Sissi en Ginebra por un terrorista. La expresión de la cara de amargura del monarca en su vejez, la ha sabido reflejar con precisión y dramatismo, nadie mejor que el actor británico Laurence Naismith en la Serie.
Por otro lado, Alemania era un mosaico curioso de reinos y estados: Prusia, Sajonia, Baviera, etc. Uno de estos reinos, Prusia, con su monarca Guillermo I, ayudado por su primer ministro Otto Von Bismarck, interpretado por el actor Curd Jürgens, pertrechó con mano férrea y violenta, la derrota de Austria primero y Francia después, logrando la unificación alemana en un solo estado: proclamación de 1871 en la sala de los espejos del Palacio de Versalles.
A Guillermo I le sucedió el corto reinado de su hijo Federico III, casado con Victoria hija de la Reina Victoria del Reino Unido, por lo que se proclamó en 1888 al hijo de ambos, el joven Willy, como así le llamaba la inglesa.
El joven Emperador Guillermo II (Willy), es interpretado magistralmente por el actor Barry Foster, el inolvidable asesino de Frenesí (1972), Alfred Hitchcock. Memorable la escena en que discute con sus generales, sobre la mesa de trabajo, los planes a seguir: todo un Von Hindenburg (Marius Goring) o un Erich Ludendorf (Michael Bates) pegando un taconazo… ¡Sí Majestad!
Una de las primeras medidas de estado que toma Guillermo II, es despedir de un plumazo a Bismarck. Me recuerda otra página de la historia, en que el recién llegado a España, el joven Emperador Carlos I, despachando al Cardenal Cisneros …la Corona agradece sus servicios, pero su Eminencia está mejor en el Convento.
El carácter impulsivo de Willy y la situación explosiva de Europa, lo forzaron a intervenir junto con Austria-Hungría en el conflicto de los Balcanes que derivó inevitablemente en la Primera Guerra Mundial (1914-18). Este desastre que enfrentó, fundamentalmente, a los dos imperios de Europa Central (Austria-Hungría y Alemania), de un lado, y los aliados (Reino Unido, Francia, Rusia, Estados Unidos, etc.) del otro, concluyó con el desenlace ya conocido del destierro del Káiser: Tratado de Versalles de 1919 que puso fin a la contienda y preparó el caldo de cultivo para la otra caída: La caída de los dioses (1969), Luchino Visconti; Los cuatro jinetes del Apocalipsis (1962), Vicente Minnelli.
(sigue sin spoiler)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Tras la muerte del zar Alejandro III, le sucede su hijo Nicolás II que casi de inmediato contrae matrimonio con una nieta de la Reina Victoria, Alejandra (Alicia Victoria de Hesse), interpretada por la bellísima actriz Gayle Hunnicutt, muy popular por su participación en la serie Superagente 86 (1965-70).
El poder absoluto del zar, con una minoría de nobles, ausencia de la burguesía y una población de campesinos empobrecidos, unido todo a la inexperiencia del monarca, van a conformar el caldo de cultivo para la que se avecinaba. Las peticiones de mejoras salariales y las reformas políticas, cristalizan en acontecimientos muy graves en San Petersburgo, residencia del zar, con el “domingo sangriento” enero de 1905, alteraciones del orden público y amotinamientos, como el caso de la marinería del acorazado Potemkin.
Estos hechos obligan al poder a convocar las sucesivas “dumas” o parlamentos y establecer una monarquía parlamentaria más o menos controlada desde arriba. Pero también desde el punto de vista militar se sumó negativamente el desastre de la contienda ruso-japonesa (1904-1905), debilitando el espíritu de las tropas y la credibilidad en el zar.
Por otro lado, la entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial, al lado de los aliados en 1914, al principio con éxitos pero luego con fracasos continuados, más la grave situación de los recursos, obligan a Nicolás II a ponerse al frente de sus tropas. La zarina, en ausencia de su esposo, hace y deshace a su antojo, inducida por el monje curandero Rasputín, creyendo que salvaría a su hijo el zarévich de la enfermedad que padecía (hemofilia). Algunos miembros de la nobleza pensando que Rasputín era un peligro perpetraron su asesinato.
Se creó una situación insostenible, con deterioro acelerado de la figura del zar e impregnación de ideas revolucionarias en la mente del pueblo. El líder que en ese momento aglutina todas estas ideas es el revolucionario bolchevique Vladimir Ilich Uliánov, conocido como Lenin, tantas veces en el destierro o en la cárcel; eso sí ayudado por su propia esposa, y otros revolucionarios como León Trotski.
El Lenin interpretado eficientemente por Patrick Stewart, es presentado en el film como un actor de teatro, eso sí con fuerza dramática, declamando sus ideas ante sus compañeros o su esposa que más bien parece una testigo casi sin opinar.
Es así que la cuarta “duma” cede ante la presión incontenible de los revolucionarios. El gobierno provisional de Kerensky como revolucionario moderado, es sobrepasado. Es marzo de 1917, Nicolás II abdica de todos sus derechos y es detenido, sin oponer resistencia, cuando regresaba del campo de batalla. Es confinado junto a su familia a las afueras de la ciudad, ahora ya, Petrogrado. Después él y toda su familia son deportados a Tobolsk (Siberia).
