Si definitivamente es para mí, la mejor película del siglo. Ford Coppola al filmarla no lo advertía pero estaba reformando el cine, le dio savia nueva, le entrego una adaptación brillante, caracterizaciones inmejorables, mezcla actores relativamente nuevos (Al Pacino, Diane Keaton, etc.) con otros ya consagrados (Marlon Brando) y no se nota la diferencia. Actores y director recurren a la memoria emocional y aportan en un proceso creativo que asemeja el parto de una bella criatura. Los estudios querían deshacerse de Coppola y no querían a Brando, sin embargo Coppola supo hacer de lo adversario una ventaja, basta oír el comentario del director con respecto a al actuación de Lucca Brassi, o cuando el Padrino (Brando) Zamarrea a Johnny Fontaine. Imperdible escena la de la cabeza del caballo en el productor de cine, botón de muestra de las insinuaciones de un "don". Frases para el bronce que se escribieron no en la arena del desierto para que las borrara el viento del olvido, sino que se escribieron en el cielo, muy cerca de la galaxia donde posan las grandes estrellas. Lamento si les parece muy subjetiva la critica, no es nada personal, son solo negocios.

Lo anterior se cumple para aquellos que disfrutan del buen cine, hable o no de lo políticamente correcto. Es una galaxia que fascina tanto por sus actores, ambientación, desarrollo, desenlace, frases para el bronce, es que esto no es un producto hollywoodense, no es una película, es algo épico, es fuerte, arrollador es un despertar a tu lado no desarrollado, a tu " Tyler Durdeen". Magnifica interpretación de Pitt y Norton, coincido en que es en estos filmes donde reluce el actorazo de Pitt, donde hace de loco, salvaje o antihéroe, bien narrada la degradación que sufre el protagonista, magnifica y sublime exaltación de lo insulso y la manera de destacarlo en la boca de Norton. Injusticia caballa el no haber ganado ningún oscar, los cartuchones de la academia se lo pasan a alguien que no mueva el trasero y obtenga suspiros de ternura a lo Forrest Gump. Sin lugar a dudas la película a estas altura es un hito de culto, y como tal da un pie en alto para la cultura, pues muestra de forma descarnada los reflejos de una sociedad consumista y que consume a sus consumidores, como dice Tyler" Somos hijos de en medio de la historia, no vivimos guerras ni depresiones, nuestra depresión es nuestra vida, y nuestra guerra es espiritual" Desquiciantemente buena.

Hoy por hoy si quieres ver una buena película de acción debes remontarte a cualquiera de los títulos de esta trilogía. Las actuaciones son buenas sin ser soberbias, pero lo que levanta esta serie y la eleva a la clasificación de culto, es el que su objetivo es ser una entretenida película de acción y lo logra con creces, el argumento es bueno y a pesar de que se alarga por tres partes, las variantes agregadas, hacen que no sean repetitivas. Las persecuciones, enfrentamientos a puño limpio, con un lápiz, con un periódico, son buenas, bien filmadas, bien coreografiadas. La intriga siempre presente nos va develando a lo largo de las tres partes, quien es, como y porque fue creado este destructor armado que es Jason Bourne. Imperdible, coleccionable, y un ejemplo digno de imitar por gente que vive buscando redefinir los códigos del genero y no dan ni una, como las películas de Nicolás Cage, John Travolta, etc.

Con esta peli, Spacey logra el oscar al mejor actor, antes ya lo consigue por su rol secundario en los sospechosos de siempre. Lo anterior es de muy poca importancia, ya que Spacey en el film logra encuadrarse perfectamente a un ilusorio y onanista dueño de su vida, Lester Burham. Esta es decididamente una película para hombres, para arriesgarse a tomar el control de aquello que queremos. De hecho si las películas fueran personas, esta sería muy amiga de "el club de la pelea"
Muchos hombres he visto en mi vida que son emasculados por su mujer, como el caso de Lester, donde el se asila tras su aparentemente perfecta vida en las fantasías onanista-oníricas con una colegiala que esta de muerte. Un claro mensaje a la belleza americana, donde la casa, el auto, la esposa bonita y todos los logros que establecen metas en una vida de clase media se desvanecen como fantasmas en pos de la carente felicidad, real y no aparente. Buena galería de personajes, soberbias interpretaciones de todos los personajes, debería haber un oscar al casting, y por lo demás, Sam Mendes se revela como un relator innato que deja con esta, su opera prima una huella indeleble en el séptimo arte, dando una lección muy importante, hacer de un buen guión, una buena actuación, una excelente película.