Un soldado estadounidense queda mutilado tras una explosión en la Primera Guerra Mundial. Es mantenido vivoen un hospital, sin brazos ni piernas ni cara, sordo, ciego y mudo, pero capaz de pensar racionalmente.
Se nos muestran los recuerdos del protagonista (en color) y los acontecimientos en el hospital (en blanco y negro) en primera persona, mientras desciende al infierno en que se ha convertido su tortuosa existencia.
Demoledora y escalofriante película antibelicista. Absolutamente imprescindible.

Excelente fotografía, música y guión, una historia aparentemente simple pero envolvente y muy triste. Es una película en la que no hay demasiados diálogos ya que Ada es muda y transmite sus sentimientos mediante el piano, y abre una vía de comunicación sugerente.
Mención aparte merece el reparto: Harvey Keitel y Sam Neill brillantes y la precoz Anna Paquin se llevó el Oscar a mejor actriz secundaria con sólo 11 años. Holly Hunter borda su papel con su extraordinaria actuación y firma una de las mejores interpretaciones de la década, llevándose merecidamente el Oscar a la mejor actriz.

La mejor obra del genial grupo de actores inglés. Película tronchante de principio a fin, un guión excelente, con diálogos que son ya míticos. El mejor argumento para ver esta película es que casi 30 años después de su estreno siga haciendo reír como el primer día. Humor en mayúsculas.

El genio Kubrick firma esta obra maestra, que puede calificarse como un cuadro viviente. La colosal fotografía, el fabuloso vestuario y el genial guión hacen que sea una película tecnicamente perfecta. Además hay que añadirle el excelente nivel de las interpretaciones y la monumental música, que contiene obras de Händel, Mozart, Schubert, Vivaldi, Bach...

Tornatore nos sitúa en un pueblo siciliano durante la posguerra. Todos los vecinos se reúnen en el Cinema Paradiso, y la película nos muestra a través de los ojos del niño Toto una visión del cine clásico. Impecable película, llena de nostalgia y con un homenaje explícito al cine. Cuenta con un final de lo más emotivo, aderezado por la genial música de Ennio Morricone.