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Críticas ordenadas por utilidad
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7,8
60.222
6
24 de febrero de 2011
24 de febrero de 2011
26 de 29 usuarios han encontrado esta crítica útil
Vaya por delante que yo de cine negro entiendo poco, o nada, precisamente, porque he visto poco, o nada (¿El Padrino?, en cuanto tenga 3 horas seguidas y me encuentre en "estado cinéfilo", la veo...), algo más que esto habré visto pero poco. Tras la aclaración, pues viene mi opinión sobre esta película:
Sobrevalorada. Y no digo que sea mala, léase la votación: Buena. Adivino que para los amantes del género tal vez sea una celebración, un rejunte de aspectos y conceptos comunes de él, abrazados por excelentes aspectos técnicos y una estupenda, estupendísima, puestas en escena, y bien de ritmo y tal, si muy bien hecha sí que está (matizo lo de la banda sonora... ¿es tan buena?, a mi me parece algo simplona con ese leitmotiv que si bien es bastante resultón, tampoco es taaaaaan guay, pienso).
Pero... a mí el argumento me parece un poco liado y la estructura narrativa algo farragosa, sin hablar del final que, o no me enterado de nada (podría ser) o está más echado al aire de la cuenta, o simplemente lo he entendido y me parece un gilipollez (¿ética? ¿Con Leo? y... bah, a mi me parece que la construcción psicológica del protagonista está bien trazada superficialmente pero en cuanto se pone uno a exprimir es inverosímil en gran medida....), además la interpretación de Gabriel Byrne es correcta, pero demasiado seca, aséptica para ponernos del todo en su lugar, capta la atención porque tiene algo de interés, nos importa, pero no demasiado. En general, a la parte dramática de la película, la encuentro poco intensa y emocionante, con un desarrollo dramático algo escaso, sólo es bastante interesante... que es algo. Pero eso, con la fama que tiene yo esperaba peliculón. Que igual lo es, pero no para mi gusto.
Hasta ahí, los puntos negativos, que son bastante importantes. Pero aún así la puse un 7, de buena, pues ciertamente no se puede menospreciar la labor de Coen, la puesta en escena es esplendida, atmosférica, y aunque algo liada, nunca deja de ser interesante, se mira bien, tiene algunas interpretaciones excelentes, unos diálogos hilados con finura admirable, pero sobre todo, por la escena en que Leo hace una demostración de sus habilidades con el fusil, con el tocadiscos, el puro, la casa.... Sólo por esa escena merece la pena ser vista.
Sobrevalorada. Y no digo que sea mala, léase la votación: Buena. Adivino que para los amantes del género tal vez sea una celebración, un rejunte de aspectos y conceptos comunes de él, abrazados por excelentes aspectos técnicos y una estupenda, estupendísima, puestas en escena, y bien de ritmo y tal, si muy bien hecha sí que está (matizo lo de la banda sonora... ¿es tan buena?, a mi me parece algo simplona con ese leitmotiv que si bien es bastante resultón, tampoco es taaaaaan guay, pienso).
Pero... a mí el argumento me parece un poco liado y la estructura narrativa algo farragosa, sin hablar del final que, o no me enterado de nada (podría ser) o está más echado al aire de la cuenta, o simplemente lo he entendido y me parece un gilipollez (¿ética? ¿Con Leo? y... bah, a mi me parece que la construcción psicológica del protagonista está bien trazada superficialmente pero en cuanto se pone uno a exprimir es inverosímil en gran medida....), además la interpretación de Gabriel Byrne es correcta, pero demasiado seca, aséptica para ponernos del todo en su lugar, capta la atención porque tiene algo de interés, nos importa, pero no demasiado. En general, a la parte dramática de la película, la encuentro poco intensa y emocionante, con un desarrollo dramático algo escaso, sólo es bastante interesante... que es algo. Pero eso, con la fama que tiene yo esperaba peliculón. Que igual lo es, pero no para mi gusto.
Hasta ahí, los puntos negativos, que son bastante importantes. Pero aún así la puse un 7, de buena, pues ciertamente no se puede menospreciar la labor de Coen, la puesta en escena es esplendida, atmosférica, y aunque algo liada, nunca deja de ser interesante, se mira bien, tiene algunas interpretaciones excelentes, unos diálogos hilados con finura admirable, pero sobre todo, por la escena en que Leo hace una demostración de sus habilidades con el fusil, con el tocadiscos, el puro, la casa.... Sólo por esa escena merece la pena ser vista.

