You must be a loged user to know your affinity with Brosgos
Críticas ordenadas por utilidad
Movie added to list
Movie removed from list
An error occurred

4,6
17.175
1
23 de septiembre de 2016
23 de septiembre de 2016
18 de 34 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando se anunció este re-boot, personalmente me importó bien poco. Simplemente no me llamó la atención y no suelo tener interés en este tipo de películas. La recepción de los primeros trailers fue desastrosa y de pronto, mágicamente, lo que parecía una comedia se transformó en un choque generacional por un lado y una lucha contra el machismo por otro. Evidentemente, picó muy curiosidad: había que verla.
La vi una primera vez y me pareció una película pretenciosa y mala. Igual que una película de miedo que no dé algún susto o un drama que no conmueva un poco son fracasos, una comedia que no hace ni sonreír es un fracaso. Como esta. Ni siquiera entretiene, al contrario, aburre. Se pasa el tiempo esperando la siguiente situación que cuando pasa, resulta ser un continuo anticlímax de resolución pobre o excesiva. Eso sí, tratándose de un re-boot, es necesario buscar los elementos de comparación, motivo por el que revisé Ghostbusters (1984), película que hacía lustros que no veía. Posteriormente, tocaba un segundo visionado de la película que nos ocupa. Craso error. Si me pareció pretenciosa y mala antes, tras la revisión de su predecesora y un segundo visionado, la película de 2016 me pareció muy pretenciosa y muy mala. No resiste la comparación en ni un solo aspecto con la película realizada treinta años antes, que al menos, y dentro de lo fantástico, intenta ser verosímil. Es que ni siquiera en algo que yo daba por descontado, como es una mejora en los efectos especiales, se muestra salto cualitativo notorio alguno. Incluso su exceso hace que suceda al contrario. Y algo que eché de menos fue que en una comedia con elementos sobrenaturales y sobre fantasmas, no existiera alguna escena que me resultara un poco inquietante.
Apenas hay algún momento que incita a una media no, a un cuarto de sonrisa, a cargo de Wiig (cuyo papel de Erin Gilbert emularía a Aykroyd/Stantz) -quien interpreta el papel menos desdibujado del conjunto, todo hay que decirlo- y el de Higgins, que interpreta un papel secundario no, terciario diría yo. El resto es una continua muestra de incapacidad de la película para emular escenas y situaciones de la predecesora de 1984 y una durísima y ajustadísima competición para ver qué papel es más aburrido y cansino, si el de McKinnon/Holtzmann o el de Hemsworth/Kevin, papeles que por otra parte, no soportan la más mínima comparación con los de Murray/Venkman y Potts/Melnitz.
Me da por pensar que ante la ínfima calidad de la película comparada con la original (que tampoco es el summum del séptimo arte, ojo), la producción jugó a la polémica y a buscarse apoyos incondicionales arguyendo tonterías sobre discriminación de las cuatro actrices principales, poniendo con descaro el peso del asunto sobre las actrices por el mero hecho de serlo, en vez afrontar que lo que sucede es que hay un guion malo de solemnidad, unos diálogos mediocres en el mejor de los casos, y una producción, puesta en escena y dirección manifiestamente mejorables por decir algo. Sin duda, jugar por un lado a la polémica atrae público al cine (¡eh, conmigo lo consiguió!) y jugar la baza de la confrontación generacional y de género por otro, puede atraer a incondicionales capaces de tragar truños de este calibre: es un truño pero es nuestro truño.
La realidad es muchísimo más simple y prosaica: Wiig, McArthy, McKinnon y Jones, (y Hemsworth y Casey; aquí no se salva NADIE: ni el papel de Andy García puede hacer una mínima sombra al de David Margulies) se ven en la tesitura de interpretar unos personajes muy mal construidos y escritos. Y sí, son actores y actrices solventes, comediantes divertidos... si el guion y el personaje se lo permite, cosa que no sucede. Eso es todo lo que ha sucedido, por mucho que le pese a gente que sigue viviendo en una eterna infancia y que se ofende por un re-boot o a quienes necesitan ver un choque sociopolítico hasta en la forma de arquear las cejas del vecino para dar sentido a una vida tan pobre como la de los anteriores.
Es solo una película. Una película mala, malísima de acuerdo a lo que pretendía, una comedia que no hace reír. Pero solo una película, en la que a sus protagonistas y secundarios, les ha tocado tragar unos papeles indefendibles y una ruina de guion, bajo una dirección y puesta en escena deleznable.
