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6
18 de diciembre de 2011
18 de diciembre de 2011
8 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Film colectivo compuesto por 5 cortometrajes que fueron rodados en 5 ciudades distintas y dirigidos por 5 directores diferentes. Cada una de las historias relata una estafa supuestamente célebre y real.
Los episodios que componen la película son:
- Episodio Tokio: “Les Cinq Bienfaiteurs de Fumiko" (Hiromichi Horikawa).
- Episodio Ámsterdam: “El collar de diamantes” (Roman Polanski)
- Episodio Nápoles: “La Feuille du Route" (Ugo Gregoretti),
- Episodio Paris: “El hombre que vendió la torre Eiffel” (Claude Chabrol)
- Episodio Marrakech: "La gran Estafa" (Jean-Luc Godard)
Dentro de la película se destacan el segmento a cargo de Chabrol, en el que un timador consigue venderle a un pobre ingenuo la mismísima torre Eiffel, alegando que es de su propiedad.
También es muy recomendable el segmento dirigido por Roman Polanski, en donde una bella joven finge ser la esposa de un acaudalado marido para quedarse con un carísimo collar de perlas.
Como dato interesante se puede resaltar que este episodio sería la primera colaboración entre el genio de Polanski y el guionista Gérard Brach, quien se convertiría luego en el colaborador más estrecho a lo largo de toda su trayectoria.
Los episodios que componen la película son:
- Episodio Tokio: “Les Cinq Bienfaiteurs de Fumiko" (Hiromichi Horikawa).
- Episodio Ámsterdam: “El collar de diamantes” (Roman Polanski)
- Episodio Nápoles: “La Feuille du Route" (Ugo Gregoretti),
- Episodio Paris: “El hombre que vendió la torre Eiffel” (Claude Chabrol)
- Episodio Marrakech: "La gran Estafa" (Jean-Luc Godard)
Dentro de la película se destacan el segmento a cargo de Chabrol, en el que un timador consigue venderle a un pobre ingenuo la mismísima torre Eiffel, alegando que es de su propiedad.
También es muy recomendable el segmento dirigido por Roman Polanski, en donde una bella joven finge ser la esposa de un acaudalado marido para quedarse con un carísimo collar de perlas.
Como dato interesante se puede resaltar que este episodio sería la primera colaboración entre el genio de Polanski y el guionista Gérard Brach, quien se convertiría luego en el colaborador más estrecho a lo largo de toda su trayectoria.
21 de noviembre de 2011
21 de noviembre de 2011
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Interesantísima película de vampiros que se caracteriza por la ausencia de sangre a borbotones, de espejos maléficos, de crucifijos y de cualquiera de los elementos que suelen abundar en las películas de este tipo.
El vampiro que nos presenta la cinta es un chico de apariencia normal aunque misterioso, exitoso tanto en su vida personal como profesional, que lejos de frecuentar ambientes tenebrosos y lúgubres, lleva una vida bastante normal asistiendo a lugares comunes y corrientes en plena luz del día como lo haría cualquier mortal, solo que él no es cualquier mortal sino que es… un vampiro.
Lo más interesante de la película es la óptica con la que se trata el asunto de los “chupasangres”, la cual difiere bastante de lo que generalmente se nos ofrece en películas de este género, sobre todo en la actualidad. Aquí el tema del vampirismo se trata con respeto, se lo toma casi como si fuese una enfermedad: no hay placer ni malicia en el protagonista cada vez que mata a sus víctimas, sino que este lo hace solo por la necesidad de sobrevivir, sabiendo que de lo contrario está destinado a la muerte.
En cuento al elenco se destaca un joven y por entonces prometedor Jude Law, creando un vampiro muy a su estilo, con el toque justo de elegancia, encanto y misterio, muy lejos de las caracterizaciones que se ven hoy en día en donde los vampiros parecen salidos de un catalogo de Calvin Klein.
Película recomendada a todos quienes quieran ver una historia de vampiros distinta.
El vampiro que nos presenta la cinta es un chico de apariencia normal aunque misterioso, exitoso tanto en su vida personal como profesional, que lejos de frecuentar ambientes tenebrosos y lúgubres, lleva una vida bastante normal asistiendo a lugares comunes y corrientes en plena luz del día como lo haría cualquier mortal, solo que él no es cualquier mortal sino que es… un vampiro.
