El truco final, el prestigio, es una historia de magia, envidia, amor: que se ubica en el Londres de finales del XIX, enfrentados hasta un nivel que asusta.
Es un film que te engancha, por la gran habilidad de su director por desordenar la trama a base de saltos en el tiempo.
Aunque está lejos de considerarse una obra maestra, "El truco final" es una más que correcta cinta que te mantiene atrapado dentro de un fantástico mundo lleno de odios, venganzas, fantasía, amor y ciencia-ficción.
A esto se le suma el magnífico elenco de actores y actrices, una magnífica ambientación y fotografía, y una música que acompaña con acierto cada escena y situación.
El desenlace es lo que hará que todo este conjunto mencionado se englobe positivamente o negativamente, todo depende de si la resolución será del gusto o no del espectador.

Hacía tiempo que una película no me mantenía así, pegada a la butaca, apasionada. La estructura es impecable, con ese desorden perfecto. El ritmo de la película es continuo. Toda la interpretación del truco consigue generar misterio y suspense como un perfecto ilusionista.

Me pareció genial de esta película es que en ningún momento se recurre a escenas de sexo, violencia extrema, temas nefastos o lenguaje vulgar, para mí eso es excelente, que no se recurra esas cosas para hacer una película a grandes rasgos interesante, es una historia llena de arte e impresionismo.
Es una excelente crítica de la sociedad, porque se refleja mucho de lo que hay y siempre ha habido, sin necesidad de hablar de caer en amarillismo y exageración, mostrando el lado corrupto de la ley.
Las actuaciones son buenas, sin exagerar, buenos efectos, la musicalización es muy buena y con un vestuario y ambientaciones que representan un simbolismo.
Quizás lo único lamentable de esta película es la poca difusión, puesto que de manera personal la desconocía, es lamentable que se le dé mayor publicidad a cintas que son buenas pero, no son tan impresionantes ni mucho menos dejan enseñanzas positivas como la amistad.