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Críticas ordenadas por utilidad
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10
4 de mayo de 2008
4 de mayo de 2008
13 de 19 usuarios han encontrado esta crítica útil
Con todas las grandes películas siempre ocurre lo mismo: o las odias o te enamoras de ellas. Esas grandes obras de arte nunca podrán ser valoradas como "entretenidas". En cine, es el término que más odio escuchar. El ver una película de esta categoría no es para "echar el rato", no. Toda película digna de ver debe aportarnos algo, y para eso, es necesario meternos dentro de la trama y recrearnos incluso en cualquier "mísero" detalle ya que nunca será mísero e inútil. Esta tercera saga de Kar-Wai (para algunos) no puede considerarse como tal. Es una falta de respeto. En cualquier saga que observemos el protagonista sigue tan plano e invariable como en todas las anteriores y algunos de los personajes se siguen manteniendo en escena. En cambio, 2046 no se puede comparar en nada con In the Mood for Love. No es que sean adversas, simplemente distintas. Esto mismo que digo lo quiere transmitir el propio Tony Leung que se vió en la necesidad de incorporar un bigote a su personaje. Su comportamiento en 2046 no se le podía parecer en nada al de In the Mood for Love. Por otra, la innovación de Kar-Wai en este último film es simplemente brillante. La incorporación de elementos futuristas es algo que nunca me hubiera esperado de este. Renovar o morir. Él decidió renovarse pero su esencia siempre queda ahí. Esa es su magia.

7,2
5.461
9
14 de agosto de 2009
14 de agosto de 2009
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Leconte nos muestra cómo una existencia llena de vacío, de hipocresía, logra el sentido que nunca tuvo en el momento en que se decidía a romper ese fino hilo que comunica entre la Vida y la Muerte. Sobre cómo una particular proposición, "ese algo de ese alguien" cambia radicalmente el guión de nuestra historia. <<Si mi vida carece ya de sentido, ¿qué más puedo perder?>>.
"La chica del puente" no es una película de amor convencional. Ese amor que prolifera durante todo el film entre el genial Auteuil y la enigmática e inocente Vanessa Paradis es difícil de explicar. ¿Alguien dijo que los sentimientos tienen una fórmula científica para comprenderlos? El tema de la película es la suerte, el azar, toda cosa o persona que hallamos un buen día fortuitamente. Ambos protagonistas por separado tienen en su rostro tatuada la mala suerte; pero cuando se unen toda señal desaparece.
Por otra parte, tanto la fotografía en blanco y negro como la música principal, "Who will take my dreams away?" de la fabulosa Marianne Faithful, enriquecen el film armonizando con el argumento. Además, todo esto nos hace situar la película en una época anterior a la que data.
No se trata del salvador y la suicida salvada...Sino de dos salvadores que lo hacen del uno al otro y; además, sin saberlo, se salvan ellos mismos.
"La chica del puente" no es una película de amor convencional. Ese amor que prolifera durante todo el film entre el genial Auteuil y la enigmática e inocente Vanessa Paradis es difícil de explicar. ¿Alguien dijo que los sentimientos tienen una fórmula científica para comprenderlos? El tema de la película es la suerte, el azar, toda cosa o persona que hallamos un buen día fortuitamente. Ambos protagonistas por separado tienen en su rostro tatuada la mala suerte; pero cuando se unen toda señal desaparece.
Por otra parte, tanto la fotografía en blanco y negro como la música principal, "Who will take my dreams away?" de la fabulosa Marianne Faithful, enriquecen el film armonizando con el argumento. Además, todo esto nos hace situar la película en una época anterior a la que data.
No se trata del salvador y la suicida salvada...Sino de dos salvadores que lo hacen del uno al otro y; además, sin saberlo, se salvan ellos mismos.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
Simplemente genial una de las últimas escenas en la que el tirador de cuchillos tira por última vez a la chica los cuchillos. Podría considerarse como su último encuentro amoroso: poca iluminación proporcionando intimidad, los protagonistas concentrados y entregados y, como guinda final, "Who will take my dreams away?"

7,1
4.455
10
21 de noviembre de 2008
21 de noviembre de 2008
10 de 13 usuarios han encontrado esta crítica útil
Primera de la trilogía de Haneke sobre la violencia en las relaciones sociales, todas ellas basadas en hechos reales; aunque parezca incierto. Se trata de la más escalofriante.
