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10
14 de octubre de 2020
14 de octubre de 2020
12 de 14 usuarios han encontrado esta crítica útil
¿Te puede gustar una serie en la que te caen mal absolutamente todos los personajes? Después de terminar la primera temporada yo digo sí.
Incluso puedes llegar a empatizar con todos ellos, a pesar de que representen los peores valores del ser humano: ambición, traición, egoísmo, frivolidad, etc.
Y es que esa es una de las principales bazas de esta serie: sus personajes. Todos tan diferentes entre sí que lo único que parece unirlos es el dinero. Además, cada uno de ellos es una caricatura llevada al extremo de las diferentes personalidades que existen: el pusilánime que se cree alguien importante, el excéntrico que reclama constantemente la atención, el que pretende ser moralmente superior al resto, el paleto con ínfulas de nuevo rico y la que los juzga a todos porque no es capaz de mirarse a sí misma en un espejo. Todos ellos magistralmente interpretados, destacando a Kieran Culkin y Sarah Snook. Nunca nadie expresó tanto sin abrir la boca.
La serie sigue la línea que trazara la histórica serie de HBO A dos metros bajo tierra, aunque esta va un paso más allá. Si en la serie de Alan Ball nos presentaban la desestructuración de una familia aparentemente normal, aquí partimos directamente de una familia disfuncional, donde las drogas, las infidelidades y las traiciones entran dentro de lo "normal".
El primer capítulo puede hacerse un poco cuesta arriba, pero a partir de ahí se vuelve terriblemente adictiva y el espectador se siente como un voyeur en una orgía de traiciones, reproches, sarcasmo, violencia verbal y ansia de poder.
Por último, mención especial a la elegantísima banda sonora de Nicholas Britell con el protagonismo absoluto de las cuerdas.
Incluso puedes llegar a empatizar con todos ellos, a pesar de que representen los peores valores del ser humano: ambición, traición, egoísmo, frivolidad, etc.
Y es que esa es una de las principales bazas de esta serie: sus personajes. Todos tan diferentes entre sí que lo único que parece unirlos es el dinero. Además, cada uno de ellos es una caricatura llevada al extremo de las diferentes personalidades que existen: el pusilánime que se cree alguien importante, el excéntrico que reclama constantemente la atención, el que pretende ser moralmente superior al resto, el paleto con ínfulas de nuevo rico y la que los juzga a todos porque no es capaz de mirarse a sí misma en un espejo. Todos ellos magistralmente interpretados, destacando a Kieran Culkin y Sarah Snook. Nunca nadie expresó tanto sin abrir la boca.
La serie sigue la línea que trazara la histórica serie de HBO A dos metros bajo tierra, aunque esta va un paso más allá. Si en la serie de Alan Ball nos presentaban la desestructuración de una familia aparentemente normal, aquí partimos directamente de una familia disfuncional, donde las drogas, las infidelidades y las traiciones entran dentro de lo "normal".
El primer capítulo puede hacerse un poco cuesta arriba, pero a partir de ahí se vuelve terriblemente adictiva y el espectador se siente como un voyeur en una orgía de traiciones, reproches, sarcasmo, violencia verbal y ansia de poder.
Por último, mención especial a la elegantísima banda sonora de Nicholas Britell con el protagonismo absoluto de las cuerdas.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
El personaje de Greg me parece uno de los mejores personajes creados en los últimos años. Su timidez, su falta de saber estar, su inocencia, su forma de hablar. Y al final te da la sorpresa y no deja de ser un trepa más.
TV

7,3
2.612
10
22 de enero de 2012
22 de enero de 2012
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Temple Grandin es la mejor película que he visto en los últimos años, y gran parte de la culpa la tiene Claire Danes, que crea un personaje que empatiza en seguida con el espectador. Pero no hay que desmerecer al resto del equipo, que crean una película intensa, muy original, con una fotografía (y nunca mejor dicho en este caso) que nos ayuda a comprender un poco en que consiste el autismo.
La historia es de lo mas tierna, emocionante, pero no triste.
