¡Qué gran pareja que armaron sus protagonistas! Así quiero empezar esta reseña. Mencionando que estos dos, Willa Fitzgerald (ella) y Kyle Gallner (él), me han hecho creer una historia para luego mostrarme otra completamente distinta.

Los actores engañan al público, pero el trailer también lo hace, inlcuso desde la portada misma el director se burla de nosotros, de nuestra soberbia por creernos que nos sabemos todo lo que va a ocurrir. Y es que uno va descubriendo poco a poco lo que esta obra de 6 capítulos tiene para ofrecer, pero no sin antes mezclarnos el orden cronólogico para despistarnos. Es este desorden el que mantiene la tensión durante sus 96' de proyección.

Lo malo es que si no se tiene paciencia no se disfruta del todo. El diálogo es su punto débil, la interacción entre los personajes principales es atrapante, aunque no de principio a fin. Esto se debe al pobre guión que les toca. Se juega mucho con la psicología, el poder del convencimiento, pero no se explota al máximo. Y en ello caen también sus personajes secundarios.

Buena banda sonora. Buen uso de la paleta de colores. Buen maquillaje.

Me parece una obra bien lograda y entretenida. En la que el director logra, por un breve momento y a través de las interpretaciones de esta pareja dispareja, jugar con nuestra mente utilizando nuestras fibras mas sensibles de empatía por la víctima, ¿o será por el victimario?.