En un mundo, en una vida, en la que te imponen de forma indirecta tenerlo todo bajo control y planificado, no puede existir naturalidad y espontaneidad; y cuando actuamos de forma instintiva, como parte de animal que poseemos, nos sentimos tras esto culpables y con miedo.
De esta forma, nos convertimos en autómatas vecinos de una gran naranja mecánica. El pensamiento no debe estar basado siempre en la ciencia (exactitud, inexistencia de error) ya que la perfección es imperfección. Y si siguiendo este camino, crees encontrar al final la felicidad, aún estás más equivocado. El tenerlo todo bajo control en todo momento te hace dependiente de esto coartándote tú mismo la libertad, sin necesidad de que sea coartada desde fuera. Otra sería la dependencia material que tenemos, el no poder subexistir sin objetos que en realidad son innecesarios y sin los que nuestros ancestrales pudieron vivir incluso más felices y completos en espíritu. En todo esto se basa Michael.
De esta forma, la familia que nos muestra el cineasta austríaco decide abandonar la rutina que les mueve y todos sus bienes materiales tras estar sumergidos en una total depresión a la que la única salida que ven es el irse a El Séptimo Continente, aquel en el que todo es sosiego, calma, delicadeza. Se empieza por silenciar el teléfono y se termina con el ruidoso tronar de los objetos desperdigados y destruidos por la casa. Han encontrado por fin una solución y un sentido a sus vidas, quizás ese Séptimo Continente donde encontrarse al fin y al cabo [...]
Esta película no está hecha para ser explicada; sino para llevarte, una vez vista, a la reflexión. Siempre teniendo presente que está basada en hechos reales.
"Sólo vemos fragmentos, al principio, para mostrar un poco de la vida de cada día, la dominación que ejerce el atender a actos rutinarios. No estamos viviendo, por así decir, sino que estamos actuando mecánicamente, repitiendo gestos. Estamos apegados a estos gestos, y nuestra vida es la suma de esos gestos. Es inherente a cada uno, y quizás por eso llegan a la destrucción con la misma intensidad, la misma lentitud..."
En un mundo, en una vida, en la que te imponen de forma indirecta tenerlo todo bajo control y planificado, no puede existir naturalidad y espontaneidad; y cuando actuamos de forma instintiva, como parte de animal que poseemos, nos sentimos tras esto culpables y con miedo.
De esta forma, nos convertimos en autómatas vecinos de una gran naranja mecánica. El pensamiento no debe estar basado siempre en la ciencia (exactitud, inexistencia de error) ya que la perfección es imperfección. Y si siguiendo este camino, crees encontrar al final la felicidad, aún estás más equivocado. El tenerlo todo bajo control en todo momento te hace dependiente de esto coartándote tú mismo la libertad, sin necesidad de que sea coartada desde fuera. Otra sería la dependencia material que tenemos, el no poder subexistir sin objetos que en realidad son innecesarios y sin los que nuestros ancestrales pudieron vivir incluso más felices y completos en espíritu. En todo esto se basa Michael.
De esta forma, la familia que nos muestra el cineasta austríaco decide abandonar la rutina que les mueve y todos sus bienes materiales tras estar sumergidos en una total depresión a la que la única salida que ven es el irse a El Séptimo Continente, aquel en el que todo es sosiego, calma, delicadeza. Se empieza por silenciar el teléfono y se termina con el ruidoso tronar de los objetos desperdigados y destruidos por la casa. Han encontrado por fin una solución y un sentido a sus vidas, quizás ese Séptimo Continente donde encontrarse al fin y al cabo [...]
Esta película no está hecha para ser explicada; sino para llevarte, una vez vista, a la reflexión. Siempre teniendo presente que está basada en hechos reales.
"Sólo vemos fragmentos, al principio, para mostrar un poco de la vida de cada día, la dominación que ejerce el atender a actos rutinarios. No estamos viviendo, por así decir, sino que estamos actuando mecánicamente, repitiendo gestos. Estamos apegados a estos gestos, y nuestra vida es la suma de esos gestos. Es inherente a cada uno, y quizás por eso llegan a la destrucción con la misma intensidad, la misma lentitud..."

