Tiene momentos emocionantes: el sueño de la moneda enterrada en la arena, el diario, las voces grabadas de la madre y algún que otro detalle bueno. Pero a pesar de todo la historia no consigue engancharte. No sé, le falta un poco de credibilidad. A pesar de todo, se deja ver.

Reconozco que me costo engancharme al argumento. Pero una vez consigues ir en la dirección de la película te arrastra hasta el final.
Puede que el final sea un poco predecible, sin embargo, me gustó esa sensación de ver como se sucedían las escenas que realmente quieres.
Es muy recomendable, aunque necesites un poco de paciencia. El detalle de la huella roja cierra el círculo a un buen entramado. Notable.

Al comienzo de la película pensaba estar frente a un pastelito dirigido hacia un público infantil. Sin embargo conforme transcurre la trama, te envuelves en su magia, en la ilusión de los protagonistas y en la aventura de poder desarrollar la imaginación. Todo te sorprende. El final es enternecedor. Es la magia de la aventura.

No está mal. Mejora conforme avanza. Los diálogos son densos aunque se nota la mano de Gabriel García Márquez en lo exquisito de los mismos. La historia va cerrando capítulos conforme se acerca al final y te deja un buen sabor de boca final. Marisa Paredes está sin duda en la mejor interpretación de su carrera.

El trasfondo de la película es bueno, no obstante el peso de la misma lo sustentan los dos protagonistas con su historia romántica.
Los decorados naturales son fantásticos, así como la música. Una simple historia de amor consigue captar tu atención casi un par de horras. Ya tiene merito.