7,9
133.367
4
18 de noviembre de 2010
18 de noviembre de 2010
45 de 69 usuarios han encontrado esta crítica útil
"Azúcar, especias, y muchas cosas bonitas... Fueron los ingredientes escogidos para crear una peliculita perfecta, pero el profesor Tim Burton añadió un sólo elemento más a la poción: Una raspa de pescado. Así nació: ¡¡BIG FISH!!
Y ahora con sus Ultra-súper-trolas, consagra su vida a mentir al personal, y a que además le quieran por ello..."
Porque, el mayor super poder que tiene Big Fish, es la capacidad de contagiar a la gente con una potentísima espora del síndrome de Estocolmo.
La cual, abduce, con una música muy mágica y bonita, y una voz en off contagiosa y poderosa, y te secuestra, te infla a azúcar, a fábulas rebuscadas tan llenas de imaginación extravagante cómo vacías de auténtico sentido, fondo y sentimiento, todo ello en una sucesión mecánica y sin el más mínimo sentido de la cohesión. Porque la historia de Edward Bloom es una sucesión de historias divertidas e imaginativas por separado, que no pertenecen a ningún conjunto, y que lo mismo que están, podrían no estar y el resultado seguiría siendo el mismo.
BIG FISH, no es un pez grande, es un pez corriente y muy pequeño, con muy poco que decir, lo que pasa es que está más cargado que un árbol de navidad. Tiene bolas brillantes, bombillas de colores, muñequitos graciosos y bonitos... pero seguro que a nadie se le ocurre pensar que su árbol de navidad es una obra de arte, o que su árbol es mejor y más grande que un naranjo, ¿verdad? Ni que sus bolas brillantes son poéticas ni sus bombillas misteriosas y mágicas. Un árbol de navidad es un elemento corriente y sin utilidad recargado de adornos resultones para alegrar un poco la casa por navidad. Big Fish es lo mismo, sólo que vendido como un árbol venido de un país muy, muy lejano, o como una obra de arte.
Son todo coletillas, adornos, lucecitas, frases bonitas: azúcar, especias y muchas cosas bonitas. No es un buen guiso de grandes ingredientes, ni siquiera ingredientes normales bien guisados, es un conjunto de ingredientes apilados pero sin guisar.
No hay guiso, no. No hay nada, el final ¿emotivo?, es, en realidad, una tontería, ¿mensaje? nada, una trola como una casa. Tim Burton se aplica el cuento que se trae aquí y hace exactamente lo mismo que Edward Bloom: te cuenta una historia simplísima y sin fondo real, pero ultra-mega recargado y te dice: (¡¡En spoiler, sin destripes!!)
Y ahora con sus Ultra-súper-trolas, consagra su vida a mentir al personal, y a que además le quieran por ello..."
Porque, el mayor super poder que tiene Big Fish, es la capacidad de contagiar a la gente con una potentísima espora del síndrome de Estocolmo.
La cual, abduce, con una música muy mágica y bonita, y una voz en off contagiosa y poderosa, y te secuestra, te infla a azúcar, a fábulas rebuscadas tan llenas de imaginación extravagante cómo vacías de auténtico sentido, fondo y sentimiento, todo ello en una sucesión mecánica y sin el más mínimo sentido de la cohesión. Porque la historia de Edward Bloom es una sucesión de historias divertidas e imaginativas por separado, que no pertenecen a ningún conjunto, y que lo mismo que están, podrían no estar y el resultado seguiría siendo el mismo.
BIG FISH, no es un pez grande, es un pez corriente y muy pequeño, con muy poco que decir, lo que pasa es que está más cargado que un árbol de navidad. Tiene bolas brillantes, bombillas de colores, muñequitos graciosos y bonitos... pero seguro que a nadie se le ocurre pensar que su árbol de navidad es una obra de arte, o que su árbol es mejor y más grande que un naranjo, ¿verdad? Ni que sus bolas brillantes son poéticas ni sus bombillas misteriosas y mágicas. Un árbol de navidad es un elemento corriente y sin utilidad recargado de adornos resultones para alegrar un poco la casa por navidad. Big Fish es lo mismo, sólo que vendido como un árbol venido de un país muy, muy lejano, o como una obra de arte.
Son todo coletillas, adornos, lucecitas, frases bonitas: azúcar, especias y muchas cosas bonitas. No es un buen guiso de grandes ingredientes, ni siquiera ingredientes normales bien guisados, es un conjunto de ingredientes apilados pero sin guisar.
No hay guiso, no. No hay nada, el final ¿emotivo?, es, en realidad, una tontería, ¿mensaje? nada, una trola como una casa. Tim Burton se aplica el cuento que se trae aquí y hace exactamente lo mismo que Edward Bloom: te cuenta una historia simplísima y sin fondo real, pero ultra-mega recargado y te dice: (¡¡En spoiler, sin destripes!!)