6,0
11.536
7
2 de marzo de 2008
2 de marzo de 2008
12 de 20 usuarios han encontrado esta crítica útil
Muy buena adaptación de la novela de Nabokov. Mucho más cercana al espectador y fácil de entender que la de Kubrick. Quizás el simple espectador prefiera ésta antes que la última dicha; pero el buen cinéfilo sabe el motivo de tal resquemor de Kubrick ( para llamarlo de alguna forma porque este estuvo bajo montones de censuras y ninguna vez se cortó un pelo). En mi opinión, la adaptación de Lyne poca gracia tiene. Todo te lo muestra tal y como es sin hacerte pensar y poderte sacar tus propias conclusiones. Aunque, repito: una película muy entretenida y morbosa. Me gusta.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
spoiler:
La inigualable escena de Kubrick en la que Jeremy Irons "idolatra" mediante la mirada el retrato de Lolita mientras está en la cama con su madre es la más sugerente... Este fue el motivo de que la Iglesia en su tiempo la considerara una película que quien la viera iría directamente al infierno [...]. Kubrick siempre fue muy morboso ( La Naranja Mecánica, ...); pero en esta versión intenta serlo de igual modo aunque subliminalmente. Por esto considero a la de Kubrick mejor, mucho más sugerente.

5,8
67.227
5
8 de marzo de 2009
8 de marzo de 2009
9 de 16 usuarios han encontrado esta crítica útil
Llevaba bastante tiempo con ganas de ver tu película; pero digamos que la decepción también fue bastante. No sé si me ocultaste que ibas a hacer un reportaje sobre Barcelona... Quizás. Tras la bonita Match Point, en la que se observó una gran renovación en tu modo de hacer cine, intentas sorprendernos con algo nuevo. Sí que me has sorprendido, pero no muy gratamente. Los topicazos españoles que has introducido no eran muy de mi gusto. Me podías haber pedido consejo a mi y te lo hubiera solucionado mejor, Woody... Toda la música se sintetiza en la tan conocida "Entre dos aguas" de Paco de Lucía. Y cuando quieres alternar, introduces una que parece la del anuncio propagandístico de Barcelona. Bueno, al menos se me quedó grabada en la mente, así que algo bueno tendrá.
En cuanto a la presentación del argumento, el principio me pareció ridículo y el transcurso de la historia muy vacía. Algo extraño ya que el argumento en sí tenía un gran trasfondo el cual, sintiéndolo mucho, no has podido mostrar adecuadamente. Siendo sincera, sin embargo, noté que tu película iba en crescendo poco a poco. Lástima que el final tampoco fue muy de mi agrado, algo que es muy importante para dejar buen sabor de boca al espectador.
Sin embargo, algún minipunto te tendría que dar, Woody. Gracias por escoger a Penélope como la genial Maria Elena. Sin duda, su aparición en escena fue "la sal" de la que hablaba Bardem. No obstante, eché de menos los diálogos los cuales nos hubieran hecho conocer mejor a los personajes y sentir la empatía que se necesitaba.
"Un torrente de frescura. Sexy, divertida y seguramente mucho más compleja de lo que parece" (Javier Ocaña: Diario El País): he aquí mostrado tu prestigio como director. Sin embargo, yo no confio en directores sino en obras, las cuales son las verdaderas protagonistas y obras de arte. Ellas son las únicas imperturbables y fieles con el paso del tiempo.
Espero que me disculpes por la superflua crítica que he hecho de tu película; pero como se dice en ocasiones: se suele dar lo que se recibe, Woody...
En cuanto a la presentación del argumento, el principio me pareció ridículo y el transcurso de la historia muy vacía. Algo extraño ya que el argumento en sí tenía un gran trasfondo el cual, sintiéndolo mucho, no has podido mostrar adecuadamente. Siendo sincera, sin embargo, noté que tu película iba en crescendo poco a poco. Lástima que el final tampoco fue muy de mi agrado, algo que es muy importante para dejar buen sabor de boca al espectador.
Sin embargo, algún minipunto te tendría que dar, Woody. Gracias por escoger a Penélope como la genial Maria Elena. Sin duda, su aparición en escena fue "la sal" de la que hablaba Bardem. No obstante, eché de menos los diálogos los cuales nos hubieran hecho conocer mejor a los personajes y sentir la empatía que se necesitaba.
"Un torrente de frescura. Sexy, divertida y seguramente mucho más compleja de lo que parece" (Javier Ocaña: Diario El País): he aquí mostrado tu prestigio como director. Sin embargo, yo no confio en directores sino en obras, las cuales son las verdaderas protagonistas y obras de arte. Ellas son las únicas imperturbables y fieles con el paso del tiempo.
Espero que me disculpes por la superflua crítica que he hecho de tu película; pero como se dice en ocasiones: se suele dar lo que se recibe, Woody...
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