En cuanto al argumento, fuera de lo que ya sabemos todos, es decir la historia de un traficante que va ha entrar en prisión, hay 3 planos de la película que son para hacer una mención especial.
En primer lugar los 10 minutos que Norton se queda viéndose a si mismo delante de un espejo, criticando a la ciudad de Nueva York, su gente y toda su hipocresía, para más tarde terminar dándose cuenta de que el tiene toda la parte de culpa. Digo esto por que cuando parece que la escena ya no puede tener más tensión, vuelve a subir con más intensidad, levantando al espectador de la silla, para poder ver más de cerca hasta donde puede llegar, tanta ira y odio concentrado. Una crítica a una vida, que cae por su propio peso.
En segundo lugar, me gustaría destacar, que en cada saludo, se ponen dos planos entrecortados, para que puedas ver la expresión verdadera de lo que siente cada persona al dar un abrazo, eso me parece fantástico, pues da una personalidad superior a los personajes dentro de al película, y le da carácter fuerza y un toque de nostalgia.
En tercer lugar el final abierto, precedido del discurso superior a la libertad, que Brian Cox nos ofrece, para que nos demos cuenta, que no todo en esta vida, se debe dejar al destino, sino más bien lo contrario, hay que sujetar nuestra vida bien fuerte, y proceder con lo que nos hace feliz.