Lo más interesante de la película es la óptica con la que se trata el asunto de los “chupasangres”, la cual difiere bastante de lo que generalmente se nos ofrece en películas de este género, sobre todo en la actualidad. Aquí el tema del vampirismo se trata con respeto, se lo toma casi como si fuese una enfermedad: no hay placer ni malicia en el protagonista cada vez que mata a sus víctimas, sino que este lo hace solo por la necesidad de sobrevivir, sabiendo que de lo contrario está destinado a la muerte.
En cuento al elenco se destaca un joven y por entonces prometedor Jude Law, creando un vampiro muy a su estilo, con el toque justo de elegancia, encanto y misterio, muy lejos de las caracterizaciones que se ven hoy en día en donde los vampiros parecen salidos de un catalogo de Calvin Klein.
Película recomendada a todos quienes quieran ver una historia de vampiros distinta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Interesantísimo el giro que toma la cinta cuando el protagonista se enamora de una de sus víctimas y tiene que optar entre salvar la vida de su amada o la suya.

5,6
1.857
5
12 de abril de 2012
12 de abril de 2012
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
En 1960 el criminal nazi Adolf Eichmann fue detenido en Argentina y trasladado a Israel, país en donde fue juzgado y condenado por su contribución al proyecto denominado “Solución final al problema judío".
Antes del juicio fue sometido durante varios meses a duros interrogatorios con el fin de que admitiera su grado de culpabilidad en la elaboración de este plan siniestro, cuyo objetivo era la eliminación de toda la población judía de Europa.
La trama de la película de Robert Young se concentra en esta serie de interrogatorios que se le realizaron a Eichmann y a partir de ahí, y utilizando la técnica del flashback, se va mostrando el accionar y el grado de responsabilidad que este jerarca nazi tuvo durante la época del holocausto.
Sin dudas la película se deja ver, pero la trama presenta algunas fallas. Una de ellas es que no se ahonda demasiado en la compleja figura del protagonista, considerado un monstruo por algunos, mientras que para otros simplemente era un operario dentro de un sistema basado en actos de exterminio.
A su vez hay momentos en la película en los que se hace demasiado foco en aspectos de la vida privada del abogado que lo interroga, logrando escenas que no aportan demasiado a la trama.
La BSO y la ambientación del Israel de los años 60 son correctas, no así las escenas en donde se recrea el holocausto que son mas bien pobres y que le dan a la cinta un aspecto mas de telefilm, que de obra cinematográfica.
Por el lado de los aciertos lo mejor sin dudas es Thomas Krestchmann, que ofrece una interpretación contenida, sin histrionismos, correcta en modos y maneras, algo que se ha convertido prácticamente y con el paso de los años en marca de la casa del siempre acertado actor alemán. Del resto del elenco se destaca Stephen Fry en el rol del ministro Tormer.
En síntesis, para mirar sin demasiadas expectativas.
Antes del juicio fue sometido durante varios meses a duros interrogatorios con el fin de que admitiera su grado de culpabilidad en la elaboración de este plan siniestro, cuyo objetivo era la eliminación de toda la población judía de Europa.
La trama de la película de Robert Young se concentra en esta serie de interrogatorios que se le realizaron a Eichmann y a partir de ahí, y utilizando la técnica del flashback, se va mostrando el accionar y el grado de responsabilidad que este jerarca nazi tuvo durante la época del holocausto.
Sin dudas la película se deja ver, pero la trama presenta algunas fallas. Una de ellas es que no se ahonda demasiado en la compleja figura del protagonista, considerado un monstruo por algunos, mientras que para otros simplemente era un operario dentro de un sistema basado en actos de exterminio.
A su vez hay momentos en la película en los que se hace demasiado foco en aspectos de la vida privada del abogado que lo interroga, logrando escenas que no aportan demasiado a la trama.
La BSO y la ambientación del Israel de los años 60 son correctas, no así las escenas en donde se recrea el holocausto que son mas bien pobres y que le dan a la cinta un aspecto mas de telefilm, que de obra cinematográfica.
Por el lado de los aciertos lo mejor sin dudas es Thomas Krestchmann, que ofrece una interpretación contenida, sin histrionismos, correcta en modos y maneras, algo que se ha convertido prácticamente y con el paso de los años en marca de la casa del siempre acertado actor alemán. Del resto del elenco se destaca Stephen Fry en el rol del ministro Tormer.
En síntesis, para mirar sin demasiadas expectativas.