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
"En realidad, lo que hay es una nadería, pero, si te cuento la nadería, ¿te va gustar? no, pues por eso la cargo de azúcar, especias y muchas cosas bonitas; pero, ¿¿a que por eso me quieres, hijo?? ¿¿a qué molo porque me las marco??, ¡sí!, porque marcárselas, mentirse a uno mismo y a los demás, adornar la realidad, es súper genial, porque tus trolas permanecerán y se las creerán tus hijos, y los hijos de tus hijos, y sus hijos, y sus hijos, y así, hasta el fin de los tiempos... y el hombre, se hace inmortal, y se convierte en un pez, en realidad pequeño, pero inflado… precioso, ¿verdad?"
Lo extraño, no es que Tim diga eso, lo extraño es que haya tanta gente que diga: "Sí, es genial, molas re-molas, papi Tim, precioso todo (= a nada) lo que me has dicho".
La única explicación posible, el Síndrome de Estocolmo. Así, según esta teoría, el secuestro y posterior abuso fantástico-fabulístico compulsivo del profesor Tim, crea un lazo de complicidad y afecto entre las víctimas y el hacedor de de dichos abusos fantasiosos, algo común en dicha patología.
Así, espero que mi crítica les haga reflexionar sobre sus relaciones parentesco-afectivas hacia Tim, que, en esta ocasión, no es merecedor de dicho afecto, pese a sus métodos engañosos. Supongo a mí no me ha afectado porque soy como el protagonista, no escucho a las figuras paternas, en este caso encarnadas por el profesor Tim Burton. Y el intento de moraleja, no me dice nada, porque és una tontería: Adornate la realidad para ser más feliz... ya está. ¿Tanto cuento para eso?
No le quitaré el mérito tampoco, de no construir una mentira altamente divertida, entretenida y graciosa. Eso tampoco, si algo hay aquí, son: AZÚCAR, ESPECIAS, Y MUCHAS COSAS BONITAS. Nada más.
Lo extraño, no es que Tim diga eso, lo extraño es que haya tanta gente que diga: "Sí, es genial, molas re-molas, papi Tim, precioso todo (= a nada) lo que me has dicho".
La única explicación posible, el Síndrome de Estocolmo. Así, según esta teoría, el secuestro y posterior abuso fantástico-fabulístico compulsivo del profesor Tim, crea un lazo de complicidad y afecto entre las víctimas y el hacedor de de dichos abusos fantasiosos, algo común en dicha patología.
Así, espero que mi crítica les haga reflexionar sobre sus relaciones parentesco-afectivas hacia Tim, que, en esta ocasión, no es merecedor de dicho afecto, pese a sus métodos engañosos. Supongo a mí no me ha afectado porque soy como el protagonista, no escucho a las figuras paternas, en este caso encarnadas por el profesor Tim Burton. Y el intento de moraleja, no me dice nada, porque és una tontería: Adornate la realidad para ser más feliz... ya está. ¿Tanto cuento para eso?
No le quitaré el mérito tampoco, de no construir una mentira altamente divertida, entretenida y graciosa. Eso tampoco, si algo hay aquí, son: AZÚCAR, ESPECIAS, Y MUCHAS COSAS BONITAS. Nada más.
10
20 de noviembre de 2010
20 de noviembre de 2010
22 de 24 usuarios han encontrado esta crítica útil
NO es simplemente una de mis películas favoritas, tengo varias en esa lista, las que me gustan mucho, me encantan todas, pese a que muchas las reconozco imperfectas, bueno, muchas no, todas menos esta.
Claro, que no es que tenga yo la verdad suprema, ni mucho menos, y la mayoría puede que le hallen algunos defectos (pocos, comprobado, que la mayoría de la gente la reconoce muy buena), pero para mí, a esta película no le falta de nada. Puede que le sobre algo de metraje, tal vez, pero tiene todo, todo lo que yo necesito en una película, y no está estirada, es sólo que la peli es tranquila, que no tediosa, porque és reflexiva. Como sea, he aquí una película innegablemente completa:
De primeras, como toda narración, cuenta una historia: Una extraña criatura ataca un poblado, el príncipe Ashitaka se dispone a salvar a su gente, tras una magníficamente animada escena, acaba con la criatura. Era Nago, Dios Jabalí (Dios según tradición ancestral japonesa es algo así como espíritu divino de la naturaleza, los cuales pueblan el mundo natural, y forman parte de él, de modo que un río, por ejemplo, puede tomar una forma física, como el dragón de El viaje de Chihiro, y dañar la naturaleza los debilita y viceversa, son uno con la Madre Tierra), que debido a un fuerte sufrimiento se consumió de odio y se corrompió, transformándose en un dios maligno, un demonio (podría decirse que se pasó al Lado Oscuro). El origen de dicho sufrimiento era una bola de hierro encontrada en su cuerpo. En el último instante, la bestia maldice a Ashitaka, la herida de su brazo ha sido infectada por su fuerza maligna. Por haber matado a Nago, quebrantando así las leyes sagradas (¡mató a un Dios!), Ashitaka es desterrado. Su única esperanza radica en viajar al Gran Bosque y encontrar al Espíritu del Bosque, que tiene poder sobre la vida, “el da la vida y la quita, es privilegio suyo”.
