Interesante. Interesantísima. Una nueva entrega del archiconocido espía creado por Ian Fleming que no nos puede dejar indiferente. Acción, intriga, un atractivo Sean Connery, unas deliciosas japonesas, diálogos interesantes... y sin embargo, a veces no he podido dejar de reirme... no CON la película, sino DE la película: supongo que si James Bond sigue "vivo" en 2059, algunas de las películas actuales nos parecerán risibles, pero...

Ciertamente, en 1967, la película debió de parecerles a los asistentes a las salas de cine la repera en vinagre. A día de hoy queda en una película machista, curiosa, a veces risible, pero... ¡francamente entretenida! ¿Acaso no es eso el cine?

Recomendable

Diálogos de una pareja un sábado noche:

ELLA: Hace mucho tiempo que no vamos al cine...
ÉL: Cierto, vamos.
ELLA: Como hace tanto que no vamos, podríamos ver una película romántica a mi gusto.
ÉL (complaciente): Me parece estupendo.

Vemos los carteles a la puerta del cine y un romántico cartel anuncia una película francesa con Audrey Tautou (ni siquiera me di cuenta de que el director era Michel Gondry, de la maravillosa Olvídate de mí - aún mejor su título original, El eterno brillo de la mente inmaculada -). ¿Será buena? Miramos FilmAffinity, vemos que está puntuada con más de un 6, aunque siempre pienso que los estrenos tienen un puntito de más, puesto que quien va a verla es quien más interesado está, y... para adentro.

En los primeros 5 minutos te das cuenta de que no vas a ver nada convencional. La estética onírica está realmente trabajada y los elementos presentes son espectaculares, aunque entiendo que pueda haber a quien no le guste. A mí la ambientación me parece realmente genial pero, ¿cuál es el problema? Que este "vídeo-clip" dura más de una hora de la película. A "La espuma de los días" le falta lo que tenía "Olvídate de mí": una historia. El tradicional esquema "presentación, nudo, desenlace" queda prácticamente reducido a "(larguísima) presentación, desenlace"

Cuando realmente empieza la historia (y cambia maravillosamente la estética), era demasiado tarde: mi pareja se había quedado profundamente dormida. A mí me gustó esta última parte, que, además, justifica en parte lo anterior, pero creo que, como he dicho antes, es tarde.

Y, para terminar, el spoiler