La vi una primera vez y me pareció una película pretenciosa y mala. Igual que una película de miedo que no dé algún susto o un drama que no conmueva un poco son fracasos, una comedia que no hace ni sonreír es un fracaso. Como esta. Ni siquiera entretiene, al contrario, aburre. Se pasa el tiempo esperando la siguiente situación que cuando pasa, resulta ser un continuo anticlímax de resolución pobre o excesiva. Eso sí, tratándose de un re-boot, es necesario buscar los elementos de comparación, motivo por el que revisé Ghostbusters (1984), película que hacía lustros que no veía. Posteriormente, tocaba un segundo visionado de la película que nos ocupa. Craso error. Si me pareció pretenciosa y mala antes, tras la revisión de su predecesora y un segundo visionado, la película de 2016 me pareció muy pretenciosa y muy mala. No resiste la comparación en ni un solo aspecto con la película realizada treinta años antes, que al menos, y dentro de lo fantástico, intenta ser verosímil. Es que ni siquiera en algo que yo daba por descontado, como es una mejora en los efectos especiales, se muestra salto cualitativo notorio alguno. Incluso su exceso hace que suceda al contrario. Y algo que eché de menos fue que en una comedia con elementos sobrenaturales y sobre fantasmas, no existiera alguna escena que me resultara un poco inquietante.
Apenas hay algún momento que incita a una media no, a un cuarto de sonrisa, a cargo de Wiig (cuyo papel de Erin Gilbert emularía a Aykroyd/Stantz) -quien interpreta el papel menos desdibujado del conjunto, todo hay que decirlo- y el de Higgins, que interpreta un papel secundario no, terciario diría yo. El resto es una continua muestra de incapacidad de la película para emular escenas y situaciones de la predecesora de 1984 y una durísima y ajustadísima competición para ver qué papel es más aburrido y cansino, si el de McKinnon/Holtzmann o el de Hemsworth/Kevin, papeles que por otra parte, no soportan la más mínima comparación con los de Murray/Venkman y Potts/Melnitz.
Me da por pensar que ante la ínfima calidad de la película comparada con la original (que tampoco es el summum del séptimo arte, ojo), la producción jugó a la polémica y a buscarse apoyos incondicionales arguyendo tonterías sobre discriminación de las cuatro actrices principales, poniendo con descaro el peso del asunto sobre las actrices por el mero hecho de serlo, en vez afrontar que lo que sucede es que hay un guion malo de solemnidad, unos diálogos mediocres en el mejor de los casos, y una producción, puesta en escena y dirección manifiestamente mejorables por decir algo. Sin duda, jugar por un lado a la polémica atrae público al cine (¡eh, conmigo lo consiguió!) y jugar la baza de la confrontación generacional y de género por otro, puede atraer a incondicionales capaces de tragar truños de este calibre: es un truño pero es nuestro truño.
La realidad es muchísimo más simple y prosaica: Wiig, McArthy, McKinnon y Jones, (y Hemsworth y Casey; aquí no se salva NADIE: ni el papel de Andy García puede hacer una mínima sombra al de David Margulies) se ven en la tesitura de interpretar unos personajes muy mal construidos y escritos. Y sí, son actores y actrices solventes, comediantes divertidos... si el guion y el personaje se lo permite, cosa que no sucede. Eso es todo lo que ha sucedido, por mucho que le pese a gente que sigue viviendo en una eterna infancia y que se ofende por un re-boot o a quienes necesitan ver un choque sociopolítico hasta en la forma de arquear las cejas del vecino para dar sentido a una vida tan pobre como la de los anteriores.
Es solo una película. Una película mala, malísima de acuerdo a lo que pretendía, una comedia que no hace reír. Pero solo una película, en la que a sus protagonistas y secundarios, les ha tocado tragar unos papeles indefendibles y una ruina de guion, bajo una dirección y puesta en escena deleznable.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Por poner unos ejemplos comparando con la original:
- ¿Son comparables las escenas de posesión de Kevin y Abby Yates (2016) con las de Sigourney/Dana Barret y Moranis/Tully (1984)?
- ¿Es comparable la escena de Tully huyendo de la gárgola y pidiendo ayuda en el cristal del restaurante ante la indiferencia de los comensales (1984) con la escena de Wiig/Gilbert pidiendo ayuda en el cristal del restaurante donde cena el alcalde (2016)?