La historia a secas, ya de por sí, es una preciosa y original (nada igual a esto hay) aventura épico-fantástica, muy sólida y bien contada, los hechos se van devanando y ampliando los temas que tocan, entre ellos, los personajes principales:
-Lady Eboshi: señora feudal idealista, que ha estado explotando el terreno en busca de minerales para su fundición, en beneficio de su ciudad, y de todos sus habitantes: Leprosos a los que ella atiende, prostitutas a las que compra para darles trabajo en su ciudad… ¿Villana? Sus intenciones son buenas, ella busca lo mejor para sus seres queridos, sus chicas (aquí se incluye un claro, potente y ambiguo alegato feminista, muy necesario en Japón, un país claramente machista), y si para ello se tiene que pasar por el forro el respeto a la Sagrada Naturaleza… desgraciadamente lo hace. Esto se llama humanidad, ambigüedad, no-maniqueísmo, profundizar en personajes reales, humanos, y matizados.
(Sigue en Spoiler, espacio).
Claro, que no es que tenga yo la verdad suprema, ni mucho menos, y la mayoría puede que le hallen algunos defectos (pocos, comprobado, que la mayoría de la gente la reconoce muy buena), pero para mí, a esta película no le falta de nada. Puede que le sobre algo de metraje, tal vez, pero tiene todo, todo lo que yo necesito en una película, y no está estirada, es sólo que la peli es tranquila, que no tediosa, porque és reflexiva. Como sea, he aquí una película innegablemente completa:
De primeras, como toda narración, cuenta una historia: Una extraña criatura ataca un poblado, el príncipe Ashitaka se dispone a salvar a su gente, tras una magníficamente animada escena, acaba con la criatura. Era Nago, Dios Jabalí (Dios según tradición ancestral japonesa es algo así como espíritu divino de la naturaleza, los cuales pueblan el mundo natural, y forman parte de él, de modo que un río, por ejemplo, puede tomar una forma física, como el dragón de El viaje de Chihiro, y dañar la naturaleza los debilita y viceversa, son uno con la Madre Tierra), que debido a un fuerte sufrimiento se consumió de odio y se corrompió, transformándose en un dios maligno, un demonio (podría decirse que se pasó al Lado Oscuro). El origen de dicho sufrimiento era una bola de hierro encontrada en su cuerpo. En el último instante, la bestia maldice a Ashitaka, la herida de su brazo ha sido infectada por su fuerza maligna. Por haber matado a Nago, quebrantando así las leyes sagradas (¡mató a un Dios!), Ashitaka es desterrado. Su única esperanza radica en viajar al Gran Bosque y encontrar al Espíritu del Bosque, que tiene poder sobre la vida, “el da la vida y la quita, es privilegio suyo”.
La historia a secas, ya de por sí, es una preciosa y original (nada igual a esto hay) aventura épico-fantástica, muy sólida y bien contada, los hechos se van devanando y ampliando los temas que tocan, entre ellos, los personajes principales:
-Lady Eboshi: señora feudal idealista, que ha estado explotando el terreno en busca de minerales para su fundición, en beneficio de su ciudad, y de todos sus habitantes: Leprosos a los que ella atiende, prostitutas a las que compra para darles trabajo en su ciudad… ¿Villana? Sus intenciones son buenas, ella busca lo mejor para sus seres queridos, sus chicas (aquí se incluye un claro, potente y ambiguo alegato feminista, muy necesario en Japón, un país claramente machista), y si para ello se tiene que pasar por el forro el respeto a la Sagrada Naturaleza… desgraciadamente lo hace. Esto se llama humanidad, ambigüedad, no-maniqueísmo, profundizar en personajes reales, humanos, y matizados.
(Sigue en Spoiler, espacio).