Representa magistralemente lo que significa ser un científico: tener inquietudes, mirar al mundo con curiosidad y preguntarse el por qué de todo. Y estudio ciencias, y ojalá tuviese la millonésima parte de empatía con la naturaleza que muestra Temple. He llorado de satisfacción, de alegría y de emoción durante toda la película, y eso, no me suele pasar nunca.
Enhorabuena a la HBO por esta producción.
Lo mejor: Claire Danes, la banda sonora y el argumento basado en hechos reales (suena tópico, pero la realidad vuelve a superar a la ficción)
Lo peor: que no se haya hecho antes.
La historia es de lo mas tierna, emocionante, pero no triste.
Representa magistralemente lo que significa ser un científico: tener inquietudes, mirar al mundo con curiosidad y preguntarse el por qué de todo. Y estudio ciencias, y ojalá tuviese la millonésima parte de empatía con la naturaleza que muestra Temple. He llorado de satisfacción, de alegría y de emoción durante toda la película, y eso, no me suele pasar nunca.
Enhorabuena a la HBO por esta producción.
Lo mejor: Claire Danes, la banda sonora y el argumento basado en hechos reales (suena tópico, pero la realidad vuelve a superar a la ficción)
Lo peor: que no se haya hecho antes.
3
15 de junio de 2023
15 de junio de 2023
16 de 26 usuarios han encontrado esta crítica útil
La serie se centra en la vida de una estrella del pop con problemas de salud mental que pretende relanzar su carrera tras un parón por una tragedia familiar, mostrando los entresijos de la industria musical. Hasta aquí suena interesante, es un buen punto de partida, pero la serie cae en todos los clichés del mundo creando una historia poco verosímil que no te atrapa en ningún momento.
El personaje principal es una cantante de veintipocos años. Sin embargo, vive en una mansión enorme, hortera hasta decir basta, más propia de una vieja gloria del Hollywood de los 50 que de una chica de su edad. Para redondearlo todo, la chica se pasea por casa envuelta en una bata de satén y encaje y con unos tacones de 14 cm. Superfresco todo .La inspiración en Britney es tan evidente que hasta se menciona explícitamente.
Por otro lado, el proyecto artístico de la chica. Teniendo en el equipo a un "hit maker" como The Weeknd, podrían haberse currado un poco más la producción del single de la artista. Suena desfasado a más no poder, al igual que la coreografía y el videoclip.
No puede faltar el contrapunto a la protagonista: su mejor amiga y asistente. Tímida, mojigata, naíf... el típico cliché de la buena y la mala.
Y por último, el personaje principal masculino, interpretado, por decir algo, por The Weeknd. El típico chico misterioso y peligroso a la vez que atractivo, pero tan mal construido que recuerda a Miguel Angel Silvestre en Sin tetas no hay paraíso.
Destaca, para mal, la hipersexualización del personaje principal, además del tratamiento machista de la misma, pues no verás ni un solo centímetro del cuerpo de un hombre desnudo, pero te vas a empachar a ver desnudos femeninos explícitos. Por un lado, se muestran escenas que parecen más pensadas para una película porno que para contar una historia, y por otro lado se muestra la sexualidad desde un punto de vista un tanto moralista, juzgando todo el rato la liberación de la protagonista.
A pesar de todo esto, para mi juicio, lo peor de la serie es el exceso de intensidad, tanto en los diálogos como en la banda sonora, que crea un clímax de tensión en escenas en las que no viene a cuento, asemejándose más a un telefilm de sobremesa que a una producción de HBO. Cuesta creer que detrás de esta historia esté la misma persona que ha creado Euphoria. Mientras que la serie de Zendaya se dirige a un público adolescente y acaba siendo aclamada por espectadores de todas las edades por su frescura, cuenta identificar a que tipo de público puede llegar a enganchar esta nueva propuesta.
El personaje principal es una cantante de veintipocos años. Sin embargo, vive en una mansión enorme, hortera hasta decir basta, más propia de una vieja gloria del Hollywood de los 50 que de una chica de su edad. Para redondearlo todo, la chica se pasea por casa envuelta en una bata de satén y encaje y con unos tacones de 14 cm. Superfresco todo .La inspiración en Britney es tan evidente que hasta se menciona explícitamente.