- ¿Es realmente comparable una deidad sumeria/mesopotámica, un dios del mundo antiguo, Gozer/Slavitza Jovam (1984) como antagonista, con ¡oh! un conserje Casey/North encargado de la limpieza de los váteres de un hotel que ¡oh! resulta ser un autodidacta supergenio en física cuántica tras ¡oh! leer un libro sobre fantasmas y física cuántica escrito por Gilbert y Yates (2016)?
Y mejor no hablemos de la banda sonora.
Que el cameo más digno sea el del desaparecido Harold Ramis, dice mucho y nada bueno, sobre la película: ¡qué triste es el cameo de Bill Murray: hubiera sido mucho más piadoso para el espectador que en producción hubieran recortado sus escenas...!
- ¿Son comparables las escenas de posesión de Kevin y Abby Yates (2016) con las de Sigourney/Dana Barret y Moranis/Tully (1984)?
- ¿Es comparable la escena de Tully huyendo de la gárgola y pidiendo ayuda en el cristal del restaurante ante la indiferencia de los comensales (1984) con la escena de Wiig/Gilbert pidiendo ayuda en el cristal del restaurante donde cena el alcalde (2016)?
- ¿Es realmente comparable una deidad sumeria/mesopotámica, un dios del mundo antiguo, Gozer/Slavitza Jovam (1984) como antagonista, con ¡oh! un conserje Casey/North encargado de la limpieza de los váteres de un hotel que ¡oh! resulta ser un autodidacta supergenio en física cuántica tras ¡oh! leer un libro sobre fantasmas y física cuántica escrito por Gilbert y Yates (2016)?
Y mejor no hablemos de la banda sonora.
Que el cameo más digno sea el del desaparecido Harold Ramis, dice mucho y nada bueno, sobre la película: ¡qué triste es el cameo de Bill Murray: hubiera sido mucho más piadoso para el espectador que en producción hubieran recortado sus escenas...!

3,3
1.406
3
22 de abril de 2017
22 de abril de 2017
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
No se puede decir mucho de esta película; la historia es simple y su desarrollo y guion flojea, con varios agujeros, falta de explicaciones e inconsistencias; el ritmo es irregular, abusa de efectos especiales, que si en algunos casos cumplen, en otros se notan de forma más que hiriente; el maquillaje del antagonista parece un resto saldado de la casa Troma; las actuaciones de los protagonistas son realmente mejorables sin excepción y encima se diría que la película se toma muy en serio a sí misma. En el fondo más que una película parece un extraño híbrido entre un videojuego no muy bueno y un cómic de los años noventa.
No se diría que es una película recomendable, ni siquiera como entretenimiento y escapismo puro; aun así hay mercado para todo y allá cada cual.
No se diría que es una película recomendable, ni siquiera como entretenimiento y escapismo puro; aun así hay mercado para todo y allá cada cual.

5,3
4.851
6
18 de diciembre de 2016
18 de diciembre de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Un destacamento de Fuerzas Especiales Delta del ejército de los EEUU está cumpliendo una misión durante una guerra civil en Moldavia, cuando de repente sus tropas se enfrentan con un enemigo que no pueden ver y que les mata, por congelación, aparentemente con el mero roce: ¿armas nuevas? ¿soldados con algún tipo de camuflaje desconocido? ¿fantasmas? A partir de ahí, un científico en colaboración con el destacamento, tratará de averiguar lo que sucede y cómo combatirlo.
Spectral es una película que sin ser especialmente original, logra cabalgar entre el suspense, el cine de acción, la ciencia ficción y el terror sin terminar de decantarse claramente por ninguno de ellos. Aunque no destaca en los géneros que roza, se combinan con acierto, la película está bien llevada, tiene buen ritmo y momentos de tensión y no decae su desarrollo. Si bien su puesta en escena no puede evitar recordar a veces a un videojuego, hay escenas, sobre todo al final, donde el pequeño presupuesto del que parte permite unos efectos especiales solventes.
En definitiva, es una película honesta que ofrece lo que anuncia, ni más ni menos; entretiene, pero nada más. Una opción ideal si no hay una alternativa mejor.
Spectral es una película que sin ser especialmente original, logra cabalgar entre el suspense, el cine de acción, la ciencia ficción y el terror sin terminar de decantarse claramente por ninguno de ellos. Aunque no destaca en los géneros que roza, se combinan con acierto, la película está bien llevada, tiene buen ritmo y momentos de tensión y no decae su desarrollo. Si bien su puesta en escena no puede evitar recordar a veces a un videojuego, hay escenas, sobre todo al final, donde el pequeño presupuesto del que parte permite unos efectos especiales solventes.