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
- La “Princesa Mononoke”, que no es que se llame así, Mononoke es un término japonés que viene a significar “espíritu vengador”, y es así como llaman los habitantes de la Ciudad del Hierro a San -nombre de la chica- , pues esta siempre los ataca a lomos de lobos gigantescos, del clan de los lobos del bosque (lobos-espíritus de la naturaleza, como Nago), y actúa como su princesa, pues ha sido criada por Moron la Jefa del clan de los lobos (perla de personaje secundario con una frase genial: “esperaba que gritaras mientras dormías para así poder acallar tu voz de un mordisco en cuello”). Ella, por tanto odia a los humanos, que destruyen su hábitat, a los que además les guarda el rencor de su pasado. Sin embargo, al conocer a Ashitaka, su naturaleza salvaje se verá enfrentada a su parcela humana…
Así, en medio de esa lucha, Ashitaka intentará poner fin al altercado, en un frente abierto al que se añadirán otros personajes, como el cazador, que llevarán la lucha a sus últimas consecuencias… Última media hora inmensa, épica, de grandes posibilidades, que acaba en un final, para mí perfecto, reflexivo para con el factor humano y la naturaleza y que transmite con inmensa claridad el mensaje conciliador de Miyazaki.
Por ello la encuentro perfecta: Perfecta como historia de aventuras, pues mezcla elementos épicos, como guerras, y de fábula, con sus espíritus, y demás elementos mitológicos. Perfecta como retrato de aspectos humanos: cada personaje tiene su historia, y cada historia les reporta unos ideales, todos comprensibles desde su punto de vista, todos en conflicto y/o compenetrado con otro, en un torbellino de ideales y objetivos, cargados de ambición, egoísmo, afán conciliador, afán destructor, amor, odio, paz, guerra…
Y perfecta como mensaje, no ya ecologista, eso es simplificar, sino de humanidad, respeto y tolerancia para con la naturaleza y para con nosotros mismo. Y huelga decir que la animación, la música y todos los aspectos técnicos son impresionante aún hoy, y que sus dibujos transpiran más realidad, magia, poesía y vida que muchas película “reales”.
Preciosa. Y perfecta. Para mí, por siempre.
P.D: ¿Soy el único que piensa que James Cameron se inspiró en esta para su Avatar? Si os gustó, mirad esta, difieren en que esta tiene auténtica “CALIDAD”.
P.D 2: No soy un gran fan del anime, un "freak" (con todo el respeto, freak del cine si soy) simplemente lo pongo a la altura de cualquier película, sólo importa la calidad del Cine, y aquí es excelsa.
Así, en medio de esa lucha, Ashitaka intentará poner fin al altercado, en un frente abierto al que se añadirán otros personajes, como el cazador, que llevarán la lucha a sus últimas consecuencias… Última media hora inmensa, épica, de grandes posibilidades, que acaba en un final, para mí perfecto, reflexivo para con el factor humano y la naturaleza y que transmite con inmensa claridad el mensaje conciliador de Miyazaki.
Por ello la encuentro perfecta: Perfecta como historia de aventuras, pues mezcla elementos épicos, como guerras, y de fábula, con sus espíritus, y demás elementos mitológicos. Perfecta como retrato de aspectos humanos: cada personaje tiene su historia, y cada historia les reporta unos ideales, todos comprensibles desde su punto de vista, todos en conflicto y/o compenetrado con otro, en un torbellino de ideales y objetivos, cargados de ambición, egoísmo, afán conciliador, afán destructor, amor, odio, paz, guerra…
Y perfecta como mensaje, no ya ecologista, eso es simplificar, sino de humanidad, respeto y tolerancia para con la naturaleza y para con nosotros mismo. Y huelga decir que la animación, la música y todos los aspectos técnicos son impresionante aún hoy, y que sus dibujos transpiran más realidad, magia, poesía y vida que muchas película “reales”.
Preciosa. Y perfecta. Para mí, por siempre.
P.D: ¿Soy el único que piensa que James Cameron se inspiró en esta para su Avatar? Si os gustó, mirad esta, difieren en que esta tiene auténtica “CALIDAD”.
P.D 2: No soy un gran fan del anime, un "freak" (con todo el respeto, freak del cine si soy) simplemente lo pongo a la altura de cualquier película, sólo importa la calidad del Cine, y aquí es excelsa.

7,7
13.498
5
20 de noviembre de 2010
20 de noviembre de 2010
37 de 55 usuarios han encontrado esta crítica útil
Viendo la alta puntuación de esta peli, las críticas tan sentidas, sabiendo que el estilo de Yimou me gusta, con su maestro control sobre las formas, y un espectacular uso de fotografía e imagen, y pensando que Zhang Ziyi estaría tan genial en su papel como en Las Casa de las Dagas Voladoras o Memorias de una Geisha... pensé que esta película me gustaría.
Si era sólo una historia de amor, creí que sería hermosa y muy profunda... Menudo romance habrá hecho Yimou, igual hoy lloro...