2 de noviembre de 2011
2 de noviembre de 2011
5 de 6 usuarios han encontrado esta crítica útil
“Le gamin au vélo” es la tercer película que veo de los hermanos Dardenne y probablemente no sea la última. Aquí la propuesta vuelve a tener un matiz social, como en el caso de la reconocida “Le Fils” ya que aborda el tema del abandono en la infancia, pero está rodada de una manera más vibrante y menos densa que cualquiera de sus trabajos anteriores.
La película nos cuenta la historia de Ciryl, un niño de 12 años huérfano de madre y a quien su padre abandona en un instituto para menores con la promesa de volver a buscarlo cuando su situación mejore. Pero esto no sucede jamás y el niño, quien se niega a aceptar la situación, busca por todos los medios el reencuentro con su progenitor hasta que se topa con la dura realidad: su padre le confiesa que ya no puede hacerse cargo de él y que lo mejor es que cada uno siga su camino.
Ciryl se queda solo en el mundo, no tiene nada ni a nadie y para colmo de males, están constantemente robándole lo único que posee: su bicicleta.
En medio de esta dramática historia aparecerá Samantha, una peluquera a quien Cyril conoce de casualidad y que se convertirá en su tutora y le permitirá pasar con ella los fines de semana. La misión de Samantha será la de compensar la falta de afecto que pone al niño al borde de la marginalidad de por vida. Pero no le será fácil, ella deberá luchar contra el odio y la rabia de Cyril y enseñarle que la violencia y la furia no son la respuesta a todas las injusticias del mundo en el que vivimos.
“Le gamin au vélo” es una película cruda y realista, pero esperanzadora. Aquí no se muestra a los personajes en términos de buenos o malos, culpables o inocentes, sino que se los muestra como personas cercanas, de carne y hueso, que se equivocan, que enfrentan momentos totalmente dramáticos, pero que también viven situaciones cotidianas alegres.
La película tiene el sello inconfundible de los hermanos Dardenne pero es más optimista y digerible que cualquiera de sus obras anteriores, por lo tanto es más fácil de ver.
En cuanto a las actuaciones hay que destacar la labor impecable de Cécile De France en el rol de Samantha. Con respecto al niño actor Thomas Doret...que decir... esta genial en su debut, se come la pantalla, nada que envidiarle a los actorcitos riquillos de Hollywood.
En sintesís: Película muy recomendada.
La película nos cuenta la historia de Ciryl, un niño de 12 años huérfano de madre y a quien su padre abandona en un instituto para menores con la promesa de volver a buscarlo cuando su situación mejore. Pero esto no sucede jamás y el niño, quien se niega a aceptar la situación, busca por todos los medios el reencuentro con su progenitor hasta que se topa con la dura realidad: su padre le confiesa que ya no puede hacerse cargo de él y que lo mejor es que cada uno siga su camino.
Ciryl se queda solo en el mundo, no tiene nada ni a nadie y para colmo de males, están constantemente robándole lo único que posee: su bicicleta.
En medio de esta dramática historia aparecerá Samantha, una peluquera a quien Cyril conoce de casualidad y que se convertirá en su tutora y le permitirá pasar con ella los fines de semana. La misión de Samantha será la de compensar la falta de afecto que pone al niño al borde de la marginalidad de por vida. Pero no le será fácil, ella deberá luchar contra el odio y la rabia de Cyril y enseñarle que la violencia y la furia no son la respuesta a todas las injusticias del mundo en el que vivimos.
“Le gamin au vélo” es una película cruda y realista, pero esperanzadora. Aquí no se muestra a los personajes en términos de buenos o malos, culpables o inocentes, sino que se los muestra como personas cercanas, de carne y hueso, que se equivocan, que enfrentan momentos totalmente dramáticos, pero que también viven situaciones cotidianas alegres.
La película tiene el sello inconfundible de los hermanos Dardenne pero es más optimista y digerible que cualquiera de sus obras anteriores, por lo tanto es más fácil de ver.
En cuanto a las actuaciones hay que destacar la labor impecable de Cécile De France en el rol de Samantha. Con respecto al niño actor Thomas Doret...que decir... esta genial en su debut, se come la pantalla, nada que envidiarle a los actorcitos riquillos de Hollywood.
En sintesís: Película muy recomendada.
