RESUMEN CHANANTE:
Todo comienza con el cumpleaños de uno de los personajes, cuyo nombre voy a obviar y llamaré "el típico afroamericano abocado a morir" que se supone que es actor de Hollywood o no se qué. Le vienen a visitar el prota, que es un grafitero de treinta años reconvertido en fotógrafo, y su churri. En mitad de la fiesta, la churri del grafitero, que ya ha potado un par de veces de buena mañana, informa de sopetón que está embarazada, o como ella dice "tiene un retraso". Todos suponíamos que tenía un retraso, pero no menstrual. Y de golpe invasión: lucecicas de color azul que se llevan peña secuestrada, todo muy normal. El grafitero mira a la luz, le salvan de que se le lleven, pero a él le quedan unas varices por el pecho que dice que le dan fuerza.

No podía faltar el providencial conserje del edificio (esta vez no es Héctor Elizondo, cachis...), que posee el extraño superpoder de tener un montón de llaves, pero que mira tú por donde, pudiéndose esconder en cualquier otro sitio vuelven al apartamento del nigger.

Llega el ejercito, les tira una bomba nuclear, parece que les matan, tú te alegras porque ya me puedo ir del cine... Pero no, la nave resurge y tu maldices al guionista por saber lo que es un anticlimax y tenerte ahí 40 minutos más.

El ejercito de Estados Unidos, conocido mundialmente por su aplastante efecto de choque en las acciones bélicas, decide mandar la friolera de tres francotiradores contra toda una invasión alienígena. ¡Bien, Tío Sam!

Como ya intuíamos, el plan del grafitero es porquería y les abducen. Un punto para los marcianos.
Sentaos y respirad hondo que viene el final: le quitan el cerebro al grafitero (¡Sí, tenía!) y se lo ponen a una especie de chimpancé sideral, que al final es para lo que nos quieren. A la churri no la matan porque está embarazada, pero le dan un paseo en tubo por la nave.
Entonces aparece el grafitero reconvertido en marciano aparece para matarlos a todos y salvar a su piva.... pero la peli se acaba. Bajonaco...