Pues no, al final ni lloré ni nada. La peli tiene claro su objetivo, y como tal es sólida, ello implica que todo aquel que logre conectar con la Ziyi, puede que la encuentre redonda, perfecta, un buen retrato del amor a primera vista... en teoría. La historia es tan simple, tan lineal, tan sosa, tan poca cosa… Tal y como he leído en una crítica por aquí, es que si no fuera por la voz en off parecería un documental sobre un camino... Y sin embargo el valor de la peli, comprendo, radica ahí, en esa simpleza que bien puede resultarte nada o puede serlo todo. A mí, me sabe más bien a nada. Y además no conecto con ella, porque no me la creo…
Para empezar, aquí la Ziyi está esforzada pero muy, muy rara, parece una mezcla entre un teletubbie “correteante” y una niña embobada... esto último está bien, porque de eso va el tema, una niña que se emboba con un chico... ¿Amor? ¿Flechazo? Hasta los flechazos tienen que tener una base, un encuentro, un beso, un algo a lo que agarrarse para que resulte creíble. Porque esta es una de las historias de amor más poco creíbles que he visto. En mi barrio, a eso no lo llamamos amor, lo llamamos "enchoche". Y con el enchoche no puedo conectar, de ninguna manera... pues dicho enchoche aflora, pero no arraiga, no se agarra a ningún lado, su enchoche no avanza... los protas están toda la peli en la misma situación.
Luego, para que un flechazo resulte, los actores tienen que ser buenos y desatar una química... Como en Deseando Amar, de Kar-Wai, en la que tampoco hablaban casi, era todo cuestión de gestos y sin embargo los protas tenían química, sus gestos hablaban más que las palabras y los modos de Kar-Wai la hacían sólida, cuando era simplísima, pero aquí… Aquí, la Ziyi está rarita, pero es que el chico está inexistente... Ese tipo no desprende nada, ni me creo que la quiera, ni me creo que ella lo quiera... y no es porque ella sea guapa y el muy feo, que también, sino porque ese tipo es de lo más soso y anti carismático que he visto en años...
Es una peli muy especialita, puedo entender que en un estado de ánimo muy concreto en un momento de calma especial y con una predisposición determinada te pueda captar.... sin embargo conmigo no la ha hecho. Sólo en muy determinados momentos, gracias sobre todo al uso de música y fotografía me llegó algo de encanto pero el cual no tiene un sustento real y se desvaneció pronto.
Si era sólo una historia de amor, creí que sería hermosa y muy profunda... Menudo romance habrá hecho Yimou, igual hoy lloro...
Pues no, al final ni lloré ni nada. La peli tiene claro su objetivo, y como tal es sólida, ello implica que todo aquel que logre conectar con la Ziyi, puede que la encuentre redonda, perfecta, un buen retrato del amor a primera vista... en teoría. La historia es tan simple, tan lineal, tan sosa, tan poca cosa… Tal y como he leído en una crítica por aquí, es que si no fuera por la voz en off parecería un documental sobre un camino... Y sin embargo el valor de la peli, comprendo, radica ahí, en esa simpleza que bien puede resultarte nada o puede serlo todo. A mí, me sabe más bien a nada. Y además no conecto con ella, porque no me la creo…
Para empezar, aquí la Ziyi está esforzada pero muy, muy rara, parece una mezcla entre un teletubbie “correteante” y una niña embobada... esto último está bien, porque de eso va el tema, una niña que se emboba con un chico... ¿Amor? ¿Flechazo? Hasta los flechazos tienen que tener una base, un encuentro, un beso, un algo a lo que agarrarse para que resulte creíble. Porque esta es una de las historias de amor más poco creíbles que he visto. En mi barrio, a eso no lo llamamos amor, lo llamamos "enchoche". Y con el enchoche no puedo conectar, de ninguna manera... pues dicho enchoche aflora, pero no arraiga, no se agarra a ningún lado, su enchoche no avanza... los protas están toda la peli en la misma situación.
Luego, para que un flechazo resulte, los actores tienen que ser buenos y desatar una química... Como en Deseando Amar, de Kar-Wai, en la que tampoco hablaban casi, era todo cuestión de gestos y sin embargo los protas tenían química, sus gestos hablaban más que las palabras y los modos de Kar-Wai la hacían sólida, cuando era simplísima, pero aquí… Aquí, la Ziyi está rarita, pero es que el chico está inexistente... Ese tipo no desprende nada, ni me creo que la quiera, ni me creo que ella lo quiera... y no es porque ella sea guapa y el muy feo, que también, sino porque ese tipo es de lo más soso y anti carismático que he visto en años...
