No he podido evitar compararla todo el rato con la primera. No me ha sorprendido como la anterior, y utiliza clichés y giros argumentales demasiado típicos.
La banda sonora es muy buena, y visualmente es espectacular, es imposible apartar los ojos de la pantalla y además sigue con la simpatía de la primera.
Por otro lado, la he encontrado un poco vacía de contenido, es como si no se hubieran esforzado tanto.

No se puede dudar de su calidad técnica, y visualmente es muy bonita y atrayente. La dirección artística es magnífica y mantiene su evidente función de entretener. Pero su argumento peca de simplicidad, y se aprecia demasiado esquematizada, ausente de naturalidad y chispa.

El reparto es brutal e increíble. A Weish se le nota que ha puesto el alma en el papel.
Te hace reflexionar mucho acerca del tema y es entretenida, no despegas los ojos de la pantalla.
Ideal para los que aman la historia y las películas de litigios.