Por otro lado, el proyecto artístico de la chica. Teniendo en el equipo a un "hit maker" como The Weeknd, podrían haberse currado un poco más la producción del single de la artista. Suena desfasado a más no poder, al igual que la coreografía y el videoclip.
No puede faltar el contrapunto a la protagonista: su mejor amiga y asistente. Tímida, mojigata, naíf... el típico cliché de la buena y la mala.
Y por último, el personaje principal masculino, interpretado, por decir algo, por The Weeknd. El típico chico misterioso y peligroso a la vez que atractivo, pero tan mal construido que recuerda a Miguel Angel Silvestre en Sin tetas no hay paraíso.
Destaca, para mal, la hipersexualización del personaje principal, además del tratamiento machista de la misma, pues no verás ni un solo centímetro del cuerpo de un hombre desnudo, pero te vas a empachar a ver desnudos femeninos explícitos. Por un lado, se muestran escenas que parecen más pensadas para una película porno que para contar una historia, y por otro lado se muestra la sexualidad desde un punto de vista un tanto moralista, juzgando todo el rato la liberación de la protagonista.
A pesar de todo esto, para mi juicio, lo peor de la serie es el exceso de intensidad, tanto en los diálogos como en la banda sonora, que crea un clímax de tensión en escenas en las que no viene a cuento, asemejándose más a un telefilm de sobremesa que a una producción de HBO. Cuesta creer que detrás de esta historia esté la misma persona que ha creado Euphoria. Mientras que la serie de Zendaya se dirige a un público adolescente y acaba siendo aclamada por espectadores de todas las edades por su frescura, cuenta identificar a que tipo de público puede llegar a enganchar esta nueva propuesta.
9
25 de octubre de 2020
25 de octubre de 2020
12 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Cuando escuché que iban a hacer esta serie pensé que, o bien iban a tirar de comedia y sacar el lado más "mamarracho" del personaje o por el contrario harían una serie cargada de dramatismo sobre la lucha LGTB+.
Pues ni una cosa ni otra, los Javis han encontrado el equilibrio perfecto para hacer un homenaje honesto, mostrando la dura realidad a la que se enfrentó Cristina, al tiempo que se han recreado sus momentos públicos más míticos, sin ocultar sus errores y sus defectos. Y la idea de incluir el personaje de Valeria ha sido todo un acierto que da un giro radical a lo que se esperaba de un biopic.
¿Cuáles son las claves que han hecho de esta serie un fenómeno? Por un lado, la propia historia de La Veneno, una historia de lucha y de humillaciones con las que mucha gente del colectivo LGTB+, y especialmente las personas transgénero se han sentido identificadas, y otras muchas han empatizado. Por otro lado, no solo se cuenta la vida de Cristina, sino que se recrea toda una época: el boom de las televisiones privadas en los 90, el inicio de la tele basura, la música de la época, etc. Y por si fuera poco, se entremezclan personajes míticos de los 90 con numerosos cameos de referentes de la cultura pop actual (actores, influencers, ticktokeros, cantantes, etc).
A nivel interpretativo, hay que aplaudir el trabajo de las tres actrices principales. Se han metido tan dentro del personaje que en ningún momento tienes la sensación de estar viendo a tres personas distintas. Mención aparte a lo que supone ver por fin a actrices transexuales interpretando papeles protagonistas en una ficción.
En el apartado técnico la serie es puro espectáculo. Todo está contado con ritmo, y la no linealidad del relato junto a la potente fotografía hace que el espectador pase por una montaña rusa de emociones en cada capítulo. A destacar el ritmo con el que se han rodado las escenas de sexo, y como la música aporta a cada escena.
Por último, destacar los pequeños detalles que hacen que la serie sea mítica: los cameos, como el de Pepe Navarro interactuando con el actor que le da vida, o Ana Milán interpretando a Sara Montiel bajo el mismo filtro (una media gris de Dior) que usaba la manchega.
