Ya nos cansa a los cristianos el rollo de la Magdalena y todas las invenciones que se quieran inventar. Scorsese sin duda que se dedique a las mafias y todo ese cine que domina. Aquí se columpió de forma imperdonable, aunque puestos a ser valiente a ver si se hubiera atrevido a hablar de tentaciones en otros líderes religiosos a los que no se puede ni toser por puro pavor de sus fundamentalistas seguidores. En fin, con los cristianos todo vale, siempre nos llevamos las ofensas y provocaciones.

Argumento inexistente, lenguaje soez y chavacano con diálogos deplorables, ninguna gracia, violencia totalmente injustificada. Personajes sumamente antipáticos, al lado de esto kill bill es una obra de arte ya que al menos presenta una historia mejor hilvanada de venganza y resulta más entretenida.

Estoy esperando a algún director de cine que tenga las narices para hacer una sátira o comedia de la vida de algún otro jefe religioso, por ejemplo de Mahoma. Obviamente es impensable, pues sería el hombre más perseguido del planeta: ¿os suena el escritor Salman Rashdie?. Bien, mi opinión es que se puede hacer cualquier obra graciosa o satírica sin ser ofensivo hacia ninguna religión, y en esta película la faltada con la figura de Jesús de Nazaret es demoledora, brutal y blasfema. Por mucho que se diga que es Bryan y que no tiene nada que ver con Jesús y bla bla bla. Vomitivo el que la Virgen sea un hombre, Jesús-Bryan en pelotas después de cepillarse a una, aclamado como Mesías, la Cruzifixión; en fin una película que no tendría que haber existido, no entender que pudiera ofendernos a los cristianos como de hecho ocurrió, es algo obvio.
Pero ya se sabe, a los únicos que se nos puede partir la cara es a los cristianos, a ninguna otra religión. Y sólo por pensar que el matrimonio es y siempre ha sido la unión de un hombre y una mujer te llaman fascista y homófobo católico; cuando que yo sepa hoy en día los homosexuales sólo son condenados por su condición y con penas de muerte en algunos países islámicos. Pero eso deliberada y descaradamente lo omite el lobby gay, que sólo se meten con los cristianos por tener un parecer distinto desde el punto de vista jurídico con respecto al matrimonio.