Octubre de 1917, asalto al palacio de invierno, total triunfo de los bolcheviques dirigidos por Lenin que logra implantar la dictadura del proletariado, elevando su partido al poder. La fuga con éxito de Kerensky es el certificado de que la revolución ha triunfado.
Solamente quedaban dos actos finales:
Uno, la sangrienta Guerra Civil (1918-21) entre el nuevo gobierno bolchevique ayudado por el "ejército rojo" y los ex-militares zaristas "ejército blanco" apoyados por otras facciones y algunas potencias extrajeras. Y dos, ejecución del zar Nicolás II (1918) y toda su familia al completo.
El poder absoluto del zar, con una minoría de nobles, ausencia de la burguesía y una población de campesinos empobrecidos, unido todo a la inexperiencia del monarca, van a conformar el caldo de cultivo para la que se avecinaba. Las peticiones de mejoras salariales y las reformas políticas, cristalizan en acontecimientos muy graves en San Petersburgo, residencia del zar, con el “domingo sangriento” enero de 1905, alteraciones del orden público y amotinamientos, como el caso de la marinería del acorazado Potemkin.
Estos hechos obligan al poder a convocar las sucesivas “dumas” o parlamentos y establecer una monarquía parlamentaria más o menos controlada desde arriba. Pero también desde el punto de vista militar se sumó negativamente el desastre de la contienda ruso-japonesa (1904-1905), debilitando el espíritu de las tropas y la credibilidad en el zar.
Por otro lado, la entrada de Rusia en la Primera Guerra Mundial, al lado de los aliados en 1914, al principio con éxitos pero luego con fracasos continuados, más la grave situación de los recursos, obligan a Nicolás II a ponerse al frente de sus tropas. La zarina, en ausencia de su esposo, hace y deshace a su antojo, inducida por el monje curandero Rasputín, creyendo que salvaría a su hijo el zarévich de la enfermedad que padecía (hemofilia). Algunos miembros de la nobleza pensando que Rasputín era un peligro perpetraron su asesinato.
Se creó una situación insostenible, con deterioro acelerado de la figura del zar e impregnación de ideas revolucionarias en la mente del pueblo. El líder que en ese momento aglutina todas estas ideas es el revolucionario bolchevique Vladimir Ilich Uliánov, conocido como Lenin, tantas veces en el destierro o en la cárcel; eso sí ayudado por su propia esposa, y otros revolucionarios como León Trotski.
El Lenin interpretado eficientemente por Patrick Stewart, es presentado en el film como un actor de teatro, eso sí con fuerza dramática, declamando sus ideas ante sus compañeros o su esposa que más bien parece una testigo casi sin opinar.
Es así que la cuarta “duma” cede ante la presión incontenible de los revolucionarios. El gobierno provisional de Kerensky como revolucionario moderado, es sobrepasado. Es marzo de 1917, Nicolás II abdica de todos sus derechos y es detenido, sin oponer resistencia, cuando regresaba del campo de batalla. Es confinado junto a su familia a las afueras de la ciudad, ahora ya, Petrogrado. Después él y toda su familia son deportados a Tobolsk (Siberia).
Octubre de 1917, asalto al palacio de invierno, total triunfo de los bolcheviques dirigidos por Lenin que logra implantar la dictadura del proletariado, elevando su partido al poder. La fuga con éxito de Kerensky es el certificado de que la revolución ha triunfado.
Solamente quedaban dos actos finales:
Uno, la sangrienta Guerra Civil (1918-21) entre el nuevo gobierno bolchevique ayudado por el "ejército rojo" y los ex-militares zaristas "ejército blanco" apoyados por otras facciones y algunas potencias extrajeras. Y dos, ejecución del zar Nicolás II (1918) y toda su familia al completo.

3,3
1.058
1
26 de agosto de 2019
26 de agosto de 2019
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Todo y todos, me refiero al título de la crítica.
¿Qué fue de aquella Kate? Esa encantadora y picarona chiquita, una verdadera monada cuando joven. Su lozanía corría pareja con el buen hacer como actriz: Mucho ruido y pocas nueces, Hechizados, Alicia y el espejo mágico, Serendipity, un largo etcétera.
Desde que se juntó con vampiros, lobos y demás bazofia empezó su ocaso. No su ocaso como persona importante en la sociedad, muchas relaciones con famosos, muy buena posición económica, su familia, etc.
Esta película es una verdadera basura en todos los aspectos, no cumple los mínimos requisitos del género, malas interpretaciones de todos los actores, mal guion, dirección inexistente, fotografía de pena, algo de verdadero escándalo.
¿Kate por qué no te quedaste en tu casa disfrutando de tu hija y de tu hogar?
¿Qué fue de aquella Kate? Esa encantadora y picarona chiquita, una verdadera monada cuando joven. Su lozanía corría pareja con el buen hacer como actriz: Mucho ruido y pocas nueces, Hechizados, Alicia y el espejo mágico, Serendipity, un largo etcétera.
Desde que se juntó con vampiros, lobos y demás bazofia empezó su ocaso. No su ocaso como persona importante en la sociedad, muchas relaciones con famosos, muy buena posición económica, su familia, etc.
Esta película es una verdadera basura en todos los aspectos, no cumple los mínimos requisitos del género, malas interpretaciones de todos los actores, mal guion, dirección inexistente, fotografía de pena, algo de verdadero escándalo.
¿Kate por qué no te quedaste en tu casa disfrutando de tu hija y de tu hogar?
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