Los Javis se han consagrado como directores con esta miniserie, con una forma de dirigir que recuerda a grandes directores como Pedro Almodóvar o Álex de la Iglesia.
Pues ni una cosa ni otra, los Javis han encontrado el equilibrio perfecto para hacer un homenaje honesto, mostrando la dura realidad a la que se enfrentó Cristina, al tiempo que se han recreado sus momentos públicos más míticos, sin ocultar sus errores y sus defectos. Y la idea de incluir el personaje de Valeria ha sido todo un acierto que da un giro radical a lo que se esperaba de un biopic.
¿Cuáles son las claves que han hecho de esta serie un fenómeno? Por un lado, la propia historia de La Veneno, una historia de lucha y de humillaciones con las que mucha gente del colectivo LGTB+, y especialmente las personas transgénero se han sentido identificadas, y otras muchas han empatizado. Por otro lado, no solo se cuenta la vida de Cristina, sino que se recrea toda una época: el boom de las televisiones privadas en los 90, el inicio de la tele basura, la música de la época, etc. Y por si fuera poco, se entremezclan personajes míticos de los 90 con numerosos cameos de referentes de la cultura pop actual (actores, influencers, ticktokeros, cantantes, etc).
A nivel interpretativo, hay que aplaudir el trabajo de las tres actrices principales. Se han metido tan dentro del personaje que en ningún momento tienes la sensación de estar viendo a tres personas distintas. Mención aparte a lo que supone ver por fin a actrices transexuales interpretando papeles protagonistas en una ficción.
En el apartado técnico la serie es puro espectáculo. Todo está contado con ritmo, y la no linealidad del relato junto a la potente fotografía hace que el espectador pase por una montaña rusa de emociones en cada capítulo. A destacar el ritmo con el que se han rodado las escenas de sexo, y como la música aporta a cada escena.
Por último, destacar los pequeños detalles que hacen que la serie sea mítica: los cameos, como el de Pepe Navarro interactuando con el actor que le da vida, o Ana Milán interpretando a Sara Montiel bajo el mismo filtro (una media gris de Dior) que usaba la manchega.
Los Javis se han consagrado como directores con esta miniserie, con una forma de dirigir que recuerda a grandes directores como Pedro Almodóvar o Álex de la Iglesia.
Miniserie

7,5
10.596
8
8 de marzo de 2011
8 de marzo de 2011
10 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Visto el primer capítulo, la serie pinta bastante bien. Buenísima ambientación del litoral mediterráneo español, buenísimos actores (destacando Pepe Sancho y Alcia Borrachero) y un tema con el que los españoles no nos podemos senir más identificados: la corrupción.
La manera en que se presentan las escenas más intriganes (cadáveres etc), me han gustado por su sensillez, nada de sobresaltos.
Lo único que, para mi gusto, le falla es la Banda Sonora, que me parece demasaido rácana. Claro que esto viene siendo en una tendencia en series de prestigio internacional como Six Feet Under, True Blood, En Terapia...., pero yo personalemente prefiero una banda sonora potente, como la joyita que hico Michael Giacchino para Lost.
Por otro lado, la cabecera, es practicamente igual que la de True Blood, pero eso si, adaptada al lugar (imágenes de edificios, paellas, playas etc). Muy buena, y la canción de Loquillo tamnbien.
Seguiremos viendo a ver en que depara.
La manera en que se presentan las escenas más intriganes (cadáveres etc), me han gustado por su sensillez, nada de sobresaltos.
Lo único que, para mi gusto, le falla es la Banda Sonora, que me parece demasaido rácana. Claro que esto viene siendo en una tendencia en series de prestigio internacional como Six Feet Under, True Blood, En Terapia...., pero yo personalemente prefiero una banda sonora potente, como la joyita que hico Michael Giacchino para Lost.
Por otro lado, la cabecera, es practicamente igual que la de True Blood, pero eso si, adaptada al lugar (imágenes de edificios, paellas, playas etc). Muy buena, y la canción de Loquillo tamnbien.
Seguiremos viendo a ver en que depara.
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