Miniserie

6,6
58
7
16 de julio de 2012
16 de julio de 2012
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevada al cine y a la TV en incontables oportunidades, esta versión de 11 episodios (de media hora de duración cada uno) producida por la BBC es una de las adaptaciones más fieles que se hayan realizado de la novela de Charlotte Brontë.
No tiene la factura técnica impecable que ha caracterizado a las ultimas adaptaciones de la novela y la verdad es que la producción dista de ser perfecta, pero ha logrado un enfoque de gran fidelidad con respecto a la obra original.
Los diálogos en su mayoría son tomados tal cual y como salen en el libro y sus mas de 5 horas de duración le han permitido representar escenas importantes de la novela que en otras adaptaciones han sido recortadas o modificadas como la escena en donde aparece “la gitana clarividente” en la mansión de Thornfield.
Sin embargo este excesivo apego al texto por momentos le juega en contra, ya que en ocasiones las escenas se tornan demasiados largas y frías y no se transmite la tensión o pasión, que si pueden percibirse en muchos de los pasajes del libro. Por momentos la serie carece de ritmo o mejor dicho adopta el ritmo de un relato novelesco y no de un relato audiovisual.
En cuanto a las interpretaciones creo que Zelah Clarke da en el clavo como Jane Eyre en cuanto a la apariencia, ya que su contextura física coincide con la descripción de la heroína de la novela, y aunque su interpretación es correcta, por momentos le falta el carisma y la fuerza interpretativa, algo que supo lograr muy bien Ruth Wilson en la adaptación mas reciente de la BBC.
El que se sale de su papel, y que además es la razón principal por la que recomiendo el visionado de esta serie, es Timothy Dalton. La verdad que su interpretación como Mr. Rochester es la mejor que he visto de todas, realmente el personaje cobra vida en su cuerpo. Y es que el actor lo tiene y lo aporta todo: masculinidad, una portentosa presencia, una mirada enigmática a la vez que melancólica y el toque justo de humor e ironía.
Dalton logra capturar la esencia de Rochester, este héroe defectuoso con mal carácter y un pasado oculto que todavía le atormenta, de manera excepcional. No es tan edulcorado, ni tan sombrío, ni tan ofuscado como en versiones anteriores. A su interpretación no le falta nada. Y si algo sobra, son los halagos para su logradísima performance.
En síntesis, una notable adaptación que probablemente disfruten mas todos aquellos que hayan leído la novela.
No tiene la factura técnica impecable que ha caracterizado a las ultimas adaptaciones de la novela y la verdad es que la producción dista de ser perfecta, pero ha logrado un enfoque de gran fidelidad con respecto a la obra original.
Los diálogos en su mayoría son tomados tal cual y como salen en el libro y sus mas de 5 horas de duración le han permitido representar escenas importantes de la novela que en otras adaptaciones han sido recortadas o modificadas como la escena en donde aparece “la gitana clarividente” en la mansión de Thornfield.
Sin embargo este excesivo apego al texto por momentos le juega en contra, ya que en ocasiones las escenas se tornan demasiados largas y frías y no se transmite la tensión o pasión, que si pueden percibirse en muchos de los pasajes del libro. Por momentos la serie carece de ritmo o mejor dicho adopta el ritmo de un relato novelesco y no de un relato audiovisual.
En cuanto a las interpretaciones creo que Zelah Clarke da en el clavo como Jane Eyre en cuanto a la apariencia, ya que su contextura física coincide con la descripción de la heroína de la novela, y aunque su interpretación es correcta, por momentos le falta el carisma y la fuerza interpretativa, algo que supo lograr muy bien Ruth Wilson en la adaptación mas reciente de la BBC.
El que se sale de su papel, y que además es la razón principal por la que recomiendo el visionado de esta serie, es Timothy Dalton. La verdad que su interpretación como Mr. Rochester es la mejor que he visto de todas, realmente el personaje cobra vida en su cuerpo. Y es que el actor lo tiene y lo aporta todo: masculinidad, una portentosa presencia, una mirada enigmática a la vez que melancólica y el toque justo de humor e ironía.
Dalton logra capturar la esencia de Rochester, este héroe defectuoso con mal carácter y un pasado oculto que todavía le atormenta, de manera excepcional. No es tan edulcorado, ni tan sombrío, ni tan ofuscado como en versiones anteriores. A su interpretación no le falta nada. Y si algo sobra, son los halagos para su logradísima performance.
En síntesis, una notable adaptación que probablemente disfruten mas todos aquellos que hayan leído la novela.
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