Es una peli muy especialita, puedo entender que en un estado de ánimo muy concreto en un momento de calma especial y con una predisposición determinada te pueda captar.... sin embargo conmigo no la ha hecho. Sólo en muy determinados momentos, gracias sobre todo al uso de música y fotografía me llegó algo de encanto pero el cual no tiene un sustento real y se desvaneció pronto.

6,7
34.900
5
19 de agosto de 2011
19 de agosto de 2011
25 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Pues había una vez, en un barrio muy bonito, con casitas cuquis por un tubo, una familia que tenía una hija por año, hasta juntarse casi media docena. Si se posaban una junto a la otra en orden de nacimiento, tenías una escalera de rubitas bonitas y relucientes. Pues bueno, unos chavales, que pululan por ese bonito barrio de casas de caramelo y frutas escarchadas, están súper enamorados de ellas, como no. Y 20 años después que las susodichas dejen ese horrible mundo, rememoran.
Pues se supone que “la Sofi” nos venía a contar aquí una historia dramática y turbadora. Los ingredientes no faltan: Adolescentes, padres estrictos, y suicidios.
La primera en irse es Cecilia. Pues bien, todos los elementos que sirven al retrato de su personaje se reducen a una frase: "Usted no sabe lo que es ser una chica de trece años." Después viene el harakiri y después, hala, si quieres saber que es lo que sentía, o le pasaba por la cabeza a la chavala de trece años para llegar a eso, te quedas con las ganas. Al igual que siempre que intentes buscar razón de ser en esta superficial no, plenamente vacía película. Pura esencia de los más acartonados estereotipos familiares, ni siquiera esbozados, si no pegados sin forma ni contorno de la forma más brusca y ramplona:
-De las chicas solo sabremos su nombre, y ninguna está desarrollada si quiera superficialmente: sólo nos acordaremos que la más chica muere primero y que la más cachonda la interpretaba Kisten Dunts. A las otras tres sólo podemos definirlas con el adjetivo de "ausentes", o sea que si no estuvieran, pues lo mismo habría sido, pero la cosa como que impresiona más si son cinco.
-Y los padres estrictos presentan esta naturaleza: Se supone que están siempre encima de las niñas, pero cuando les montan una fiesta a las pipiolas por recomendación del psicólogo, pues resulta que sólo invitan chavales. En ese barrio no hay más niñas. Sólo ellas. Velan por la integridad de sus hijas, y luego les dejan el sótano y les mandan un chavalín para cada una... A mí me parece que se portan de puta madre ahí. Lo mismo pasa cuando Josh Hartnett le pide al padre llevar a Lux al baile: aquí o todos moros o todos cristianos, quiero un amiguito para cada una, si no nada. La madre apenas habla durante toda la peli, pero lleva un crucifijo en relieve sobre el pecho. Está claro que es una puritana estricta y veladora de la moral. Y es tan lista ella que obliga a la niña a quemar la música rock -¡la carga el diablo! ¡Se sabe!- en la chimenea "ultimo catálogo del ikea" para atestar la casa de humo negro y asfixiante, pero da igual: ahí se demuestra que la madre no anda con chiquitas, ¡JA!
Tampoco comprenden que es eso de la individualidad: Resulta que una se pasa la noche entera por ahí de revolcones con el Hartnett, y castigan a todas, sin distinción, y ya ni siquiera las dejan ir al instituto. Pero ellos se consideran unos padres geniales.
SIGUE EN SPOILER, por espacio.
Pues se supone que “la Sofi” nos venía a contar aquí una historia dramática y turbadora. Los ingredientes no faltan: Adolescentes, padres estrictos, y suicidios.
La primera en irse es Cecilia. Pues bien, todos los elementos que sirven al retrato de su personaje se reducen a una frase: "Usted no sabe lo que es ser una chica de trece años." Después viene el harakiri y después, hala, si quieres saber que es lo que sentía, o le pasaba por la cabeza a la chavala de trece años para llegar a eso, te quedas con las ganas. Al igual que siempre que intentes buscar razón de ser en esta superficial no, plenamente vacía película. Pura esencia de los más acartonados estereotipos familiares, ni siquiera esbozados, si no pegados sin forma ni contorno de la forma más brusca y ramplona:
-De las chicas solo sabremos su nombre, y ninguna está desarrollada si quiera superficialmente: sólo nos acordaremos que la más chica muere primero y que la más cachonda la interpretaba Kisten Dunts. A las otras tres sólo podemos definirlas con el adjetivo de "ausentes", o sea que si no estuvieran, pues lo mismo habría sido, pero la cosa como que impresiona más si son cinco.