En definitiva, es una película honesta que ofrece lo que anuncia, ni más ni menos; entretiene, pero nada más. Una opción ideal si no hay una alternativa mejor.

6,0
9.299
8
22 de agosto de 2016
22 de agosto de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Esta película es una muestra de que es posible hacer una buena película de Ciencia Ficción, con seriedad y sin necesidad de alardes de pirotécnica y grandes efectos especiales: simplemente basándose en un guion digno y creando una ambientación y puesta en escena adecuadas.
Las actuaciones de los protagonistas son totalmente solventes y aunque el guion caiga en algún tópico, creíbles; los efectos especiales están contenidos y en su justa medida, lo que les dota de verosimilitud. Puede que la historia nos la hayan contado ya algunas veces, pero pocas, muy pocas, tan bien.
En suma, estamos ante una película de Ciencia Ficción quizás no apta para todos los paladares, pero que en forma de “mockumentary”, es capaz de transmitir credibilidad al espectador y en la que, cosa rara, hay Ciencia además de Ficción.
Las actuaciones de los protagonistas son totalmente solventes y aunque el guion caiga en algún tópico, creíbles; los efectos especiales están contenidos y en su justa medida, lo que les dota de verosimilitud. Puede que la historia nos la hayan contado ya algunas veces, pero pocas, muy pocas, tan bien.
En suma, estamos ante una película de Ciencia Ficción quizás no apta para todos los paladares, pero que en forma de “mockumentary”, es capaz de transmitir credibilidad al espectador y en la que, cosa rara, hay Ciencia además de Ficción.
18 de diciembre de 2016
18 de diciembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Advertencia previa: Si quien lee esto es un fan de Star Wars, no es necesario que siga: le va a gustar sí o sí. Si por el contrario, no lo es, quizás encuentre alguna información de utilidad.
Rogue One, se sitúa entre los episodios III y IV intenta llenar el hueco argumental que lleva a abrir el episodio IV: cómo se consiguen los planos de la Estrella de la Muerte. Partiendo de ahí la película construye una historia para explicar todo eso, ampliando el universo narrativo de Star Wars con nuevos personajes y escenarios. Sin embargo, aunque la idea es sugestiva, no parece que haya podido ser llevada a cabo con solvencia suficiente.
Hay varios aspectos negativos.
- Los personajes definitivamente no están logrados y es difícil, imposible diría yo, lograr empatizar con alguno.
- El ritmo de tres cuartas partes de la película parece demasiado lento, y aunque se llega a un final espectacular, en él se descompensan un poco los acontecimientos unos excesivamente largos, otros por el contrario, demasiado precipitados-.
- El presunto antagonista principal, el director Orson Krennic, no consigue transmitir ni autoridad, ni poder, ni miedo, ni la idea de amenaza.
- Los rebeldes son un grupo diverso, multicultural, multiétnico, de hombre y mujeres en igualdad de condiciones en el que hasta los robots están concienciados y que casi parece la ONU del buen rollo; el Imperio son casi todos varones blancos y casi seguro que protestantes y votantes de Trump.
- El "efecto stormtrooper", es decir la absoluta incompetencia de las tropas imperiales, llega a unos niveles de exageración rara vez vistos, casi grotescos.
- El guión, los diálogos, son, digamos, manifiestamente mejorables.
- La banda sonora es, de nuevo, manifiestamente mejorable.
Aun así, hay aspectos positivos:
- Los efectos especiales, hay que reconocer que están bien conseguidos.
- El CGI en la recuperación de un personaje clásico es excelente: emocionará a quienes tengan más edad.
- Las batallas son espectaculares.
- Entre las posibilidades argumentales, se decanta por una interesante, aunque no esté tan bien llevada como debería: menos Jedis, midiclorianos y Skywalkers y más guerra de guerrillas contra el Imperio, más visión del Imperio como fuerza de ocupación. Resulta casi refrescante y aporta una cierta verosimilitud a la saga.
- Aunque precipitado y corto, el final es el sueño de muchos fans de Star Wars. Sin llegar a esos extremos, creo que es necesario porque se logra concretar por vez primera las capacidades de un personaje fundamental de la saga, aunque en mi opinión, se queda muy corto (¿es un minuto y medio más o menos?) y podría haberse extendido ese último asalto para recuperar los planos con más minutos de metraje.