-Y los padres estrictos presentan esta naturaleza: Se supone que están siempre encima de las niñas, pero cuando les montan una fiesta a las pipiolas por recomendación del psicólogo, pues resulta que sólo invitan chavales. En ese barrio no hay más niñas. Sólo ellas. Velan por la integridad de sus hijas, y luego les dejan el sótano y les mandan un chavalín para cada una... A mí me parece que se portan de puta madre ahí. Lo mismo pasa cuando Josh Hartnett le pide al padre llevar a Lux al baile: aquí o todos moros o todos cristianos, quiero un amiguito para cada una, si no nada. La madre apenas habla durante toda la peli, pero lleva un crucifijo en relieve sobre el pecho. Está claro que es una puritana estricta y veladora de la moral. Y es tan lista ella que obliga a la niña a quemar la música rock -¡la carga el diablo! ¡Se sabe!- en la chimenea "ultimo catálogo del ikea" para atestar la casa de humo negro y asfixiante, pero da igual: ahí se demuestra que la madre no anda con chiquitas, ¡JA!
Tampoco comprenden que es eso de la individualidad: Resulta que una se pasa la noche entera por ahí de revolcones con el Hartnett, y castigan a todas, sin distinción, y ya ni siquiera las dejan ir al instituto. Pero ellos se consideran unos padres geniales.
SIGUE EN SPOILER, por espacio.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Después están los chavales, la peli nos retrata muy bien a los adolescentes: "Supimos lo que era ser una chica y como el serlo te hacía soñar y saber qué colores combinaban bien". Veraz e indiscutible reflejo del interés que despiertan las chicas en los adolescentes: El secreto de saber combinar bien los colores no puede pertenecerlas a ellas por siempre, hay que arrebatarles esa sabiduría ancestral. Esa, y no otra, es la preocupación de todo muchacho de instituto.
Al final resulta, que hay un suicidio en masa y no sabes ni porqué, y te quedas igual que antes de ver la peli, cuando al leer la sinopsis dices: "Pues se ve que va de unas chavalas con una educación y entorno muy estrictos que en su agobio se suicidan". Y ves la peli, y sin saber bien cómo, incluso la disfrutas y te envuelves en su esteticismo relamido, y dices "Qué bonita", como es mi caso –aunque no tiene porqué pasar- pero no dejas de darte cuenta que son 90 minutos de repletos escenas chorras y conceptos vacuos hasta el extremo, siendo que lo más recordable del asunto son anécdotas irónicamente humorísticas.... y que sales sabiendo lo mismo del de drama de ellas y su entorno que cuando entraste: NADA, pues eso es lo que retrata la película, que no tiene ninguna chicha.
Uno no deja de sorprenderse al admirar la visión de la sociedad americana y pija de los años 70 que tiene Sofía Coppola. A mi sinceramente me daría vergüenza tener más de 18 años y firmar una película sobre adolescentes y familias como esta. No por mala, sino por insustancial (para muestra el título de mi crítica). Qué con el material del que se dispone, tiene delito.
Pues eso chicos, que se ve -digo yo, aunque no estoy seguro- que su vida era una mierda y nos dejaron para siempre. Ahora sigamos indagando en su historia y aprendamos a combinar la ropa por colores. Es lo único importante.
Al final resulta, que hay un suicidio en masa y no sabes ni porqué, y te quedas igual que antes de ver la peli, cuando al leer la sinopsis dices: "Pues se ve que va de unas chavalas con una educación y entorno muy estrictos que en su agobio se suicidan". Y ves la peli, y sin saber bien cómo, incluso la disfrutas y te envuelves en su esteticismo relamido, y dices "Qué bonita", como es mi caso –aunque no tiene porqué pasar- pero no dejas de darte cuenta que son 90 minutos de repletos escenas chorras y conceptos vacuos hasta el extremo, siendo que lo más recordable del asunto son anécdotas irónicamente humorísticas.... y que sales sabiendo lo mismo del de drama de ellas y su entorno que cuando entraste: NADA, pues eso es lo que retrata la película, que no tiene ninguna chicha.
Uno no deja de sorprenderse al admirar la visión de la sociedad americana y pija de los años 70 que tiene Sofía Coppola. A mi sinceramente me daría vergüenza tener más de 18 años y firmar una película sobre adolescentes y familias como esta. No por mala, sino por insustancial (para muestra el título de mi crítica). Qué con el material del que se dispone, tiene delito.
Pues eso chicos, que se ve -digo yo, aunque no estoy seguro- que su vida era una mierda y nos dejaron para siempre. Ahora sigamos indagando en su historia y aprendamos a combinar la ropa por colores. Es lo único importante.
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