- El que no haya historia de amor podría dar más crudeza a la trama de estar mejor llevada.
Dicho esto, la película se deja ver, pero le falta vida, le falta pathos; no va a emocionar a nadie que no sea un fan de Star Wars; tiene algunas cosas buenas, pero en conjunto tiende a una cierta mediocridad, desgraciadamente es olvidable. Excepto los minutos finales, no hay escenas memorables; los personajes son anodinos, no están bien construidos y no logran ni transmitir ni conectar con el espectador.
Rogue One, se sitúa entre los episodios III y IV intenta llenar el hueco argumental que lleva a abrir el episodio IV: cómo se consiguen los planos de la Estrella de la Muerte. Partiendo de ahí la película construye una historia para explicar todo eso, ampliando el universo narrativo de Star Wars con nuevos personajes y escenarios. Sin embargo, aunque la idea es sugestiva, no parece que haya podido ser llevada a cabo con solvencia suficiente.
Hay varios aspectos negativos.
- Los personajes definitivamente no están logrados y es difícil, imposible diría yo, lograr empatizar con alguno.
- El ritmo de tres cuartas partes de la película parece demasiado lento, y aunque se llega a un final espectacular, en él se descompensan un poco los acontecimientos unos excesivamente largos, otros por el contrario, demasiado precipitados-.
- El presunto antagonista principal, el director Orson Krennic, no consigue transmitir ni autoridad, ni poder, ni miedo, ni la idea de amenaza.
- Los rebeldes son un grupo diverso, multicultural, multiétnico, de hombre y mujeres en igualdad de condiciones en el que hasta los robots están concienciados y que casi parece la ONU del buen rollo; el Imperio son casi todos varones blancos y casi seguro que protestantes y votantes de Trump.
- El "efecto stormtrooper", es decir la absoluta incompetencia de las tropas imperiales, llega a unos niveles de exageración rara vez vistos, casi grotescos.
- El guión, los diálogos, son, digamos, manifiestamente mejorables.
- La banda sonora es, de nuevo, manifiestamente mejorable.
Aun así, hay aspectos positivos:
- Los efectos especiales, hay que reconocer que están bien conseguidos.
- El CGI en la recuperación de un personaje clásico es excelente: emocionará a quienes tengan más edad.
- Las batallas son espectaculares.
- Entre las posibilidades argumentales, se decanta por una interesante, aunque no esté tan bien llevada como debería: menos Jedis, midiclorianos y Skywalkers y más guerra de guerrillas contra el Imperio, más visión del Imperio como fuerza de ocupación. Resulta casi refrescante y aporta una cierta verosimilitud a la saga.
- Aunque precipitado y corto, el final es el sueño de muchos fans de Star Wars. Sin llegar a esos extremos, creo que es necesario porque se logra concretar por vez primera las capacidades de un personaje fundamental de la saga, aunque en mi opinión, se queda muy corto (¿es un minuto y medio más o menos?) y podría haberse extendido ese último asalto para recuperar los planos con más minutos de metraje.
- El que no haya historia de amor podría dar más crudeza a la trama de estar mejor llevada.
Dicho esto, la película se deja ver, pero le falta vida, le falta pathos; no va a emocionar a nadie que no sea un fan de Star Wars; tiene algunas cosas buenas, pero en conjunto tiende a una cierta mediocridad, desgraciadamente es olvidable. Excepto los minutos finales, no hay escenas memorables; los personajes son anodinos, no están bien construidos y no logran ni transmitir ni conectar con el espectador.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Volver a ver a Peter Cushing, aunque sea una recreación de CGI es una sorpresa muy agradable, sobre todo porque está bastante bien hecho.
Con dos apariciones, Darth Vader, deja a Orson Krennic totalmente minimizado. Incluso el Gran Moff Tarkin, que es CGI, lo hace.
Obviamente, quien haya visto el episodio IV, ya puede imaginarse el destino de los personajes de Rogue One.
¡Cuánto te echamos de menos, Constantino Romero!
Con dos apariciones, Darth Vader, deja a Orson Krennic totalmente minimizado. Incluso el Gran Moff Tarkin, que es CGI, lo hace.
Obviamente, quien haya visto el episodio IV, ya puede imaginarse el destino de los personajes de Rogue One.
¡Cuánto te echamos de menos, Constantino Romero!
Más sobre Brosgos
Cancelar
Limpiar
Aplicar
Filters & Sorts
You can change filter options and sorts from here